No, no. Solo se les pide amabilidad y buena disposición. Si se hubiera tratado de un minusválido o una ancianita con un problema similar seguro que el comportamiento hubiera sido más empático. Es decir, tienen que hacer su trabajo con eficiencia y amabilidad y tratar de solucionar contratiempos con eficacia y sin provocar incidencias, sin hacer distinciones. Es muy fácil: trabajar bien, especialmente si estás cara al público porque también forma parte de sus obligaciones.Pero vamos a ver, qué sabemos lo que pasó en esa conversación? No es un poco fuerte culpar al personal que lo atendió de lo que Álvaro hizo y de la existencia de este hilo?
Por muy bordes que fuesen con él, es que no hay una relación causa y efecto, te pueden hablar como les de la gana que el 99.99% de la población no hace lo que él. Su comportamiento es temerario y un sinsentido.
Ya que se acusa al personal de ser borde, por qué no empezamos a elucubrar causas para ese comportamiento temerario y cabezón de él? Porque a no ser que tengas algún problema psiquiátrico o hayas consumido sustancias... Casi nadie reaccionaria así por una borderia o mala cara de los de Renfe. Parece que os cuesta entender que el principal problema aquí es que él mismo no valoró los riesgos de lo que estaba haciendo.
Ya le tenemos que pedir al personal no solo que ofrezca soluciones (cargador, llamar a los padres, etc.) si no que sonrían genuinamente a todo el mundo que quiere viajar gratis, no vaya que les de por hacer alguna locura? Ellos también son personas que están hasta las narices de trabajar de cara al público y de la gente prepotente y enteradilla
Las consecuencias de haberse desentendido en este caso han sido terroríficas porque el chico era demasiado joven. Si fuera un desnortado, tal y como argumentáis mostrando una falta de empatía alarmante, ni siquiera hubiera pasado por atención al cliente, donde probablemente algún amargado de la vida lo mandó a pastar como suelen hacer. Ahora está muerto.
Yo lo siento, no pretendo generalizar, pero se ha convertido en norma tratar al pasajero mal, especialmente tras la pandemia. Es lo que hay.