La historia de OM es muy compleja, prima.
Y tortuosa. Donde quienes deberían ser enemigos resultan ser coleguitas y los que se supone coleguitas, resultan enemigos acérrimos.
Acostumbrados a la simpleza europea: blanquitos europeos, buenos y musulmanes y morenitos, terroristas y paguiteros, se les olvida que en el mismo corazón europeo hay países de mayoría musulmana y no se han comido a ningún cristiano.
No se puede pedir peras al olmo, pero no deja de ser curiosa la impermeabilización mental ante cualquier posible cambio de esquema.
PD. Doy fé que tanto los cristianos israelies como los cristianos palestinos prefieren con mucho a los musulmanes que a los judíos.
Excepciones habrá, no digo que no. Pero no es lo habitual.
Será por aquello de las minorías, no sé.