Pri, si volviese ahora tu novio ya no sería la relación que fue. Es lo que no vemos cuando estamos con esa esperanza. En nuestra cabeza, si vuelven, todo vuelve a ser como antes.
No es así. En primer lugar, tú no estarías tranquila, relajada, confiada. Estarías con miedo, ansiedad. ¿Y si hago algo y se vuelve a alejar? ¿Y si hoy hemos hablado menos es porque vuelve a tener dudas? ¿Y porqué si me quiere me ha dejado 2 meses sufriendo así y no ha hecho nada? etcétera etcétera...Tendríais dos semanas bonitas de reconciliación y luego vendrían las neurosis y las inseguridades en bucle.
Cuando pasa algo así y se retoma, se han perdido muchas cosas ya por el camino.
Por demás, a mí me parece que la psicóloga te ha ido poniendo buenas pautas para el día a día, pero que ya os habéis estancado en la terapia porque ya no da más de sí. Yo en esa parte de la terapia te hubiera dicho que siguieses con esas pautas día a día y que nos viésemos dentro de un mes, no continuar sesiones semanales o quincenales, porque ya no se puede hacer más que esperar a que el tiempo haga su trabajo, pero ella no debe tener demasiada experiencia o tablas y en lugar de entender que su trabajo llegaba hasta ahí, se bloqueado y te ha soltado una tontería de pura frustración.
Esta parte del proceso, es únicamente tuya. Ahora tu cerebro tiene que aprender a desarrollar herramientas para afrontar la pérdida, adicionalmente de las que se te han dado en la terapia. Un psicólogo en estos momentos ya sólo te sirve para dar vueltas a lo mismo. Si necesitas más desahogo, sigue con tu terapia, pero si ya has contado y analizado todo lo que tengas que contar, date un tiempo sola, escuchándote solo a ti misma. Da paseos, reflexiona, escribe, escucha música, piensa en ti, en tu vida, en tus sueños, lee mucho, explora otras facetas de ti (espiritualidad, creatividad, actividades nuevas, personas nuevas) y deja que tu cabeza por sí misma vaya haciendo su trabajo. Esta parte del proceso puede parecer un estancamiento, pero no lo es.