En primer lugar, desde que aparece Dustin Hoffmann desde el minuto uno, sin tener ni idea de qué va la peli sabes que es el malo. Por sus caras. Porque nada más verle la chica insiste en decir "es otro juego", por la pelotilla roja que insiste en pasarse de una mano a otra. Y porque ya es un Dustin Hoffman consagrado que trabaja en una película italiana de serie B. No sabes qué va a pasar, quién es quién ni qué papel juega cada personaje en la película pero sabes que todo es culpa de Richard Gere y que esa habitación de hospital es falsa. Y, para rematarlo, como a mitad de película la frase que él le dice a ella "tu hijA podría estar aún dentro del laberinto". Hasta ese momento solo le había llevado a recordar que no era un gatito lo que le daba amor en el secuestro sino un bebé que había tenido por cesárea y del que no se acordaba. Pero NUNCA se habló del s*x* de ese bebé porque ella no recordaba ni haberlo tenido y se supone que él la está intentando ayudar a recordar. ¿Por qué sabe el médico que es una niña lo que tuvo?. La película tiene muchos más despropósitos pero, para mí, el principal es ése. Que desde el minuto uno sabes quién es el malo.