Mar Flores: ¿Cómo llega una gata astuta a ser rica y famosa?
El articulo es del año 2008
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Mar Flores ha nacido con una flor en el culo, cómo si no se explica que, después de todos los escándalos que ha protagonizado, todos los fracasos sentimentales y profesionales, acabe teniendo la vida que ella siempre ha querido: la de mujer de un millonario.
¿Pero vale la pena llevar esta vida? Parece ser que, a Mar Flores, le gusta más el dinero que a la Reina Madre un gintonic y por eso ha aceptado permanecer a la sombra, sin salir en los medios, con tal de estar casada con el millonario Javier Merino, pasear en su yate y comer langosta cada noche.
Pero parece ser que ya no le compensa… Mar vuelve a la carga.
María del Mar Flores, una chica géminis nacida en el 69 en Madrid, no destacaba por su exagerada belleza, pero sí tenía algo: una mente calculadora, un ansia de fama y de dinero sin precedentes y mucho tesón. Y cuando Mar se propone algo…
Todos recordamos los inicios de Mar Flores en Telecinco, en programas como el Telecupón o alguna que otra gala casposa donde siempre la veíamos con vestido de lentejuelas.
Ésta fue la época de los famosos fichajes de televisión, cuando a las cadenas privadas les daba por contratar en exclusiva a nuevas estrellas (mayoritariamente modelos). En este grupo estaban Mar Flores y Sofía Mazagatos, que, justo después de ganar el título de Miss España, se puso, con muy poca gracia, a presentar un programa para niños
Pero, ¿cómo llegó a Telecinco Mar Flores? Pues primero fue reconocida en París. Con sólo 20 años fue nombrada Rostro de los Noventa por la revista Elle de la ciudad de la luz. Este fue el trampolín que lanzó a Mar a la fama y le llueven los contratos como modelo.
Como muchas modelos, y especialmente Mar, a la que le encantan las cámaras, la morena se pasó a la televisión declarando que su meta era el cine.
De momento, se contentó con salir en la pequeña pantalla con series como Compuesta y sin novio y Canguros. Realmente, no destacaba por sus buenas actuaciones, pero Mar siempre ha sido muy ambiciosa.
Cuando ya era súper conocida en todo el país, Mar salió de caza. Se la relacionó entonces con el acaudalado empresario Fernando Fernández-Tapias, mucho mayor que ella.
Por esta época, Mar mantenía una estrecha relación de amistad con Sofía Mazagatos, que, casualmente, también conoció a un millonario mucho mayor que ella.
Sofía Mazagatos y Mar Flores, aprovechando el tirón, quisieron sacar tajada y montaron su propia escuela de modelos. Pues bien, a los pocos meses ni se aguantaban, se tiraban los trastos a la cabeza y acabaron por disolver la escuela. No tardaron los reproches de la una a la otra creando una guerra entre rubia y morena.
Siempre hemos conocido mucho más a Mar por su vida personal que por su vida profesional. Esto es porque Mar no ha parado quieta. Se le atribuyen romances con Bertín Osborne, el conde Alessandro Lecquio y Cayetano Martínez de Irujo.
La madre de éste último, Cayetana de Alba, no tragaba a la Flores y afirmaba antes las cámaras que su hijo cambiaba de novia como de camisa.
Todo iba viento en popa con Cayetano, que cantaba sus amores por Mar ante las cámaras hasta que, oh, cruel destino, aparecieron en la revista Interviú unas fotos de la Flores en la cama con Alessandro Lecquio en un hotel de Roma. Esto fue en el 99 y las fotos del 97. Flores sufre una crisis de ansiedad y Cayetano corta con ella.
Antes de todos estos jaleos, Mar ya puso sus ojos en un hombre de alto abolengo, Carlo Constanzia di Castiglione, con el que se casa y tiene un hijo, Carlo.
La pareja se separa en 1994 pero nunca han dejado de enfrentarse. Últimamente, Carlo ha sido protagonista por aparecer en el reality Perdidos en Honduras, por llorar en los platós contando lo mal que le trataba Mar y, ahora, por publicar el contenido de unas cintas donde Mar le propone llevar una doble vida: una con él y otra paralela con su actual marido, Javier Merino.
Después de tantas movidas, Mar decide que ya es hora de buscar la estabilidad y se casa, en 2001, con su gran amigo Javier Merino.
Parece ser que hubo un pacto entre el millonario y la modelo: él le daba estabilidad emocional (y económica) y ella dejaba de montar numeritos y salir en los medios. Pero parece ser que Mar no va a respetar el acuerdo.
A Mar le tira mucho la cámara y quiere volver al cine. Y no sabemos por qué se empeña tanto porque su debut en 1997 en Resultado Final de Juan A. Bardem fue un fracaso. Mario Camus, volvió a confiar en ella en El Coyote, en 1998 y fue otro palo.
¿Cómo le irá a Mar en su próxima incursión en el cine?