Eso también pasa en los paises nórdicos y creo que también un poco en Alemania. La gente se va de casa con poco más de 20 años y las relaciones son frias de a veces ver a los padres 3 o 4 veces al año en días señalados. Y no ayudarles apenas económicamente en plan "mi hijo que trabaje que trabajo hay, ya se apañará, mi dinero es para mis cosas". Si le cuentas a un noruego que aquí la gente sacrifica años de su vida por cuidar a su padre o madre enfermo flipa, te ven como alguien de Marte. Con ese desapego entre generaciones que década tras década va yendo a más conforme los recuerdos de la infancia ya se ven lejanos, lógicamente cuando los padres están mayores les mandan a una residencia de cabeza. En el norte de Europa las residencias de ancianos son un gran negocio, hay un montón y casi no encuentran personal.
www.lavanguardia.com
