No es estar de acuerdo o no o te guste o no, es el testimonio de quien ha vivido la situación por trabajo, sin "gafas" políticas, ni morales, ni religiosas ni nada de nada. Prejuicios ni uno. La realidad pura y dura.
Conste que de allí sacó nuy buenos amigos, uno argelino que lleva aquí 30 años, otro marroquí (que por cierto rompe todos los estereotipos de "mena": familia clase media, chaval nada conflictivo y educadísimo, que en su tierra estudiaba y aqui siguió haciendolo, que cruzó porque vio que allí no iba a rascar nada de nada. Aquí de hecho trabaja como integrador en un centro. No os cuento de lo que opina de nuestros dirigentes políticos, nuestro sistema fiscal etc porque lo mismo a alguna le da un vahído ) y otro subsahariano que es para comerselo.
De más cosas que vio y vivió mejor lo dejamos. Vaya a ser que, insisto, haya apechusques entre la concurrencia.