Lo más perturbador que he vivido en mi vida fue salir a la calle el 30 de octubre, un dia después de la Dana, con mi hija de 5 años hacia casa de mis padres a ver como había quedado ( por suerte se pudieron refugiar en el piso de arriba) , jamás olvidaré las caras de la gente caminando como zombis, viendo como había quedado de desolado todo y buscando sus coches, mirando sus negocios convertidos en bajos diáfanos llenos de amasijos de cosas sin identidificar llenos de barro. En especial no se me olvidará la cara del dueño de dos panaderías cuando vio como había quedado su negocio, indescriptible lo que tuvo que sentir ese señor, años de esfuerzo tirados a la basura.
No tuve fuerzas ni para llorar, estaba en shock...más tarde mi marido fue a explorar el terreno con un amigo y me dijo que dentro de un coche había una chica sin vida y los de protección civil corrieron a taparla para que la gente no la viera, porque no, no había ninguna autoridad por allí, los dos primeros días nos salvamos entre vecinos y familiares hasta de que el dia 1 empezaron a llegar los voluntarios que nos salvaron entre tanto abandono. Nunca olvidaré la sensación de que no le importabamos a los de arriba, me quedó clarísimo. Que ya lo sabía, pero constatarlo de esa forma es muy duro.
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Cómo agradezco no haber visto nunca ese vídeo.
