Matrimonio de Sara Verdasco el 10 de junio de 2016.

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LA MISMA PINTA AGITANADA QUE TODA LA FAMILIA E INVITADOS
 
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" Y aquí, los culpables de que nos bombardeen con fotos de la boda Carmona esta semana. Si Verdasco no saliera con Boyer, apenas habría salido en algún sitio. No entiendo por qué cotiza tanto Ana, que es un pan sin sal. Se ha cogido una excedencia después de un año trabajando para seguir a su chico por el mundo, no vaya a pasarle lo de Alba Carrillo. ¿Será nieta del histórico presidente del Partido Comunista? Pero lo que es más importante: ¿Sabrá quién era ese señor?


http://www.elmundo.es/blogs/elmundo.../sofia-palazuelo-y-otras-damas-que-nunca.html
 
El apellido Carmona es de origen cántabro, apellido de reconquistadores. De todas maneras sólo basta mirar al padre para saber de quien han heredado el tono de piel. Tanto el padre como el hijo no me parecen gitanos para nada. Y que si lo fueran perfecto, porque han triunfado y los gitanos lo siguen teniendo más difícil para llegar arriba.

@MUGUET , si ascendemos hasta los reconquistadores, y bajamos por todos los injertos hasta llegar a los Verdascos, la sangre montañesa la tienen muy diluida. Y esto sin entrar en si son Carmonas de Cabuérniga o Carmonas de Sevilla.
Dicho esto desconociendo TODO sobre la madre de los Verdascos, y teniendo en cuenta que de los Picos pa-bajo lo que no va en reconquistado va en repoblado por foramontanos, nos encontramos a muchos gitanos que son Carmona o Vargas.
 
De no haber ido Ana, el titular sería "la divertida boda de Sara Verdasco con un Carmona", porque la boda hubiera salido en las revistas por los invitados, sobre todo los flores. Hubieran salido fotos de la celebración cantando y bailando y no hubiera habido ninguna acritud.

Al tener a la Boyer-Presley de testigo, pues hay que meter con calzador el adjetivo "elegante" y ahí se fastidia todo. Son familias trabajadoras, con el puntito nuevo rico quizás, pero por la parte gitana sobra decir que en las bodas se tira el resto y suelen ser barrocas, por la parte tenista, es la hija y el padre se quiere lucir. Se ve gente feliz y con ganas de pasarlo bien, pero no era una boda junco style. De hecho, creo que a la novia no le habrá gustado ese viraje y el novio hubiera preferido una boda más tradicional, más calé.

Ahora tendrán que aguantar los análisis estilísticos, que a la mayoría de los invitados les importarán un güevo, porque a las bodas se va a comer, a cantar y a bailar, que es lo que toca, a celebrar las cosas buenas de la vida con la familia y amigos. En otros ambientes se va a posturear, a subirte en una bici con zapatillas o ponerte un lazo rojo enoooorme.

Y la madrina no entenderá que no se lleve mantilla a la boda de su niño. Porque es lo que toca.

Y la Ana fliparía con la ruidera del convite, los gritos y los besos exageraos. Ella que querría una boda con un aristócrata licenciado en St Andrews vestido con kilt en una abadía escondida con el glamú de la flema británica. Pues le ha tocado un tenista socarrao enamorado de sí mismo y su coche, con dinero pero sin caché. Y tendrá que trabajar tooooda su vida.

Y ojo que no tiene 20 años...
 
De no haber ido Ana, el titular sería "la divertida boda de Sara Verdasco con un Carmona", porque la boda hubiera salido en las revistas por los invitados, sobre todo los flores. Hubieran salido fotos de la celebración cantando y bailando y no hubiera habido ninguna acritud.

Al tener a la Boyer-Presley de testigo, pues hay que meter con calzador el adjetivo "elegante" y ahí se fastidia todo. Son familias trabajadoras, con el puntito nuevo rico quizás, pero por la parte gitana sobra decir que en las bodas se tira el resto y suelen ser barrocas, por la parte tenista, es la hija y el padre se quiere lucir. Se ve gente feliz y con ganas de pasarlo bien, pero no era una boda junco style. De hecho, creo que a la novia no le habrá gustado ese viraje y el novio hubiera preferido una boda más tradicional, más calé.

Ahora tendrán que aguantar los análisis estilísticos, que a la mayoría de los invitados les importarán un güevo, porque a las bodas se va a comer, a cantar y a bailar, que es lo que toca, a celebrar las cosas buenas de la vida con la familia y amigos. En otros ambientes se va a posturear, a subirte en una bici con zapatillas o ponerte un lazo rojo enoooorme.

Y la madrina no entenderá que no se lleve mantilla a la boda de su niño. Porque es lo que toca.

Y la Ana fliparía con la ruidera del convite, los gritos y los besos exageraos. Ella que querría una boda con un aristócrata licenciado en St Andrews vestido con kilt en una abadía escondida con el glamú de la flema británica. Pues le ha tocado un tenista socarrao enamorado de sí mismo y su coche, con dinero pero sin caché. Y tendrá que trabajar tooooda su vida.

Y ojo que no tiene 20 años...
Qué morro pondría "mami" ....si se diese lo del aristócrata británico.
Después de atrapar ella al escribidor......sería el ....NO VA MÁS...!!!

Pero volvamos al presente.... que es Churrasco. Y a ver qué dice el futuro.
 
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