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En USA en los cincuenta, recién salidos de la segunda guerra mundial, fue cuando se creó esa imagen idílica de la mujercita encantadora, un poco tonta y sólo preocupada por adquirir el último modelo de lavavajillas. Fue la época del boom de la publicidad y el márketing, de la creación de las grandes corporaciones mercantiles que, con apoyo del Estado, impulsaron la creación de las clases medias, la familia nuclear en oposición a la extensa y un modo de vida que se llamó el sueño americano. Pero hay estudios por ahí (si te interesa te doy datos) en los que se constata que ese sueño era más bien una pesadilla para las mujeres encerradas en sus urbanizaciones, muertas de soledad y frustración por no poder desarrollarse como personas y esclavas de una familia a la que solo le importaba su ombligo. En realidad era el paro galopante el que no permitía que las mujeres se incorporaran al mercado de trabajo porque después de la segunda guerra no había muchos puestos de trabajo disponibles y estos los "tenían" que ocupar los hombres porque para eso eran los "proveedores" de la familia.
No te digo que no, pero seguramente también encontraríamos estudios hoy día que dirían que el sueño yuppie de los 90 de la mujer realizada también crea ansiedad y mucha depresión. Mi abuela no vivía en América (otra rama de la familia sí) y llevaban el mismo tipo de vida: ellos trabajando y ellas ocupándose de la casa. Yo, desde que tengo uso de razón, he pensado que ese modelo era una pesadilla y que para nada lo querría para mí. Yo crecí con el modelo yuppie como ideal de vida: yo aspiraba a eso. Hoy día... pues no sé qué decirte. Trabajo, tengo mi propio negocio y no dependo de un hombre. ¿Soy más feliz que las amas de casa vintage? Pues no lo sé.
Hay un libro muy interesante: "Fifth avenue, 5 a.m" en el que, en uno de los capítulos, hablan de este tema ,y dicen justamente eso, que al acabar la 2GM y volver los hombres del frente, las mujeres salieron de las fábricas y se fueron a casa. Y que la publicidad nació ahí: se dirigía a ellas, el ocio también, los programas mañaneros, las series, que de hecho la película Desayuno con diamantes, que el libro va de esa peli, suponía un modelo de mujer en plan "experiencia vicaria", era puro escapismo: Holly vivía como ellas no podía. Libre, soltera, independiente y a su bola.
No me parece un buen plan volver a ese modelo. El modelo que yo quiero es el que comparte los mismos derechos y deberes entre hombres y mujeres, que tanto de puertas para afuera como de puertas para adentro compartan la tarta y la mierda de lo que nos ha tocado vivir.
Sí, no digo que no. Pero es que el modelo actual yo creo que no funciona.