No sabía yo, cómo decirlo. Estoy de acuerdo. Están los dos para terapia, y no lo digo por ofender eh, que las enfermedades mentales hay que tratarlas con el respeto que se merecen. Lo malo es cuando se ignoran.Yo empiezo a pensar, en serio, que Montoya también tiene algún “ problema “, no es normal.
Primis esta mañana me acordaba de las risas de ayer y aún tenía que contenerme… qué risas!