Ya que es una rata de cloaca, al menos podría apadrinar un comercio. Es una iniciativa en la que los influencers eligen un comercio arruinado y focalizan en él los esfuerzos de sus seguidores. Los más comprometidos ponen de su dinero y van informando de las necesidades concretas, ponen cara a los dueños, van actualizando información sobre lo que se recauda…
Pero claro, World Vision le paga y por eso cada mes cuelga los stories contratados.
A mí esa iniciativa me parece una manera de devolver “al mundo” lo que te lleva dando por la patilla años.
Si indagáis, veréis que los que se están apuntando son verdaderos creadores de contenido, mientras los meros influencers solo esperaban que se levantara la veda para volver a su vida regalada.