Una cosa que se me olvidó comentar: me ha llegado la carta de que en breve me citarán para mamografía, por la campaña de prevención del cáncer de mama.
Cumplí 50 en diciembre, supongo que me citarán a lo largo de este año.
A mí no me asusta envejecer ni la muerte. Me asusta envejecer mal (estamos mi marido y yo viviendo en primera persona el decaer de nuestros padres) y me asusta la forma de morir. No la muerte, la muerte para nada.
Y con todas estas movidas, desde el año pasado para acá y sobre todo desde el último mes, soy consciente de que se acerca el momento cada vez más. No es algo que me obsesione ni me quite el sueño, el sueño me lo quitan otras cosas. Pero lo tengo en la mente.
Ayer medio se enfadaron dos señoras de sesenta y muchos/setenta por el orden de la cola en el bus urbano (y había sitio de sobra) y yo le decía a mi marido...serán conscientes de que no les queda mucho tiempo de valerse por sí mismas y disfrutar de la vida, para montar pollitos por estas chorradas?
QUE NO SOMOS INMORTALES, SEÑORAS me daban ganas de decirles, y además, que a saber en qué circunstancias llegamos a la cita con la parca!!!
