La defensa de Medina aporta dos audios que "acreditan" que el Ayuntamiento "conocía el precio de fábrica" para rebatir la acusación de estafa
Las dos primeras testigos, que pusieron en contacto a los acusados con el consistorio municipal, declaran que no conocían los detalles de la contratación
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El empresario Luis Medina, a su llegada a la Audiencia Provincial de Madrid.Chema MoyaEfe
Madrid
Actualizado Martes, 11 febrero 2025 - 14:41
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En el arranque del juicio que sienta en el banquillo a Alberto Luceño y su socio Luis Medina -hijo del duque de Feria y de la modelo Naty Abascal-, las defensas de los acusados han aportado nuevas pruebas para intentar demostrar que no hubo estafa en la venta de mascarillas al Ayuntamiento de Madrid. Aquella contratación, en la que los empresarios actuaron como intermediarios, les reportó 6,1 millones de euros en comisiones.
El abogado de Luis Medina ha solicitado incluir como prueba documental en el caso mascarillas dos audios de WhatsApp que, a su parecer, demuestran que el consistorio municipal no fue "en absoluto estafado" en la contratación objeto de la investigación. Según ha explicado, los audios aportados fueron enviados por Medina a Elena Collado -coordinadora de Presupuestos del ayuntamiento, la responsable de compras- y, en ellos, el acusado la informaba del precio "de fábrica y de compra" de las mascarillas que el ayuntamiento, a través de su empresa funeraria, iba a adquirir. Medina, siempre según el relato de su defensa, informó a Collado en marzo de 2020 del precio "de fábrica" de las mascarillas -"dos euros"-, con lo que el abogado considera "acreditado" que el consistorio conocía el margen de beneficio que reportaba el negocio. Así, sostiene, no hubo "estafa", delito del que se acusa a Luceño y a Medina y que está penado con siete años de cárcel.
La sección séptima de la Audiencia Provincial de Madrid, presidida por la magistrada Ángela Acevedo, ha accedido a incorporar esta prueba documental como parte del caso mascarillas, cuyo juicio ha arrancado este martes casi cinco años después de que, al comienzo de la pandemia, el Ayuntamiento de Madrid adquiriera material sanitario por valor de 11,9 millones de dólares -más de 11,5 millones de euros- a Leno, una empresa de Malasia a la que el consistorio llegó a través de Luceña y Medina. La entidad funeraria municipal compró mascarillas, guantes y tests de Covid a esta sociedad a unos precios "inflados" hasta en un 81%.
La defensa de Luceño, por su parte, ha presentado nuevos documentos para intentar probar que su cliente tenía experiencia en los negocios. Los abogados del PSOE madrileño y Más Madrid, partes personadas como acusación en el caso, han pedido que se cite al alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, como testigo, pero la jueza lo ha rechazado.
Dos primeras testificales
La vista oral del juicio que sienta en el banquillo a Luceño y Medina ha comenzado este lunes con la declaración de dos testigos que fueron, entre otras personas, quienes pusieron a los empresarios en contacto con el Ayuntamiento de Madrid.
La primera en testificar ha sido María Díaz de la Cebosa, directora universitaria y ex profesora de Luis Medina. Ella fue la primera persona a quien Medina contactó para ofrecer al consistorio municipal comprar material sanitario. Según ha declarado Díaz de la Cebosa, el hijo del duque de Feria y Naty Abascal le dijo que tenía "la posibilidad de traer mascarillas" a España, pero que tenía que ser "de forma urgente" porque no sabía cuánto podría aguantar esa mercancía que entonces tenía a su disposición. La directora universitaria se puso en contacto con Carlos Martínez-Almeida -primo del alcalde- para trasladarle la propuesta y este le remitió a un correo electrónico en el consistorio y, además, le dijo que diera su teléfono a Medina para "mandarle directamente la información".
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Según el relato de Díaz de la Cebosa, su ex alumno le habló de que la intermediación para facilitar mascarillas al ayuntamiento la haría "a través de un negocio de trading" y con un socio, del que nunca mencionó el nombre.
La segunda testigo en comparecer en esta primera sesión del juicio ha sido Matilde García, ex trabajadora del consistorio municipal y que fue quien contactó con Medina al recibirse en el Ayuntamiento su oferta de compraventa de mascarillas. García, ahondando en lo que ya había expuesto Díaz de la Cebosa, ha explicado que el consistorio puso a disposición de la ciudadanía una dirección de correo electrónico para recibir propuestas de donaciones y compraventas de material sanitario. Ahí envió su ofrecimiento Medina y, tras una llamada de Carlos Martínez-Almeida advirtiéndole de que no había respondido a esa propuesta, García llamó al hoy acusado para conocer "qué tipo de donación o venta ofrecía". Al "quedar claro" que se trataba de un contrato oneroso, lo derivó a los cauces habilitados a tal efecto.