Mi hartazgo con Paco ya es demasiado. Como ya nos hemos cansado de decir por aquí, solo busca protagonismo y le da igual su amiga Tati o su familia aireando todos los trapos sucios.
En el caso de salir de mantilla, parece que se lo ha tomado más como un carnaval que como una tradición. Sabía perfectamente que no le iban a dar el aprobado porque hay unas normas que ya conocía. Si estás en una hermandad, sabes las normas que tienen y no te queda otra que acatarlas. Nadie le ha obligado a pertenecer a ella. Lo que no puede ser es que quieras hacer un espectáculo en algo que para mucha gente es realmente importante.
No voy a ponerme a valorar si la religión está más o menos obsoleta. Lo que está claro es que vivimos en un país en el que nadie nos obliga a pertenecer a una hermandad, casarnos por la iglesia o cualquier cosa que tenga que ver con la religión. Pero está claro que si queremos formar parte de ello, conocemos las normas.
Pero vamos, que en este caso es porque a él le da para generar mucho contenido, pero pasa en muchos aspectos de la vida. Mismamente, en mi trabajo yo tengo una normas que he acatado, pero si no me gustaran, no puedo pretender que lo cambien por mí cuando soy yo la que he acudido ahí a trabajar sabiéndolo previamente.
Fuera aparte, sea o no partidaria de la religión o la Semana Santa, considero que tiene que haber respeto ante todo. Y si para él una procesión en la que la hay mucha gente por devoción, penitencia (como lo queráis llamar) es un espectáculo es un problema.
Poniendo un ejemplo un poco extremo. Seguramente a él no le gustaría que alguien saliera disfrazado de gay con el único propósito de hacer contenido, criticando al colectivo sabiendo que está haciendo algo mal, como puede ser ridiculizarles haciendo un circo. No sé, considero que hay líneas que no se deberían pasar por respeto a otros que en verdad tampoco te están haciendo tanto daño. Es todo tan simple como que él pertenece a esa hermandad porque le da la gana y eso implica unas normas. Si quiere vestirse de mantilla, tiene la calle para hacerse su fotito o pasearse como si fuera carnaval sin dar en cante en algo que realmente importa a otros.
En el caso de salir de mantilla, parece que se lo ha tomado más como un carnaval que como una tradición. Sabía perfectamente que no le iban a dar el aprobado porque hay unas normas que ya conocía. Si estás en una hermandad, sabes las normas que tienen y no te queda otra que acatarlas. Nadie le ha obligado a pertenecer a ella. Lo que no puede ser es que quieras hacer un espectáculo en algo que para mucha gente es realmente importante.
No voy a ponerme a valorar si la religión está más o menos obsoleta. Lo que está claro es que vivimos en un país en el que nadie nos obliga a pertenecer a una hermandad, casarnos por la iglesia o cualquier cosa que tenga que ver con la religión. Pero está claro que si queremos formar parte de ello, conocemos las normas.
Pero vamos, que en este caso es porque a él le da para generar mucho contenido, pero pasa en muchos aspectos de la vida. Mismamente, en mi trabajo yo tengo una normas que he acatado, pero si no me gustaran, no puedo pretender que lo cambien por mí cuando soy yo la que he acudido ahí a trabajar sabiéndolo previamente.
Fuera aparte, sea o no partidaria de la religión o la Semana Santa, considero que tiene que haber respeto ante todo. Y si para él una procesión en la que la hay mucha gente por devoción, penitencia (como lo queráis llamar) es un espectáculo es un problema.
Poniendo un ejemplo un poco extremo. Seguramente a él no le gustaría que alguien saliera disfrazado de gay con el único propósito de hacer contenido, criticando al colectivo sabiendo que está haciendo algo mal, como puede ser ridiculizarles haciendo un circo. No sé, considero que hay líneas que no se deberían pasar por respeto a otros que en verdad tampoco te están haciendo tanto daño. Es todo tan simple como que él pertenece a esa hermandad porque le da la gana y eso implica unas normas. Si quiere vestirse de mantilla, tiene la calle para hacerse su fotito o pasearse como si fuera carnaval sin dar en cante en algo que realmente importa a otros.