Estirando el chicle

Es un podcast que escucho muchas veces, no siempre coincido con ellas, pero por lo general me hacen gracia. Victoria es o ha sido guionista, todo lo que suelta en el programa está en parte guionizado. La cosa está que hace bien su papel y la gente se lo cree, mirad cuando Chica Fitness. O como cuando Patrizienta pensó que Victoria era madre porque en su podcast pone Mami fitness, pues eso... mucha gente no la pilla.

Tienen nivel para entrevistar a quién quieran... vamos, ¿será mejor Pablo Motos o Broncano en la Resistencia?

¡Flipe mucho con la Húngara!! Y después dirán que la educación sexual no es necesaria. :unsure: A todos los del pin parental les haría falta ver este vídeo.
 

La muerte de la perra de Satán​

La picadora de carne de la Inquisición contemporánea ha sido capaz de destruir la reputación de 'herejes' por un chiste o una opinión

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PUBLICADO 04/01/2022 04:45 ACTUALIZADO 04/01/2022 18:38

Anunció Radiotelevisión Española hace unas semanas la emisión de un programa llamado ¿Quién se ríe ahora?. Resulta que alguien había tenido la idea de juntar a varias cómicas para demostrar que “ellas” también tienen gracia, aunque su humor se aleje del patrón “machirulo” y “cuñado” que durante tantos años –consideran- ha imperado en este lugar del mundo. En el spot publicitario que difundió la televisión pública aparecía Paco Arévalo, cuya especialidad -es bien sabido- eran los chistes de gangosos y “mariquitas”.

El programa era, en realidad, una especie de ‘auto de fe’ en el que las invitadas despotricaban contra los chistes de Gila, Fernando Esteso o Jaimito Borromeo. La mayoría, contados cuando en España se pagaba en pesetas. Entre las participantes de este singular espacio televisivo se encontraba una influencer zamorana que se hace llamar Perra de Satán, que se ha caracterizado en los últimos años por su defensa del catecismo de la izquierda pop malasañera.

El problema es que alguien -que le esperaba con la escopeta cargada- tuvo hace unos días la iniciativa de escarbar en su pasado digital y allí descubrió una parte de su esencia, que ocultaba bajo un manto de corrección política. Eran chistes sobre gitanos, chinos y homosexuales. Lo que prueba que a esta mujer también le hacían gracia las bromas de este tipo en el pasado.

Después de comprobar que le habían organizado un juicio popular, publicó un mensaje en el que se confesaba avergonzada por esos tuits y pedía disculpas. “Esa ya no soy yo”, venía a decir. Al poco, desaparecieron sus perfiles en Twitter e Instagram, en otro claro ejemplo de las consecuencias de la llamada “cultura de la cancelación”. Que también provoca que los cazadores puedan ser cazados. Y sitúa sobre nuestra cabeza una guillotina que puede rebanarnos el cuello si nos salimos del discurso oficial.
¿Quién se ríe ahora? El título del programa de RTVE viene de perlas para ilustrar lo que ha ocurrido en este caso, como también en otros, en los que la picadora de carne de la Inquisición contemporánea ha sido capaz de destruir la reputación de 'herejes' por un chiste o una opinión.

La libertad, amenazada​

Podría considerarse este asunto como una estupidez de patio de colegio -y ciertamente estas cosas serían imposibles si la sociedad no estuviera infantilizada-, pero el problema es que la secta fundamentalista del buenismo ha sembrado de minas el foro público, hasta el punto que cualquier deportista puede ser acusado de racista si se niega a arrodillarse antes de un partido; o cualquier comercio madrileño, ser etiquetado como homófobo si opta por no colocar en su escaparate la pegatina multicolor que distribuye este colectivo antes de la semana del orgullo LGTBI.

Su maquinaria censora es infatigable. Quienes la engrasan, inventan campañas contra los juguetes sexistas, censuran anuncios de televisión por no ser inclusivos y excluyen de certámenes a las obras que no cumplen con los parámetros inclusivos que exigen. La propia Perra de Satán había participado unos días antes en un programa –pagado por la televisión pública- que sirvió para señalar a los humoristas menos respetuosos con su ideología… Por eso tiene gracia que hayan salido a la luz esos mensajes, que son bastante más recientes que los números de Miguel Gila.

Los duelos entre influencers inmaduros - unos cuantos son columnistas de periódicos, ¡qué desnortada está la prensa!- no son importantes, en realidad, pero forman parte de la gran montería que han organizado contra la libertad de expresión quienes se quieren apropiar del foro público. Es la que ha llevado a ‘cancelar’ a J.K. Rowling por negarse a aceptar determinados postulados del lobby de los transexuales. O la que llevó a alguna eminencia a iniciar una campaña contra la marca ‘Conguitos’ porque su envoltorio transmitía un estereotipo injusto de la población negra.

Lo peor es que esto va más allá del ámbito cultural. Hay que estar ciego para no percibir que la campaña de los gobiernos contra la desinformación y el discurso del odio busca la imposición de la verdad oficial, que muchas veces es irracional e inexacta. O pura superchería. En la memoria permanecen todavía los mensajes que transmitió el Ministerio de Sanidad en marzo de 2020, con los españoles ya confinados, que afirmaban que el uso de mascarillas no evita la propagación de las enfermedades respiratorias. Mintió porque había una evidente falta de suministro de tapabocas para afrontar la amenaza del covid-19…y el Gobierno, sus periodistas científicos de cámara y los influencers de referencias ayudaron a convertir esa mentira clamorosa en una verdad oficial.

Pareció por unos años que internet iba a servir para difundir más y mejor información, lo que iba a permitir a los ciudadanos aproximarse a “la mejor versión obtenible de la verdad”, como defiende Bob Woodward. Y, ciertamente, la digitalización tiene un enorme comercial.

Pero, una vez más, se ha demostrado que el peligro del progreso no está en la tecnología, sino en el hombre, que esencialmente el mismo que en el momento en que se inventó la rueda. Puede que la cultura y el conocimiento nos despistaran y nos hicieran sentir más evolucionados, pero, a la hora de la verdad, son los instintos y las emociones los que nos guían. Los que nos pierden. Y los que nos llevan a adherirnos a la turba cuando su fuerza está respaldada por la mayoría, aunque esa turba pueda volverse en nuestra contra. Que se lo digan a la anteriormente conocida como Perra de Satán.
 
Es una cómica amiga de Victoria Martín y Percebes.

Hicieron un programa hace unas semanas sobre cómo ha cambiado el humor, y los límites en el mismo. Estaban Henar Álvarez, Andrea Compton y esta chica junto con las de Estirando el chicle.

Atención a las burradas que escribía, dando lecciones encima:
 
Genial este hilo porque quería hacer un pequeño comentario, y este es el lugar. No sé si alguna prima ha ido a algunos de sus shows, yo fui al de A Coruña.

Me gusta muchísimo el podcast pero cero que en el show de A Coruña flojearon mucho. Por un lado estaban criticando el humor básico de señoro, ok, perfecto y a la vez estaba Carolina todo el rato con chascarrillos de "Vigo mierda, vigueses portugüeses, etc". ¿Cómo es posible que si te quejas de lo básicos que son otros por hacer chistes de colectivos que es la gracia fácil (Ej: chistes de maricones) etc, tu recurras a este nivel barriobajero que viene del fútbol todo esto? (O así me parece, no estoy muy puesta en piques A Coruña- Vigo).

Por esas cosas y que en el show Victoria era basta basta basta, creo que disfruto más del podcast.

Yo no siento que vayan hablando rápido, pero claro, soy gallega que hablamos rápido XD.

Gracias por leerme.

La Carol se quedó en los años noventa con el pique Coruña-Vigo. Aún diría más, se quedó en los años ochenta y eso que ella no había nacido todavía. Lo afirmo yo, como pontevedresa adoptiva a la par que jurásica nacida en 1984. Cuando yo era adolescente ya había muchas bromas entre gente de nuestra edad, si eras un ki koruño o un gicho vigués. Siempre de modo irónico y sin tomárselo a mal.
Mi primer novio fue un coruñés simpático, el primero en reírse de sí mismo,, el que decía como Siniestro Total "menos mal que nos queda Portugal", guapo y buena persona que chanaba mazo koruño y no recuerdo haberme reído tanto en esa época cuando hablábamos de si yo era su já, él mí chorbo y que cuando fuéramos "mayores" tendríamos un puñado de chukeles.

Si lo hace como ironía del humor señoro o del futbolerdo descerebrado (fanático del fútbol con cerebro reptiliano), pos fale. Si no, pues una ful la Carol.
 
Pues nada. Tengo nueva vecina en la urba. Que pereza dan ella ( Victoria) y su marido. Por no hablar de lo tocapelotas que han sido con los vendedores.
Tiene pinta de ser insoportable.

Cuando insinúa el paralelismo entre ella y otras cómicas como Tina Fey o Sarah Silverman... bájate un poco y aterriza en la realidad... Tiene el ego como una catedral.

A mí no me hacen gracia ninguna de las dos. Fíjate que prefiero el humor "señoro" que el caca-culo-pedo-pis de Victoria Martín.

Carolina no conduce mal el programa, pero como cómica no vale nada, estaría mejor en un papel de presentadora.
 

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