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No le suena bien​

Como presidente del Gobierno, Felipe González combatió, con muchos más aciertos que errores, el terrorismo de la ETA. Enterró a compañeros asesinados de su partido y de la oposición, a guardias civiles, militares, policías nacionales, empresarios, españoles de a pie, mujeres y niños
08/07/2022Actualizada 02:51
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La ley de la Memoria Histórica pactada por Sánchez con los bilduetarras no le suena bien a Felipe González. Y así lo ha dicho. Resulta admirable la valentía, la contundencia y la feroz sinceridad del primer presidente del Gobierno socialista de la democracia. Otro cualquiera, más temeroso o taimado, habría hablado con menos valentía y coraje, y quizá, impulsado por un arranque de serenidad, roto su carné del PSOE y abandonado el partido. Lo han hecho otros y nada ha sucedido. Pero Felipe González ha elegido la senda de la indignación verbal. Decir que una ley de Sánchez, los comunistas y los bilduetarras «no le suena bien», es demostración del intrépido ímpetu del señor González. Se lo ha jugado todo por el todo, si bien a estas alturas de la tragedia, no se sabe aún qué es lo que se ha jugado. Me ha recordado al futbolista Butragueño cuando se sintió obligado en una rueda de prensa a calificar a un jugador adversario que había intentado –en vano, por fortuna–, amputarle una pierna con una entrada criminal. Butragueño, que es de la escuela de Felipe González en el uso de la dureza semántica, asombró a todos con los calificativos que le dedicó a su agresor. «Perdonen la dureza de mi lenguaje, y espero que mis opiniones no ofendan a nadie. Pero la entrada que me hizo el defensa por el que ustedes preguntan, y repito que me excuso de nuevo por mi contundencia verbal, sólo es capaz de hacerla un cuchufletas, un tarambana o un forajido maleante». Aquello fue la monda, aunque se pasara un poco. Lo de cuchufletas y tarambana sonó excesivamente duro, pero con lo de forajido maleante, se pasó dos pueblos. Y menos mal que supo contenerse a tiempo y no soltó lo que tenía en la punta de la lengua. Bravucón.
Tengo entendido que Felipe González no está sujeto a disciplina alguna. Cuenta con una envidiable independencia económica, vive entre su campo extremeño «El Penitencial» y la República Dominicana, goza de envidiable salud y sigue manteniendo, en trance de mengua sostenida, un cierto prestigio en el Partido Socialista. Prueba de ello, ha sido su presencia en algún mitin electoral previo a las elecciones andaluzas, en las que el PSOE ha vencido con mayoría absoluta gracias al impacto emocional que experimentaron los electores ante el atractivo de su candidato, el señor Espadas, y de su esposa, la señora Guorperfe. De ahí que no termino de comprender bien la aspereza y severidad de sus palabras. «La Ley de Memoria Democrática pactada con Bildu no me suena bien». ¡Toma Geroma, pastillas de goma! Sin pelos en la lengua.
Cuando se nace volcánico en el lenguaje, nada ni nadie están capacitados para enfriar la lava. Felipe González no se para en barras cuando su sinceridad demanda su coraje. Analicen bien sus palabras respecto a una Ley de Memoria Democrática que han redactado conjuntamente los socialistas y los herederos de la ETA. «No me suena bien». ¿Hay alguien en España, y en el PSOE que se atreva a superar la ferocidad de esa frase? Exploro en mi sensibilidad y mi respuesta es negativa. Jamás me hubiera atrevido a rozar semejante barbaridad.
Como presidente del Gobierno, Felipe González combatió, con muchos más aciertos que errores, el terrorismo de la ETA. Enterró a compañeros asesinados de su partido y de la oposición, a guardias civiles, militares, policías nacionales, empresarios, españoles de a pie, mujeres y niños. Y cuando tiene que comentar una ley que su partido redacta con los herederos de aquellos asesinos, dice que no le suena bien.
El Cid Campeador, a su lado, un microbio.

Más de Alfonso Ussía​

 

De titi a gorila​

Antonio Miguel Carmona pasó de concejal del PSOE y sumiso colaborador de Carmena a vicepresidente de Iberdrola. Impresionante
09/07/2022Actualizada 02:00
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En mis días más difíciles, Eduardo Sánchez Pérez, digno sucesor de Eduardo Sánchez Junco y de Antonio Sánchez y Mercedes Junco, y Roseta López del Valle, me abrieron las páginas del ¡Hola! en su versión digital. Jamás podré agradecerles su generosidad, porque sabían que mis textos no encajarían, en ocasiones, en el espíritu, siempre positivo, de la internacional cabecera española. Y claro, me he acostumbrado a leer el ¡Hola!, y tengo que reconocer que lo paso muy bien conociendo gentes, amores, acontecimientos sociales, bodas, natalicios y grandes casas que no cabían en mi imaginación.
En el último número, me he llevado una agradable sorpresa. En estos tiempos en los que asesinar niños indefensos con anterioridad a ver la luz se premia con el diploma del más nauseabundo desprestigio, me entusiasma leer que también, entre la gente famosa, hay partidarios de la vida. Y he detenido mi interés e ilusión en el reportaje del bautizo de Micaela, hija de Yolanda Font, de quien carecía de noticias previas y del importante empresario-ejecutivo, vicepresidente de Iberdrola, el socialista Antonio Miguel Carmona. Lástima no haber sido invitado, porque según nos informa el ¡Hola!, en un recoleto salón del Hotel Santo Mauro de Madrid, Antonio Miguel Carmona y el pediatra de Micaela, el doctor Abarca, cantaron acompañados de un mariachi una ranchera dedicada a la madre y la hija. Además, y me crecen los piños de la envidia, entre las invitadas que asistieron al bautizo-concierto, estaba Paloma Segrelles, no se sabe si la madre o la hija, pero tanto monta, monta tanto.
Antonio Miguel Carmona pasó de concejal del PSOE y sumiso colaborador de Manuela Carmena, a vicepresidente de Iberdrola, una de las sociedades más importantes de España, gracias a la visión planetaria de su presidente, el alegre y simpático señor Galán. Saltar de concejal poquita cosa a vicepresidente de Iberdrola es impresionante. El saltador se convierte en un hombre potentísimo, sin renunciar a sus ideas ni sus principios. Es como si a un mono titi del Amazonas le comunican, de sopetón y sin avisarle del cambio, que se ha convertido en un gorila. Pues claro, pasa lo que pasa.
He consultado en el Illustrated Checklist of the Mammals of the World ( 1ª edición, Lynx Ediciones, Barcelona) y me he topado con 35 especies diferentes de monos titi. El Lucifer, el Cabeza roja, el Negro, el Blanco, el de Collar, el Enmascarado, el Urubamba, el Vientre Rojo, el Hoffmans, el Ornamentado, y así hasta 35. Carmona se mueve entre el Ornamentado, el Vientre Rojo, el Cabeza Roja y el Urubamba, pero carezco de seriedad científica para asignarle la especificación correcta. Los titi, en ocasiones, se mezclan con otros titi, y nacen subespecies encantadoras.
El que escribe tuvo que sufrir durante el Servicio Militar a un mono titi negro, propiedad del Teniente Coronel Jefe de Instrucción y apodado 'Puskas'. El que escribe y firma portaba en los desfiles el guion del CIR 16, y atado a la hombrera izquierda de mi camisa, se acomodaba 'Puskas', que se comportaba bastante bien en el primer tramo del desfile. Pero al pasar marcialmente ante la banda y proceder al saludo a las autoridades que presidían el acto, 'Puskas' me mordía las orejas con una crueldad que se escapa a toda suerte de descripciones. De ahí mi escasa sintonía anímica con el vicepresidente de Iberdrola, si bien, ya de gorila, se me antoja más sobrellevable.
Sucede que no todos los concejales del PSOE van a terminar de vicepresidentes de Iberdrola. Lo de este honesto y sacrificado socialista es una excepción. De ahí que me haya congratulado de su paternidad. Necesitamos más gorilas y menos titis. Y es todo lo que puedo escribir, porque en ocasiones, la emoción atenaza y bloquea las ideas, y se escriben muchas tonterías. De ahí que me detenga con anterioridad al bloqueo. Sólo me resta una curiosidad. El título de la ranchera.
Enhorabuena.

Más de Alfonso Ussía​

 

Una mala persona​

De todos es sabido que Pedro Sánchez es un falso y un mentiroso
10/07/2022Actualizada 02:05
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Tiene toda la razón José María Aznar cuando afirma que es un sinsentido que a Miguel Ángel Blanco vayan a recordarle en Ermua los que han pactado con sus asesinos. Y tiene más que toda razón al considerar que no lo asesinaron por ser alguien que pasaba por ahí, sino por ser concejal del PP, defender la libertad, la democracia y la Nación española. Y acierta cuando advierte: «Que no se olvide».
El día del entierro de Miguel Ángel en el cementerio de Ermua, cuya tumba fue repetidamente profanada por quienes ahora se disponen a homenajear su memoria –sus huesos descansan en Galicia–, el entonces Príncipe de Asturias, nuestro Rey Felipe VI, se estrenó improvisando ante los periodistas un mensaje claro, contundente, valiente, y demoledor contra los asesinos, sus cómplices, sus protectores y sus penitenciales perdonadores. Estos últimos fueron, previamente aludidos, en un mensaje de Navidad del Rey Juan Carlos I. «Y la cobarde agresión en la convivencia que es el terrorismo debe unirnos más todavía en la defensa de esa paz deseada. No debemos mostrar ni debilidad ni temor ni duda para rechazar con decisión a quienes hacen correr la sangre de los españoles víctimas de sus atentados criminales, y también a quienes los amparan, disculpan o justifican, cualesquiera que sean sus posiciones políticas, sociales o religiosas».
Unos días más tarde, el que fuera presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Ángel Suquía, se quejó ante el Rey con cierta torpeza: «Majestad, el Obispo de San Sebastián, monseñor Setién, se ha sentido aludido en su mensaje de Navidad y se siente contrariado por la exégesis de sus palabras». Y el Rey, que ignoraba el significado de «exégesis», le respondió: « Pues que se contraríe. Las he pronunciado pensando en él».
El homenaje oficial, organizado por los fontaneros de cloacas de Sánchez, contará con una representación de los que apoyaron el asesinato de Miguel Blanco y hoy le niegan toda suerte de reconocimientos en las localidades vascas. El gran manipulador ha conseguido que sea presidido por el Rey, y me pregunto si no es factible que una supuesta reacción positiva en un test del covid impida a Su Majestad asistir a tan desdichado acto. El homenaje de verdad se lo harán sus compañeros, entendiendo por compañeros no sólo a los militantes del PP, sino a todos los españoles de bien que se sintieron consternados con el brutal crimen etarra, muy celebrado por muchos de los actuales representantes bilduetarras, que se sentarán, junto a podemitas, peneuvistas y comunistas en el barullo cínico montado por Pedro Sánchez. Y creo que ahí se ha equivocado María del Mar Blanco solicitando al taimado alcalde socialista de Ermua poder intervenir. En ese acto, sobran las palabras del Rey y las de María del Mar Blanco. Que hablen los socialistas que hoy votan con Bildu para negarle a él y José Antonio Lara toda suerte de reconocimientos, los bilduetarras que celebraron su muerte, los podemitas que no han ocultado jamás su sintonía con el terrorismo etarra y los comunistas de Yolanda Díaz.
Todo por la infinita capacidad de manipular de Pedro Sánchez, que no se detiene en involucrar al Rey cuando le conviene.
De todos es sabido que Pedro Sánchez es un falso, un mentiroso, un defraudador de tesis doctorales, un autor de libros que escriben otros, un insaciable depredador en su beneficio y placer del dinero público, un hortera nuevo rico, un inmoral –más bien, amoral–, capaz de pactar con los que quieren destrozar a España para seguir en la Presidencia del Gobierno de España. Un vendedor de feria y un tramposo que fue expulsado de su propio partido por ocultar urnas y votos falsos. Un fantoche. Todo eso y mucho más. Pero lo peor es su catadura. Es una mala persona. Y caerá. Pero no se puede seguir desde el balido de los corderos acudiendo a sus convocatorias infectadas.
Cuando se gobierna con los asesinos, o sus herederos, o sus partidarios, no se puede organizar un homenaje a una víctima de los asesinos, de sus herederos o de sus partidarios.
Ojalá el test del Rey ofrezca un resultado positivo. Una breve y leve presencia del covid durante veinticuatro horas.

Más de Alfonso Ussía​

 

Un millón​

El año que viene va a ser la monda. Y no me pierdo la carrera de Tacones
11/07/2022Actualizada 09:08
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Se dice que un millón de personas han coloreado Madrid durante la temporada LGTBIQ+. No me extraña. A cada inicial añadida, más multicolores convocados. Empezó como «Orgullo Gay», pasó a LGT, se sumó la B, posteriormente la I, y el signo de +, y para el año que viene se esperan más iniciales para llegar al millón y medio de visitantes.
Irene Montero desea añadir a la futura convocatoria las iniciales WNYF, de tal modo que quedaría el movimiento tuttifrutti de esta manera. LGTBIQWNYF+. Las últimas iniciales homenajean a Washington, Nueva York y el avión «Falcon», imprescindibles para ensanchar lo que, durante mi infancia, juventud, madurez, primer otoño, otoño completo y aviso de invierno se reducía a dos posibilidades. El pitilín y la huchita.
No entiendo mucho de esto, pero intuyo que la inclusión del «más» (+) es consecuencia del nuevo partido de Yolanda Díaz «Sumar», tan concienzudamente programado por las cinco mujeres más imprescindibles de España. Yolanda Díaz, Ada Colau, Mónica García, Fátima Ahmed, y la fundamental Mónica Oltra, de la que todas sus compañeras están pendientes por lo mal que lo está pasando. Cuando vi las imágenes de su caudaloso sollozo durante el traspaso de poderes, no pude controlar el flujo de mis lágrimas. Me emocionó la tristeza de esa mujer al verse privada de su vocación vital. Servir a los demás haciendo el bien. Si Yolanda Díaz fuera tan bondadosa como quiere aparentar lo que no es, le encomendaría a Mónica Oltra la máxima representación y responsabilidad de «Sumar», haciéndose ella a un lado para permitirle el paso hacia la avanzadilla del progreso a quien ha entregado su vida al bienestar de las menores encomendadas a su tutela, y a combatir a los tuteladores que abusaban de las niñas, aunque fueran de la familia, no las niñas, sino los tuteladores.
Este año, por compromisos previamente adquiridos de imposible cancelación, me he visto privado, una vez más, de asistir a la competición deportiva LGTBIQ+ más importante del año. La Carrera de Tacones. Deploro el escenario elegido, que no reúne las condiciones. Esa carrera, famosa en el mundo entero –este año ha participado el vencedor de la prueba en los Juegos Olímpicos LGTBIQ+, y por ende, medalla de oro, el botsuanés Finú Mamé–, demanda un estadio con gran capacidad de público, y no una calle con los aficionados apiñados en las aceras. La prueba final, superadas las eliminatorias, dio como resultado el que se esperaba por la prensa especializada. Medalla de Oro y Copa LGTBIQ+, Finú Mamé (Botswana, y no Botsuana como escriben ahora). Medalla de Plata y Trofeo Marlaska, El Quetzal Irisado (Guatemala), y Medalla de Bronce y Copa Chueca, Guillaumenin Cul Frappé (Burdeos, Francia), que es la gran esperanza para la carrera del año que viene. Sus taconeos finales, surush final como se dice en las carreras de caballos, es impresionante, si bien en la presente edición, atacó excesivamente tarde y fue superado por dos tangas por Finú Mamé y el Quetzal Irisado, que compite con máscara y esconde su identidad, porque no ha salido del armario, que no es lo mismo salir del armario en Guatemala que en España.
Un millón de visitantes y una deliciosa fiesta sexoecológica que ha dejado tiradas en las calles de Madrid decenas de toneladas de basura. El año que viene va a ser la monda. Y no me pierdo la carrera de Tacones.
Más de Alfonso Ussía
 

El horadado​

Sánchez necesitará un océano de por medio para sentir sus nalgas libres de patadas y sus oídos de insultos, imprecaciones y otras lindezas verbales
12/07/2022Actualizada 09:13
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Ha vuelto a soltar una mamarrachada. No se recomienda enfadarse o disgustarse con él. «Hoy España y Euskadi son dos países libres». Delante del Rey. Creo que nos hemos equivocado con Sánchez, al que anteayer califiqué de mala persona. Las encuestas le auguran un viaje sin retorno a un paraíso fiscal o una dictadura comunista que le ofrezca albergue. Sánchez sabe que, perdida su condición de presidente del Gobierno, no podrá disfrutar del retiro de un ciudadano libre. Le preguntaron a Cánovas a qué se dedicaba cuando alternaba las presidencias del Gobierno con Sagasta. «Descanso, visito librerías, paseo por El Retiro y espero que me llame el Rey para sustituir a Sagasta». Sánchez no visitará librerías de viejo porque jamás ha entrado en alguna de ellas. Y no podrá pasear por el Retiro. Hasta los jubilados que juegan a la petanca intentarían darle un bolazo en la chochola. Sánchez, en España, y después de arruinarla política, social y económicamente, no encontrará la tranquilidad del EX. Algunos enterados saben ya su destino. La República Dominicana. Cuba y Venezuela no le convencen. Gobiernan los comunistas. Y las Islas Vírgenes, o Mónaco, o Liechtenstein, o Andorra, tampoco. En las Islas Vírgenes los millonarios fugados de sus países de origen se mueren de aburrimiento. Y Mónaco, Liechtenstein o Andorra están muy cerca de España. Necesitará un océano de por medio para sentir sus nalgas libres de patadas y sus oídos de insultos, imprecaciones y otras lindezas verbales. La generosa y olvidadiza memoria ovina de los españoles borró los desmanes de Zapatero. Y fue respetado cuando abandonó el Gobierno con España en la quiebra. Pero Sánchez ha superado sus fechorías. Y tengo entendido que no tendrá en su futuro problemas para llegar a fin de mes.
Un buen susto me llevé en Comillas en la tarde del pasado sábado. Como es sabido, aquí se valora exageradamente una obra de Gaudí, «El Capricho». El Capricho de Gaudí, aunque existe un movimiento cultural que pone en duda la autoría del proyecto. Lo cierto es que Gaudí no se dignó visitar Comillas ni un solo día para interesarse por la construcción de su multicolor desacierto. Me cegó el rojo carmesí del vestido de una invitada a una cena en El Capricho. Yo me hallaba muy cerca, en Fuente Real. Una rubia muy sonriente vestida de rojo chillón, medias blancas y zapatos de tacones bastante empinados. Cena con bogavantes. Ella, la vicepresidenta primera del Gobierno del Horadado, Nadia Calviño, se convirtió en la reina de la fiesta. Y como era la vicepresidente del Gobierno, repitió bogavante, ante la envidia del resto de los invitados. Y bailó. Porque España está como para que baile la vicepresidente económica del Gobierno. El Horadado definiendo a España y Euskadi «como dos países», y la vicepresidenta económica del Gobierno bailando en Comillas.
Esta gente vive con la desvergüenza horadada. Están llevando a España –con «Euskadi» incluido, porque lleva 700 años siendo España–, a la quiebra. En millones de hogares españoles, los precios de la luz, el gas y la gasolina han quebrado sus vacaciones. No llegan a fin de mes. Todo son impuestos y ocurrencias. Pero nos sobra el dinero para mantener con 600 euros mensuales a los que llegan de otros países y no han cotizado ni un solo día a la Seguridad Social que les atiende y ampara. Tenemos dinero para que Irene Montero y sus gorronas gasten más de 250.000 euros en un viaje de placer. Tenemos dinero para subvencionar chiringuitos socialistas, comunistas, podemitas y separatistas. Pero España empieza a advertir a los españoles que la bonanza está próxima a su fin. Y estos personajes, despedazándola y arruinándola. La culpa la tiene el presidente del cerebro horadado. Pero mucha responsabilidad cae sobre la rubia danzarina del Capricho de Gaudí, vicepresidente de la Economía española o de su ruina, gran degustadora de bogavantes y felina movedora del esqueleto bajo el vestido carmesí de su noche comillana.
Se acerca el fin del chollo, criaturas mías.

Más de Alfonso Ussía​


 

El AVE extremeño​

La ministra Sánchez-Almudena Grandes ha inventado el tren de alta velocidad lánguido y remiso, el convoy ecologista
13/07/2022Actualizada 02:29

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El paisaje que regala Extremadura podrá seguir siendo contemplado y agradecido desde el recién inaugurado AVE extremeño. En Extremadura sobreviven las dehesas más prodigiosas de España. Dehesas de encinas y de alcornoques. Sierras cerradas. Venados, gamos, jabalíes. Tierras sometidas al arado desde siglos. En el AVE Madrid-Sevilla, o Madrid-Málaga, se recorre desde Puertollano a Córdoba un tramo entre dehesas infinitas. Camino de Sevilla y procedente de Madrid se inicia el paisaje milagroso atravesando la «Garganta» del Duque de Westminster, antiguo campo de los Baviera. Pero se hace a más de 250 kilómetros la hora de velocidad, y la maravilla se escapa a las miradas detenidas. De ahí, que la ministra de Transportes Raquel Sánchez-Almudena Grandes, haya recapacitado. El AVE extremeño, como ella lo denomina, a través de los amplios ventanales de sus vagones, permitirá a sus viajeros gozar de las dehesas, porque para no privar a los usuarios de las panorámicas que ofrece Extremadura, la ministra Sánchez-Almudena Grandes ha prohibido a los maquinistas que superen los 89 kilómetros por hora. Los Trenes AVE –Alta Velocidad Extremeña-, a Badajoz, Mérida y Cáceres, permitirán la delicia de la contemplación del paisaje a los viajeros, como si estuvieran pisando aquella sufrida, heroica, histórica, y aventurera tierra de Extremadura.
Como escribe la extraordinaria Mónica Fernández-Aceytuno en Las 104 palabras más hermosas de la Naturaleza:«La dehesa tiene para mí el aliciente de ver cosas distintas a las que veo cada día; un gabato en la sombra, el águila calzada al sol, en el suelo las hormigas acarreando semillas más grandes que ellas, el abejaruco posado en una rama seca». Porque, en efecto, a 89 kilómetros por hora, se pueden admirar sin problema alguno los gabatos, las águilas, las hormigas, los abejarucos, las oropéndolas, los herrerillos, los rayones y las jinetas. La ministra Sánchez-Almudena Grandes ha inventado el AVE parsimonioso, el tren de alta velocidad lánguido y remiso, el convoy ecologista. Acompañó a la señora ministra en el paseo inaugural el presidente de la Junta de Extremadura, señor Fernández Vara que, durante el trayecto, no pudo sobreponerse a la emoción por sentirse protagonista del salto de Extremadura a la modernidad ferroviaria. No obstante, y a pesar de la emoción no dominada, el presidente de Extremadura no se manifestó excesivamente eufórico al término del viaje, porque el Alvia, que había partido desde Badajoz con destino Madrid a las 16: 45 horas, hizo su entrada en la estación de Atocha-Almudena Grandes con una demora de 34 minutos. Todo sea por el paisaje.
Sucede algo parecido con el tramo que cubre el Alvia desde Palencia a Santander. El presidente Revilla se puso farruco con Pepiño Blanco en tiempos del Gobierno de Zapatero. Invirtió una considerable cantidad de dinero en latas de anchoas de Santoña y Sobaos pasiegos «El Macho», y al final, no alcanzó sus objetivos. El paisaje, desde Alar del Rey hasta Santander es un prodigio de verdes enfrentados, y en la actualidad se invierte más tiempo en recorrerlo que hace quince años. Pero no supera en lentitud y parsimonia al AVE extremeño, faltaría más, y con una ventaja añadida. La estación de Santander no se llama «Santander-Almudena Grandes», lo que facilita la alegría de los viajeros al cumplir el trayecto.
Un AVE que alcanza una velocidad media de 89 kilómetros hora, sólo es capaz de inaugurarlo el Gobierno que ahora tenemos. Los extremeños tienen que sentirse agradecidos. Cada año que pasa, su tierra macha de conquistadores y navegantes, está más lejos de La Moncloa.
Y en primavera, se pueden ver sobre las copas de las encinas, los alcornoques y los árboles de los sotos, abejarucos y oropéndolas, sobre todo, cuando el tren se detiene porque se le ha estropeado el motor.

Más de Alfonso Ussía​

 

Cansancio de pompis​

El pueblo, la calle, la gente, ha interpretado como una indecente grosería que Meritxell Batet no recordara en pie al político asesinado por la ETA hace 25 años
14/07/2022Actualizada 02:22
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El desfallecimiento cular, la aplasia del nalgatorio o cansancio de pompis, ha sido la causa que ha obligado a Meritxell Batet, que preside el Congreso de los Diputados, a permanecer sentada durante el minuto de silencio que improvisó –bien improvisado–, Cuca Gamarra durante el debate del estado de la nación en recuerdo de Miguel Ángel Blanco. La gente ha interpretado mal su gesto. Meritxell Batet fue bailarina en su juventud. Era como una alondra con la cresta rizada. No alcanzó el alarde y donaire de las grandes bailarinas, pero no desentonaba en el montón de las segundonas. En más de medio centenar de ocasiones formó parte de la bandada de cisnes blancos en El lago de los Cisnes de Piotr Illich Tchaikovski. Como toda obra de arte rusa,El lago de los Cisnes parece no tener fin. Asistí a una representación en el Teatro Marinsky de San Petersburgo, a cargo del Ballet del Bolchoi moscovita. Jamás he presenciado agonía más larga, dolorosa y prolongada que la del cisne negro, mientras los cisnes blancos danzan y mueven las alas a su alrededor. El esfuerzo que se exige durante tan interminable agonía a los músculos del glúteo es demoledor, más aún en la versión catalanista El llac dels dignes, donde hay que sumar a la ya agotadora aportación del culo, la melancólica interpretación del cisne catalán. Y Meritxell nunca ahorró esfuerzos, y hoy en día, en plena juventud madura, está pagando las consecuencias de sus extralimitados movimientos. La primera bailarina rusa, Natacha Nutkestova, se vio obligada a retirarse de los escenarios al sentir que los músculos del antifonario no respondían a los mandatos de su cerebro. Eso mismo le sucede a Meritxell. En determinados momentos, cuando lleva más de dos horas sentada en la presidencia del Congreso de los Diputados, se le atrofian los músculos de las posas o cachas, y no puede incorporarse.
La excesiva exigencia física de los bailarines y deportistas siempre termina por pasar factura. Se retiran y engordan con desmedida. Meritxell, no obstante, se mantiene aparentemente bien, con cinturilla avispera y el cuerpo ordenado en su distribución carnal. Se casó con el político montañés del PP, Lasalle, acomplejado y plomo, y ahora cohabita con el anterior ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, que a pesar de ser de Osuna –Sevilla– es casi tan antipático como su anterior esposo. Se dice en el mundo de la Judicatura que un día del mes de mayo de 2007, y se ignora el motivo, Juan Carlos Campo sonrió.
El pueblo, la calle, la gente, ha interpretado como una indecente grosería que Meritxell Batet no recordara en pie al político asesinado por la ETA hace 25 años, y por el resto de los inocentes –cercanos a los mil–, que fueron sacrificados por los socios que apoyan a Pedro Sánchez para seguir gobernando, y por ende, a Meritxell Batet. Creo que mi somera explicación e interpretación científica puede ayudar a aclarar su, en apariencia, incalificable postura. El desfallecimiento cular, la aplasia del nalgatorio o el cansancio de pompis, consecuencia de sus años de bailarina de El llac dels dignes. Porque, en efecto, de no ser por ese motivo de imposibilidad física, tendríamos sobrada razón para calificarla de indecente, grosera, inhumana y miserable.

Más de Alfonso Ussía​

 

Chinchada y rabiosa​

En los veraneos donostiarras, en la bajamar, jugábamos en la esquina occidental de la playa de Ondarreta, la del malecón de Igueldo, y mi apodo futbolístico «el Quisquilla de Ondarreta» tuvo una larga vigencia no exenta de reconocido prestigio
15/07/2022Actualizada 02:05
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El formidable Luis Ventoso, irónico gallego con matices británicos, cuando se refiere a Sánchez lo hace como el Doctor. Doctor en nada, porque su tesis la escribió otro, la plagió el de más allá y la corrigió un tercero que suspendió en Gramática en el colegio. Pero resulta mucho más efectivo, elegante y cruel denominarlo el Doctor que aplicándole otros y justos calificativos.
En mi infancia, se usaba un modelo de recochineo insultante a los perdedores. «Chincha y rabia». Molesto e hiriente en grado sumo. Finalizado el partido final del campeonato de fútbol de Pequeños en el Colegio del Pilar, y en cuyo encuentro se proclamó campeón el equipo de mi clase, al observar que el capitán adversario lloraba compulsivamente por la derrota, en lugar de acudir a ofrecerle consuelo, le susurré un «chincha y rabia, nena», que le sentó muy mal. Yo quedé satisfecho con mi ineducado desahogo, y mi adversario, mínimamente complacido al arrearme un sopapo que todavía me duele. Se trataba de un mal perdedor, un tipo mimado que llegaba acompañado de sus padres a los partidos. Y los padres intervenían, protestaban y gritaban indignados cuando su niño era derribado en plena carrera o recibía una patada involuntaria. Esa dependencia paterna jamás la tuve en mi vida. Mi padre, y menos aún, mi madre, nunca asistieron a mis partidos de fútbol, gracias a lo cual, terminé jugando mejor que Kopa, y posteriormente, adelantándome dos decenios al fútbol vertical de Netzer.
En los veraneos donostiarras, en la bajamar, jugábamos en la esquina occidental de la playa de Ondarreta, la del malecón de Igueldo, y mi apodo futbolístico «el Quisquilla de Ondarreta» tuvo una larga vigencia no exenta de reconocido prestigio.
La inesperada, fulgurante y sentida conversión del Doctor al podemismo, ha dejado sin espacio político a Yolanda Díaz, también conocida como «la Sobona de Fene». Fene es su lugar de nacimiento, localidad inmersa en la provincia de La Coruña, con una población algo superior a los 13.009 habitantes, es decir, con una población de 13.010 feneses. El fenés, por lo normal, es listo y avispado, si bien se han dado excepciones muy deprimentes, y no hay que ir muy lejos para hallar algún ejemplo. Su plan de aglutinar a las izquierdas del PSOE se ha visto malogrado cuando el Doctor ha violado y colonizado su espacio para mantenerse en la Moncloa. Ese abrazo a las porquerías y cuchufletas podemitas, ha constituido una bofetada directa a doña Yolanda, que no sabe rodearse. No es la más lista de Fene, y comenzó su andadura eligiendo como compis del proyecto a una procesada valenciana, una alcaldesa barcelonesa que ha llevado a su ciudad a un nivel subalterno, a una anestesista madrileña que pincha mal, y a una ceutí que sueña con entregar Ceuta a Mohamed. Pero está demostrado que los de izquierdas votan sin reparar si los votados son inteligentes o tan tontos como ellos. Y eso lo ha sabido aprovechar el Doctor, o alguno de sus asesores, o de sus amigos, o de su familia, o de sus escoltas, o de Biden. La expresión de la rubia teñida de Fene cuando Sánchez anunció su pertenencia a Podemos, fue para enmarcarla. Como preguntándose: «Y ahora, ¿qué hago?».
Pues nada, monina. Chincha y rabia.

Más de Alfonso Ussía​

 

Susto de la fregona​

La ruina de España está presente y las próximas elecciones no tan lejanas. Soltar a Puigdemont puede resultarle muy negativo a Sánchez. En el caso de que la Fregona sea extraditado a España, cualquier decisión que no sea la del respeto y pleno apoyo al Estado de Derecho le puede acarrear disgustos y problemas
16/07/2022Actualizada 01:10
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El magistrado del Tribunal Supremo don Pablo Llarena no ceja en su valiente defensa de la victoria del Estado de Derecho sobre la excremental justicia politizada. Nos representa a decenas de millones de españoles. Hasta el siniestro abogado de la Fregona del Maletero y antiguo colaborador de la ETA en el secuestro de don Emiliano Revilla, Gonzalo Boye, ha reconocido su preocupación. El abogado General del Tribunal de la Unión Europea afirma que no se puede negar la ejecución de una euroorden si no se demuestran deficiencias sistémicas en el país emisor. Falta que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dicte sentencia y sitúe, al fin, en el núcleo del ridículo, la injusticia y el escándalo a la justicia belga. Las probabilidades son muchas de acuerdo al susto que se han llevado los delincuentes fugados Puigdemont y Puig, su abogado, y el propio Presidente de la Generalidad de Cataluña, Aragonés, que ha anunciado una inmediata petición de indulto a Sánchez para todos los golpistas cobardes que no se atrevieron a enfrentarse a la ley. Al menos, los golpistas irregularmente indultados por Sánchez han conocido brevemente las ventajas e inconvenientes que conlleva el alojamiento gratuito en los establecimientos penitenciarios. Algunos de ellos engordaron por la buena alimentación y el escaso ejercicio físico.
No albergo dudas al respecto. Sánchez concederá el indulto a la Fregona del Maletero, y a Puig, y al resto de los delincuentes fugitivos. Por indultar, es muy capaz de hacerlo también con Anna Gabriel, un caso único de pánico a los tribunales de justicia. No estaba acusada de nada, y se fugó a Suiza, no a Cuba, a Ginebra, no a Caracas o La Habana, y sobrevive en la Confederación Helvética con un dinero generoso que nadie sabe de dónde viene. Como Marta Rovira, otra heroína catalana, también en Suiza, aquel humilde y calvinista país cuyo único héroe en la ficción, Guillermo Tell, estaba como una cabra. Ahí, la opinión de Foxá: «Suiza, siglos de neutralidad, cobardía, paz, prosperidad con el dinero ajeno, y una sola creación merecedora del elogio universal: El reloj de cuco». Se dice que en Suiza, lo más divertido que puede suceder en una cama, es que se caiga el edredón al suelo, lo cual no me extraña ni en Marta Rovira ni en Anna Gabriel.
Pero quizá Sánchez se lo piense. La ruina de España está presente y las próximas elecciones no tan lejanas. Soltar a Puigdemont puede resultarle muy negativo. En el caso de que la Fregona sea extraditado a España, que ahora parece más próximo y probable, cualquier decisión que no sea la del respeto y pleno apoyo al Estado de Derecho le puede acarrear en el futuro disgustos y problemas. Los superará, porque cuando la justicia española entre en acción, Sánchez y su familia ya habrán instalado su hogar fuera de España, en un país amigo de Podemos, su nuevo partido político.
Los españoles tenemos muy recientes en nuestra memoria las imágenes violentas del Golpe de Estado catalán, los ataques a la Constitución y el Estado de Derecho, los desprecios al Rey y su formidable reacción, la sarta de mentiras y falsedades, amén de robos y apropiaciones indebidas de dinero público de esa pandilla de sinvergüenzas. Intentará convencer al PP de Feijóo para que apoye el indulto de doña Fregona. Pero no está el PP para perder en una acción todo lo que ha ganado desde que se fueron Casado y el lanzahuesos. No, fácil no lo tiene.
Y la Fregona con un susto que no se lo puede quitar de encima.

Más de Alfonso Ussía​

 

Lady Bildu​

La ventaja de Merche Aizpurúa es que no hay ningún parlamentario en España que pueda ser comparado con Churchill
17/07/2022Actualizada 04:20
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Lady Ashtor, de muy buena familia londinense, propietaria de una preciosa casa en la plaza de Belgravia, donde se reúnen todas las grandes embajadas ante el Reino Unido –la embajada de España destaca sobre el resto–, fue además de una brillante parlamentaria, enemiga contumaz de Churchill. Lady Ashtor lo tuvo casi todo. Inteligencia, cultura, agudeza, dinero, y más conchas que un galápago, pero le falló la belleza. Y en Inglaterra, las feas de buena familia terminaban por militar en las izquierdas, como en España. Churchill era un inglés muy particular. Le gustaba comer bien y regarse durante el café con una generosa copa de «Armagnac». Una tarde llegó al Parlamento algo confuso de andares y Lady Ashtor aprovechó la ocasión.
–Señor Churchill, me ha decepcionado. Aunque sus ideas y las mías nada tengan que ver, su señoría es también mi héroe. Pero hoy he confirmado mis sospechas. Además de mi héroe, usted es un borracho.
Churchill replicó:
–Y usted es fea, mi querida Lady Ashtor. Mi problema se supera con una buena siesta. El suyo, no tiene remedio.
Pero Lady Ashtor era dura como el corindón, y mantuvo el tipo.
–Señor Churchill, si yo fuera su mujer, mañana le pondría cianuro en el café.
Y Churchill remató:
–Y si yo fuera su marido, me lo bebería.
Churchill envidiaba a España en cinco aspectos. «La luz, el Mediterráneo, la gastronomía, las mujeres y el Real Madrid». Sir Winston era forofo del Arsenal o del Chelsea, que me da pereza comprobarlo. Y sus críticas gastronómicas eran terminantes. Cuando se inauguró, inmediatamente después de la Guerra Mundial, el restaurante «Le Coq D´Or» de Londres, su comentario no terminó de gustar a los propietarios del local: «Si la sopa hubiera estado tan caliente como el vino, el vino hubiera tenido tantos años como el pavo, y el pavo hubiera ofrecido similar pechuga que la de la camarera, le daría un aprobado».
He dado, ignoro el motivo, más protagonismo a Churchill que a Lady Ashtor en este preámbulo, cuando en realidad es nuestra Lady Ashtor la que me interesa. Me refiero a «Lady Bildu», Merche Aizpurúa, la hortensia de Usúrbil. En España hay cuatro mujeres que vicepresiden el Gobierno. Nadia Calviño, en Asuntos Económicos; Yolanda Díaz, la que suma y le salen restas, ministra de Trabajo y Economía Social. Teresa Ribera, la enemiga de Caperucita y gran defensora del Lobo Feroz, y Merche Aizpurúa, que es la que manda sin necesidad de ser vicepresidente del Gobierno. Tiene muchas cosas en común con Lady Ashtor, si bien la segunda jamás militó, amó, y fue condenada a un año de prisión por apoyar el terrorismo. Fue periodista antes que vicepresidente in pectore del Gobierno de España, y escribió en los medios más despreciables del periodismo español, Punta y Hora, Egin y Gara, del que fue directora. Hoy es la principal redactora de la llamada «Memoria Democrática», y Sánchez está encantado con ella, porque, al fin, ha demostrado que los terroristas de la ETA eran unos chicos, quizá precipitados pero no malos, y las casi mil víctimas inocentes asesinadas por esos chicos –más de veinte niños, entre ellas– no merecen ningún tipo de consideración. Y tampoco coincide con Lady Ashtor en el atractivo físico. Doña Merche es más atractiva, con esa boca de rubí, esos dientes de marfil, esos ojos embaucadores, esa voz de patrón de barco de pesca de Bermeo, y esos gráciles andares que, por sí solos, justifican su éxito político.
Su ventaja es que no hay ningún parlamentario en España que pueda ser comparado con Churchill. Le dicen cosas, pero no pasan de ahí. Porque lo tienen tirado. Hace pocos días, sus amigos a un paso estuvieron de linchar en la calle al alcalde de Pamplona. Pero los hombres somos así de blandos y caritativos. Ante la belleza, nos desmoronamos. Y aguantamos los que nos echen.
Más de Alfonso Ussía
 

El 18 de Julio Rodríguez​

Porque el 18 de julio a secas lo confunden miles de jubilados de izquierdas con la Paga Extraordinaria, y miles de jubilados de centro y derechas, también. Era la paga, instituida por Franco, para ayudar a las familias modestas
18/07/2022Actualizada 01:15
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Para eliminar todo vestigio franquista, los ministros de Podemos y los socios de Bildu-ETA y separatistas catalanes, han decidido que el 18 de julio de 2022 sea el último 18 de julio en el calendario español. A partir del año que viene, al igual que la Estación de Atocha-Almudena Grandes, el 18 de julio se denominará 18 de Julio Rodríguez, en homenaje al apuesto exgeneral de Podemos. Los generales y los almirantes, aunque retirados, mueren siendo generales y almirantes, con la sola excepción de Julio Rodríguez, al que todos sus compañeros le anteponen el «ex» para no sentirse deshabitados en sus ánimos. Es decir, que en una muestra más del desarrollo político-social de España, el día 18 de Julio Rodríguez será el anterior al 19 de julio, y el posterior al 17 de julio mientras permanezca en el poder nuestro actual Gobierno de gamberros, traidores y defensores de asesinos, amén de cuchufletas, fantoches y caganidos.
Considero que la medida puede incluirse en el gran diploma de los aciertos históricos. No obstante, con anterioridad a la aprobación de la norma, un grupo de historiadores del progreso, adversos a la celebración del aniversario de la batalla de las Navas de Tolosa, en la que tres Reyes españoles, el de Castilla, el de Navarra y el de Aragón, con la colaboración de tropas francesas, napolitanas y germanas, iniciaron la Reconquista de los reinos cristianos, que ultimaron más de doscientos años después, los malvados Reyes Católicos, que dicho sea de paso, se portaron rematadamente mal con Boabdil, al que no le invitaron ni a tomar una taza de té. Boabdil se llamaba en realidad Abū ‘Abd Allāh, y fueron los cristianos los que le motejaron como Boabdil, y el Zogoby, y reinó en Granada con el nombre de Muhammad XI. Lógicamente, con tantos nombres, no le pudo llegar la invitación de Isabel y de Fernando, y de ahí la confusión que ha llegado hasta nuestros días. Esos mismos historiadores serán los encargados de redactar la norma del próximo 18 de Julio Rodríguez, que intentarán obviar que el levantamiento militar contra la República Soviética de España, tuvo lugar en Melilla el 17 de julio, si bien el Gobierno republicano no se enteró hasta el 18 del singular acontecimiento.
Porque el 18 de julio a secas lo confunden miles de jubilados de izquierdas con la Paga Extraordinaria, y miles de jubilados de centro y derechas, también. Era la paga, instituida por Franco, para ayudar a las familias modestas a su mes de vacaciones, del mismo modo que la paga extraordinaria de Navidad, también franquista, se invertía en aumentar y engrandecer el prestigio de los Reyes Magos, que dejaban regalos a los niños hasta en las casas de los dirigentes clandestinos de Comisiones Obreras, porque los de la UGT estuvieron 40 años de vacaciones. Cuando se celebró el primer centenario de la creación del PSOE, el gran economista y profesor don Ramón Tamames, que militaba en el PCE, resumió el siglo del PSOE de esta manera: «Cien Años de Honradez y Cuarenta de vacaciones». Acertó en lo segundo, que no en lo primero, porque el PSOE siempre fue magistral en el desvalijamiento del dinero público y privado.
Pero lo primero es lo primero. Dado que los podemitas –Sánchez incluido–, defienden que Melilla y Ceuta pertenecen a Marruecos, no tendrán en cuenta sus historiadores a sueldo, que el Alzamiento se inició en Melilla el 17 de julio. Será el 18 el día suprimido en el calendario, si bien se podrá sustituir por el 18 de Julio Rodríguez. Sin paga asegurada, claro está.

Más de Alfonso Ussía​

 

Héroes separatistas​

La gran esperanza del separatismo catalán de Aragonès es que al menos su República supere los quince segundos, lo que supondría un aceptable dato histórico de potencia independiente
19/07/2022Actualizada 02:09

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El separatismo también cuenta en sus anales históricos con héroes inmortales. En la tarde del 23 de febrero de 1981, una canoa partió del muelle de San Sebastián rumbo a Hendaya. Entre los navegantes, un famoso portero del Athletic de Bilbao y la Selección Española. Superada la bocana del puerto de Pasajes, la costa no ofrece refugio alguno. En la cuerda del Jaizquíbel, las torres de los balleneros. Se trata de una franja costera de alto riesgo si la navegación se desarrolla a pocos metros de la rompiente. Y así lo estimó una patrullera de la Armada Española, que hizo sonar la sirena y se dirigió al barco que navegaba con riesgo rumbo a Francia. Con megáfonos les ordenaron anchar su singladura y escapar de los bajos rocosos. Los navegantes creyeron que iban a ser detenidos cuando, en realidad, lo que pretendían los marinos y marineros de la Armada era impedir su seguro naufragio. Al llegar hasta ellos, los héroes se hallaban todos en cubierta con los brazos alzados en señal de rendición. El comandante de la patrullera dominó la risa, y les soltó un regaño por su imprudencia. «Media milla más y se van al fondo. Sepárense de la costa un par de millas, y sigan su rumbo». Y gracias a nuestros marinos –que también eran los suyos–, pudieron arribar a Hendaya y escapar de quienes no les perseguían.
Por los túneles subterráneos de las cloacas barcelonesas huyó el Consejero de Interior de la recién proclamada República Catalana en 1934 por el heroico responsable de miles de ejecuciones de catalanes Luis Companys. Previamente, en 1931, proclamó la misma independencia el presidente Maciá. Companys y su Gobierno fueron encarcelados, y el último que se incorporó a chirona fue el consejero que huyó por las cloacas mientras, en la superficie, los Mozos de Escuadra entregaban sus armas a la Guardia Civil, que no disparó ni un tiro para conseguir tan loable propósito. Las Repúblicas Catalanas, y es un dato histórico y no la conclusión de un chiste, han tenido menos vigencia que el Tratado de Respeto Fronterizo Indio-Noruego, que no tuvo vigencia alguna por un impedimento geográfico. Entre Noruega y la India no hay fronteras.
Y reciente está la huida, escondido en un maletero, del vibrante Puigdemont después de proclamar su República Catalana de siete segundos de duración. La gran esperanza del separatismo catalán de Aragonès es que al menos su República supere los quince segundos, lo que supondría un aceptable dato histórico de potencia independiente.
Un reconocido y autoproclamado independentista catalán, el férreo y bravo Guardiola, y me refiero al exfutbolista de la Selección Española y entrenador del F.C. Barcelona, Bayern de Munich y Manchester City y no al cantante y autor de «Di, Papá», pedaleaba días atrás sobre una bicicleta por Manchester. Lo narra con divertida precisión Ignacio Ruiz-Quintano en ABC. A un centenar de metros, un inmigrante pedaleaba con más ímpetu con el fin de alcanzarlo. Guardiola dobló su esfuerzo y el inmigrante lo triplicó. Como buen independentista, y para no quebrar la heroicidad innata de su estirpe, Guardiola, con el rostro demudado, se detuvo y le entregó al inmigrante su bicicleta. Todo menos luchar por su propiedad rodante. El inmigrante no aceptó la entrega. Su pretensión no era robarle la bicicleta a Guardiola, sino pedirle un autógrafo. Un bello episodio de la confusión gastrointestinal.
Generalizar está feo. Pero se precisa un nuevo ímpetu guerrero en el independentismo catalán, que sólo resume su enfado en su obsesión antiespañola. No me afecta como español –y compatriota– su bravucón proceder, sino su antipática actitud. Alguien se preguntó: «¿Cuáles son los cinco libros más cortos del mundo?». Y uno que pasaba por allí, respondió:
«Ética Judía en los Negocios», «La Historia Completa del Humor Alemán», «Grandes Amantes Finlandeses», «Aristócratas de Puerto Rico» y « Hechos Heroicos del Independentismo Catalán».
Se pueden adquirir los cinco, con descuento, a través de Orinocon, la competencia de Amazon.

Más de Alfonso Ussía​

 
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