Durante el viaje del primer ministro Benjamin Netanyahu a Hungría, un alto funcionario israelí reveló que Israel mantiene contactos con varios países para facilitar la emigración voluntaria de palestinos desde la Franja de Gaza. Según indicó, dichos países estarían dispuestos a cooperar a cambio de concesiones estratégicas, no necesariamente financieras. Aunque Jerusalén asegura que no obligará a nadie a salir, críticos han advertido que esta iniciativa podría representar una forma encubierta de desplazamiento forzado.