La Virgen de Magallón: Una Historia de Milagros
El Origen del Conflicto
La historia de la Virgen de Magallón está profundamente ligada a una leyenda que se remonta al siglo XIII en el pueblo de Magallón, donde las familias Frago y Albir mantenían una violenta rivalidad. Juan Albir, un labrador de Magallón, mató a Sancho del Frago durante una de estas disputas familiares. Aunque Juan fue condenado a mantener a la viuda y los hijos de Sancho, vivía con el constante miedo a la venganza de Antón y Martín del Frago, los hijos del hombre al que había matado.
Primeras Emboscadas y la Protección de la Virgen
Con el tiempo, Antón y Martín intentaron varias veces emboscar a Juan Albir para vengar la muerte de su padre. Sin embargo, en dos ocasiones, Juan logró escapar refugiándose en la ermita de la Virgen de la Huerta en Magallón, sabiendo que los hermanos no se atreverían a atacarlo en un lugar sagrado. A pesar de estos intentos fallidos, la amenaza de venganza se mantuvo latente.
El Trágico Final de Juan Albir
El 13 de marzo de 1283, la tragedia finalmente alcanzó a Juan Albir. En un enfrentamiento con los hermanos del Frago, Juan se refugió una vez más en la ermita y se abrazó a la talla de la Virgen de la Huerta, suplicando por su vida. Sin embargo, esta vez, la devoción y el suelo sagrado no fueron suficientes para detener la furia de Antón y Martín, quienes lo mataron sin piedad, dañando también la talla de la Virgen en el proceso.
La Desaparición Milagrosa de la Virgen
Esa misma noche, un milagro tuvo lugar en Magallón: la Virgen de la Huerta desapareció de su ermita y apareció en los montes de Leciñena, donde fue encontrada por un pastor llamado Marcén. La Virgen le ordenó construir una ermita en ese lugar, y aunque inicialmente nadie le creyó, un segundo milagro –la mano del pastor quedó pegada a su mejilla– convenció a los escépticos, y comenzaron a levantar la ermita en su honor.
Los Intentos de Recuperar la Talla
Primer Intento: La Virgen Regresa a Leciñena
Al enterarse de la desaparición de la Virgen, los vecinos de Magallón sospecharon que la talla encontrada en Leciñena podría ser la misma. Una comitiva viajó a Leciñena y confirmó que la Virgen llevaba el relicario entregado por el rey Jaime I, lo que corroboraba que era la misma imagen. Sin embargo, cuando intentaron llevarla de vuelta a Magallón, la Virgen milagrosamente regresó a Leciñena durante una parada en Monzalbarba.
Segundo y Tercer Intento: La Virgen Se Resiste
Magallón no se rindió fácilmente y organizó dos nuevos intentos para recuperar la talla, pero en ambas ocasiones, la Virgen volvió milagrosamente a Leciñena, incluso después de ser llevada a Zaragoza. Tras el tercer intento fallido, los vecinos de Magallón se dieron cuenta de que la Virgen no quería regresar, y finalmente renunciaron a sus derechos sobre la imagen.
La Promesa de la Virgen
Para dejar claro su deseo de quedarse en Leciñena, la Virgen de la Huerta pronunció una promesa que se convertiría en leyenda: "Hasta que el último miembro de la familia del Frago no desaparezca, jamás volveré a pisar Magallón". Con esta declaración, la Virgen aseguró su permanencia en Leciñena, donde su santuario continúa siendo un lugar de veneración y recuerdo.
Fuente:
https://aragonhistoriasyfalordias.c...da-de-juan-albir-y-la-virgen-que-desaparecio/