Disculpa, pero para prejuicios, los que tú pareces expresar con respecto a las motivaciones de Jessica...Kirrín no es ningún padre coraje, pero tampoco ha pasado de su hijo. Denunció a su ex varias veces y ganó varios juicios, pero ella no cumplió varias medidas que le impusieron y él volvía a denunciar. Decir que denunciaba por quedar bien es un prejuicio no una realidad.
Al final o seguían peleándose en el juzgado tipo Paulina y Colate, que llevan más de 12 años de peleas y su hijo pagando las consecuencias , o viendo que su hijo iba a tener una buena vida y unos buenos estudios pagados, ceder, él al final cedió por el bien de su hijo, que como se ha visto ha estado muy favorecido durante 11 años.
Estar en lucha constante en los juzgados no es beneficioso para nadie y menos para un niño.
A veces ceder también es querer.
Jessi no es ninguna madre coraje, ni sacó a su hijo de ningún ambiente, porque cuando conoció a Kirrín sabía exactamente cómo era y no vaciló en tener un hijo con él, porque se embarazó no una vez, sino dos veces, y no fue ella la que acabó la relación, fue él el que la dejó.
Se largó con J. por su pura conveniencia. Si fuese una madre que antepusiese a sus hijos a su interés, no pediría más pensión para ella que para sus hijos, no se largaría por la puerta de atrás, no impediría ver a sus hijos a su padre ni cortaría la relación de su hijo mayor con la persona a la que llamaba papá porque no recibe money , y no hubiese metido en su casa a Luisitingo al que conocía de semanas. Sus hijos le importan también en la medida en que son, o eso creía ella, su medio de vida. Las cosas como son.
A mí llámame rara, pero si me separo y el padre o madre de mis hijos se quiere ir a otro país, los niños se quedan conmigo, en su casa, en su ciudad y en su colegio.
Otra cosa distinta es si yo no quisiera realmente encargarme de ellos y que prefiriera seguir con mis juergas, mis vicios o mis historias.
Ahí por supuesto, lo que pretendo con los juicios es llegar a un acuerdo beneficioso para mí, ya sea pagando lo mínimo (porque el otro se encarga de ello) o cediendo la custodia por unos billetes de avión.
Una cosa es seguir litigando eternamente cuando llevas las de perder y otra muy distinta, cuando teniendo sentencias o arraigo a tu favor, renuncies a ver crecer y a educar a tus hijos.
Lo dicho, Piqué 2.