Sigo el libro. He de reconocer que está bien escrito y se explica muy bien. También he de decir que me tira un poco para atrás el tema de "todo es la comida". Es cierto que la comida tiene mucho que hacer, pero no es todo. Hay enfermedades inflamatorias.
Os pongo la chapa que puse en el hilo de Carlos Ríos
Es que lo veo todo muy loco. Muy contradictorio
Por un lado te dan la chapa con la lactancia materna prolongada, que si protege de no sé qué, de no se cueantos... Si hasta mediados del siglo pasado han muerto niños. ¿No era tan buena la lactancia? Es que no había agua potable, medicinas, etc. Entonces, la lactnacia no es todo.
Continuemos con los niños. No les des azúcar, ni sal, ni.... Cada vez que toca revisión en la pediatra, salgo loca. Pero te acercas a la sección de alimentos infantiles del supermercado y flipas. Vale, se lo puedes hacer tú. Fijaos el lavado de cerebro al que me han sometido, que un día vi a un niño como los míos comiendo unos aperitivos con forma de ositos con mucha sal y me quedé asombrada.
Hay enfermedades que son inflamatorias y se ve en las analíticas. O te dicen que el cáncer se cura con limones. Tenemos al lumbreras del Jobs que quiso curarse un cáncer de páncreas con zumitos. Venga ya.
Yo creo que las petardas de Moñas y Pespín confunden inflamación con hinchazón o no me lo explico.
Sobre modas.
Moda sin gluten. Empecé a seguir ese rollo depués del libro Sin trigo, recomendado por una amiga. He de decir que el trigo de ahora está modificado genéticamente. El trigo de toda la vida mide 1,2 metros. Hoy han hecho una nueva especie de trigo enano, resistente a las plagas con cuarenta veces más gluten. EStá claro, que eso no se digiere tan bien. Si encima consumimos pan de peor calidad con tropecientos mil ingredientes, tenemos caldo de cultivo para desarrollar intolerancias.
Lo del ayuno intermitente lo hago por necesidad, no por gusto. Ceno a las 19 con mis niños (horario europeo, lo amo). No puedo desayunar hasta las 9, ahí van 14 horas. En mi caso, me va bien. NO estoy embarazada, ni tengo TCA ni nada. Es cierto que el cuerpo sí que está preaparado para períodos de escasez.
Más cosas. La dieta paleo. Lo ideal es comer ríalfú y toda la pesca. Repito, lo ideal. Pero vivimos en una sociedad donde los productos frescos son ya un artículo de lujo. Si tú trabajas con un turno partido a una hora de casa. Dime qué ganas tienes tú de ponerte a cocinar a las 20 horas. Vale, cocinar para la semana y llevártelo. Conste que en España hay cultura de tupper y nos salva un poco.
Para eso que dice CArlangas and company, hay que tener tiempo. Lo digo por experiencia ahora. TEngo crock pot y thermomix, aun así, esas cosas hay que limpiarlas. O si te haces un filete a la plancha y una ensalada, aunque sea algo, también ocupa tiempo.
Aun así, comer sano es caro, pero comer malsano también lo es. Depende con qué lo compares. Si haces un pedido al telechino, te sale más caro que comprarte los ingredientes. Pero si quieres hacer una ensalada, un plato de pescado y algo más, te sale mucho más caro que si estás a pasta y arroz con tomate orlando. O incluso un fideos orientales del yakisoba cómo se escriba.
Las recetas fit. Al final, muchos postres son lo mismo: dátil, plátano, avena, huevo y algo más.
Otra cosa. Poer temas de salud, tengo que hacerme un rastreo con yodo radiactivo. El 99% de los productos ya procesados, tienen sal, y ésta es yodada. Imaginad que tengo que comer todo fresco. Según Moñas, Espina, Charlie Ríos, está genial. Toca pasar mucho más tiempo en la cocina.
POr un lado, está genial, me estoy deshinchando, me noto con más energía... Por otro, se te va la salud mental con tantas restricción. Aquí no puedo hacer excepciones.
Lo que me molesta últimamente es la excesiva culpabilización del ciudadano de a pie. Te vendo los productos súper adictivos con mil porquerías, te subo los precios de los frescos, estás todo el día fuera de casa... Pero la culpa es tuya por comerte una ración de calamares el fin de semana.