El hilo paranormal de Cotilleando

Hola!! Puesto que me encanta leer vuestras experiencias y yo ya tiré la piedra con que yo había vivido algunas también, os cuento!

Cómo os conté un día, yo frecuento mucho una parroquia de mi pueblo, el cual tiene una población bastante reducida en la que todas las semanas hacemos actividades con un grupo de voluntariado. Estas actividades han hecho que muchas noches tanto mis compañeros como yo debamos quedarnos hasta altas horas organizando, limpiando, etc. Pues bien yo siempre he sido muy incrédula de todo lo paranomal hasta que el año pasado comencé a venir al voluntariado.

Además de lo típico que os podría contar, pasos, ruidos, silbidos, etc puedo destacar algunas cosas que son sobre todo las que me han hecho cambiar mi forma de pensar:

1) Una noche, cuando todos estábamos cogiendo las cosas para irnos, junto con el abrigo de una compañera en un banco donde no había nada cuando dejamos las cosas, apareció una caja de juguetes muy antigua, de hecho ninguno de nosotros que oscilamos edades de los 15 a los 60 supo identificar su fecha ni le resultaba familiar. Dentro había juguetes de porcelana antiquísimos.

2) Otro día, cuando estábamos limpiando y recogiendo sobre las 3 de la mañana se oyó llamar 3 veces en la puerta principal de la iglesia al abrir, no había absolutamente nadie, solo entró una ráfaga de aire fuerte. Es imposible que alguien llamase y saliese corriendo puesto que la parroquia esta como en algo parecido a un descampado, es lejana al núcleo de población principal.

3) La tercera, y aunque contare más según me vaya acordando estos días, es para mí la más particular. Teniendo en cuenta que en mi pueblo nos conocemos abolutamente todos, porque tiene muy poca población, un día mientras teníamos la parroquia abierta, entró a rezar una anciana la cual yo no conocía y consulté con el resto y la respuesta fue la misma. Nadie la había visto nunca ni era familia de nadie, simplemente pensamos que sería alguien que pasaría el finde allí o familiar de algun vecino. La mujer muy simpática, nos dijo que era muy devota de Santa Luisa, que da nombre a nuestra parroquia y cuya imagen se exhibe en una de las capillas. Mi compañero se acercó a ofrecerle una estampa de ella, la cogió se despidió y se fue. Acto seguido se oyó un ruido en la sacristía, habia caído una caja de la estantería de la que salió solamente una figurita de Santa Luisa. Desde entonces la tenemos expuesta en esa capilla.

Perdonad por la turra pero me encanta leer vuestras experiencias, por lo que aquí tenéis algunas de las mías!1
Ai prima, lo de la cajita me ha dejado helada!!!

Con el punto 3, me has recordado una experiencia muy similar que viví.

Vivo en un pueblo MUY pequeño, no llegamos a 4.000 habitantes, más o menos nos conocemos todos o ni que sea nos tenemos vistos.

Pues una noche (sobre las 10 de la noche) estaba con una amiga sentada en el portal, cada una mirando hacía un lado de la calle y hablando, y de golpe, apareció de la nada una mujer muy mayor (unos 80) con un aspecto que llamaba mucho la atención (muy alta, esbelta, con un moño de pelo largo gris) con un perro que llamaba aún más la atención que ella (un doberman muy grande). No la vimos venir por ningún lado, simplemente de golpe pasaba por delante nuestro.

Su forma de andar, que no sé como describir-lo, pero en plan "levitando" (obviamente no levitaba, si eso hubiese pasado a mi me da un infarto), no sé, una forma de andar curiosa. Y el perro nos miró, pero no como miro un perro, si no que realmente se nos quedó mirando.

La mujer muy amable nos dijo buenas noches y siguió por la calle como si nada.


Lo dicho, en un pueblo tan pequeño y que nos tenemos todos vistos, una señora tan "curiosa" con un perro tan característico, si fuese del pueblo la hubiésemos notado más veces o alguien más la habría visto. Nada, misterio absoluto.

Es que lo pienso y me dan "escalofríos" aún de lo raro que fue.
 
1) Una noche, cuando todos estábamos cogiendo las cosas para irnos, junto con el abrigo de una compañera en un banco donde no había nada cuando dejamos las cosas, apareció una caja de juguetes muy antigua, de hecho ninguno de nosotros que oscilamos edades de los 15 a los 60 supo identificar su fecha ni le resultaba familiar. Dentro había juguetes de porcelana antiquísimos.

Me encantaría verlos prima, ¿no tendrás alguna foto!! 🙏✨

..y por curiosidad, ¿quién se los quedó?? ...

(...yo, por muy bonitos que fueran, no me los habría llevado ni loca ... 🙊)

2) Otro día, cuando estábamos limpiando y recogiendo sobre las 3 de la mañana se oyó llamar 3 veces en la puerta principal de la iglesia al abrir, no había absolutamente nadie, solo entró una ráfaga de aire fuerte. Es imposible que alguien llamase y saliese corriendo puesto que la parroquia esta como en algo parecido a un descampado, es lejana al núcleo de población principal.

Qué miedo!!!... 🙈🙊

3) La tercera, La mujer muy simpática, nos dijo que era muy devota de Santa Luisa, que da nombre a nuestra parroquia y cuya imagen se exhibe en una de las capillas. Mi compañero se acercó a ofrecerle una estampa de ella, la cogió se despidió y se fue. Acto seguido se oyó un ruido en la sacristía, habia caído una caja de la estantería de la que salió solamente una figurita de Santa Luisa. Desde entonces la tenemos expuesta en esa capilla.

Como con la cajita de juguetes, ¿no tendrás foto de la figurita que se cayó??

Perdonad por la turra pero me encanta leer vuestras experiencias, por lo que aquí tenéis algunas de las mías!1

Turra NINGUNA prima!!

Todo lo contrario!!! creo que a tod@s l@s que estamos aquí nos encanta leer estas experiencias!! ❤️
 
..Prima, te importaría compartir la broma??? 🙏🙏🙏
Él era una persona muy bromista y se escondió y me asustó, aparte q se puso a mover unas maracas y claro....imagínate...😅 Y ya escuché su risa🥹 y me dijo: te he asustado, eh? Y le dije tú cómo siempre 🙄🙄.

Tengo q decir q estaba en una casa y al final de un pasillo había un espejo , él se asomaba y se quitaba en cuanto miraba ( yo no sabía quién era) al acercarme se escucharon las maracas y se movían ' solas'.
 
Os cuento lo que me ha pasado a mí un par de veces y ya dejo de acaparar.
No es nada como lo que contáis pero a mí me agobio una temporada.
Nos veníamos de casa de mis padres para mi casa, en diferentes comunidades.
Bien. Pues un vecino de casa de mis padres con el que tenían amistad vino a despedirlos. Me metí en el coche y me empezó a oler a muerto. Tal cual
Como os digo veraneaba en el pueblo de mis padres y allí, de vez en cuando, había algún bicho muerto, con lo cual reconocí el olor a la primera.
Se lo dije a mi marido y lo tomó a broma. El olor persistió hasta que atravesamos el túnel que une Asturias con Castilla-León.
Yo seguía mosqueada y mi marido tomándolo a broma.
Al día siguiente nos enteramos de que aquel vecino había muerto.
La siguiente vez que me pasó, con otra persona al darle dos besos, mi marido ya no se rió. Hizo bien
No me ha vuelto a pasar, por suerte
Los pelos como escarpias al leerte.
 
Bueno, ahí va mi historia. Para dar un poco de contexto, cuando yo tenía aproximadamente 8 años, mi madre alquiló una casa que estaba medio abandonada. La alquiló a los dueños a un precio reducido a cambio de reformarla ella misma, y así fue.

Voy a intentar explicar bien cómo era la distribución de esta casa, ya que es relevante para la última vivencia. La casa originalmente tenía un jardín delantero grande y un patio de tierra y árboles también bastante amplio. Al patio se podía acceder originalmente por ambos lados de la casa, es decir, el terreno era un cuadrado y la casa estaba en el centro. Una de las reformas que hizo mi madre fue cerrar esos accesos laterales. En un lado construyó una habitación de juegos bastante grande, y en el otro, la cocina. Así, las habitaciones que originalmente daban al exterior, ahora tenían ventanas que daban a la cocina o a la habitación de juegos. Estas ventanas tenían persianas de cristal y, además, una reja de metal por fuera.


Mi habitación tenía dos ventanas: una que daba a la cocina y otra al patio. Para llegar a mi cuarto había que recorrer un pasillo relativamente corto. En ese pasillo estaba mi puerta y la de mi madre, frente a frente. Luego, hacia afuera, estaba el baño y otra habitación, también enfrentadas. Y después estaba el comedor, que tenía un ventanal enorme que daba al jardín. Desde ese ventanal se podía ver el pasillo, por lo que también se veía desde mi puerta.

Pues bien, en esta casa me pasaron varias cosas muy extrañas. Iré de la más suave a la que considero la más impactante.

  • A veces empezaba a oler a rosas muy, muy fuerte en algún punto de la casa. Otras veces olía como a algo podrido, similar a cuando las flores se descomponen. No era como si viniera de fuera, ya que el olor se concentraba en puntos específicos de la casa, como si hubieran echado ambientador, pero obviamente no era lo que pasaba.

  • En la zona en la que vivíamos era relativamente frecuente que se fuera la luz. Aunque no le tenía miedo a la oscuridad en sí, no podía estar en esa casa cuando se iba la luz y era de noche. Sentía un miedo irracional y un malestar físico, pero con salir a la calle ya me sentía mejor.

  • Una vez, durante uno de estos apagones, estaba con un grupo de amigos en la entrada de la casa, pero uno de ellos me pidió prestado algo. Honestamente no recuerdo qué era, pero ese no es el punto. La cuestión es que yo obviamente no quería entrar a la casa, pero al final, después de tanto insistir, le dije que sí, pero que me acompañara. Entramos a mi habitación, y mientras buscaba en el armario lo que necesitaba, de pronto sentí como si alguien me cogiera del brazo desde dentro del armario y me diera un tirón hacia adentro, haciéndome perder el equilibrio. Salí corriendo y gritando como loca. Uno de mis amigos, para quitarle importancia al asunto, trató de hacerme creer que habían sido ellos, pero yo sabía que no. Solo habíamos entrado dos personas, y cuando salí corriendo, todos los demás seguían afuera; no faltaba nadie, ni nadie salió detrás de mí.

  • Casi nunca estaba sola en esa casa, pero las pocas veces que me quedé sola, las llaves del gas de la cocina se abrían solas.

  • La última vivencia, la más impactante, me ocurrió cuando tenía 10 años. Sé que va a sonar a película de terror, pero os juro que todo lo que voy a contar sucedió. Estaba en mi habitación, ya era de noche y faltaba poco para irme a dormir. De hecho, mi madre ya estaba acostada en su habitación. A mí me gustaba escuchar música con una pequeña radio que tenía sobre la cómoda, y como siempre, estaba escuchando música tranquilamente, cuando de pronto el volumen de la radio empezó a subir y bajar solo. No era de manera brusca, pero subía, y yo lo bajaba, y así varias veces. Yo, ya medio preocupada porque no entendía qué pasaba, desconecté la radio porque me asusté. (No, no empezó a sonar desconectada, jeje). La cuestión es que, justo después de desconectarla, escuché que golpeaban la ventana que daba al patio. Yo estaba parada al lado opuesto de la habitación y no entendía nada, porque era el patio de la casa y no debería haber nadie afuera a esas horas. Aun así, sin comprender qué estaba pasando, me acerqué a la ventana para asomarme (tenía una cortina gruesa que no me dejaba ver). Justo cuando llegué a la ventana, golpearon en la otra ventana, la que daba a la cocina, lo cual me desconcertó aún más, ya que para llegar de una ventana a la otra desde fuera no era algo que se pudiera hacer en segundos. Ahí sí que me asusté mucho y pensé: "me voy de aquí". Pero cuando iba a abrir la puerta de mi habitación, volvió a sonar el golpe en la ventana, y ya aterrorizada, salí al pasillo.

    La casa estaba oscura, y mi intención era tocar la puerta de mi madre (su habitación estaba justo enfrente de la mía). En ese momento, no sé por qué, sentí que debía mirar hacia el comedor. Y ahí, "parada" en medio del comedor, vi la silueta de algo. Digo "algo" porque, honestamente, no puedo recordar con exactitud si era un hombre, una mujer, un animal o qué demonios era, pero sí que era grande y oscuro. No se veían rasgos, solo una silueta oscura a contraluz. Ahí ya me asusté del todo e intenté abrir la puerta de la habitación de mi madre, que nunca solía cerrar, pero estaba cerrada. Empecé a llorar y a gritar desesperada. Después de unos segundos (que para mí fueron eternos), mi madre abrió la puerta, me abrazó y cerró la puerta de nuevo. Esto lo he hablado con ella varias veces, y siempre me dice que no sabe por qué hizo eso; simplemente fue su instinto. No me preguntó qué pasaba ni salió a ver qué había fuera, su instinto fue cogerme, meterme dentro y cerrar la puerta. Aclaro que ella no vio nada, solo me vio llorando en la puerta. Y, por cierto, la puerta NO estaba cerrada, pero yo no pude abrirla desde fuera.

    Lo más fuerte viene ahora: al poco tiempo de cerrar la puerta, mi madre dice que escuchó algo afuera, pero como estaba ocupada intentando calmarme, no le prestó mucha atención (honestamente, esto no lo entiendo, jeje). Como ya era hora de dormir y yo no quería separarme de ella, me acostó con ella en su cama. Mi madre dice que yo no decía nada, solo lloraba desconsoladamente y no quería soltarla. Lo más impactante es que, al día siguiente, cuando mi madre se despertó, había en la puerta de la habitación unas marcas, como si alguien la hubiera arañado. Eran como las marcas que dejan un gato o un perro cuando arañan una puerta, pero mucho más grandes y a una altura considerable. Además, no teníamos animales.

    A raíz de esto último (y de otras cosas que me enteré después que le habían pasado a otras personas en esa casa, aunque ninguna tan fuerte como la mía), mi madre recurrió a una señora que era medio bruja o algo así. La verdad, no sé el término correcto. Lo que sí recuerdo es que vino a la casa y esparció humo por toda la casa. A mí, en el patio, me hicieron una especie de baño con hierbas, y me pasaron una gallina viva por el cuerpo. Luego, esta señora le dijo a mi madre que en esa casa, durante mucho tiempo, se habían practicado rituales de brujería y que yo, supuestamente, era más sensible a esas energías. Por eso, me tenían "cogida".

    Después de ese ritual, de un par más de esos baños de hierbas y de cambiarme de habitación, ya no volvieron a pasar cosas tan fuertes, aunque sí algunas cosas raras, como ver sombras por el rabillo del ojo o escuchar que me llamaban cuando no había nadie. También seguían ocurriendo lo de los olores a rosas y a podrido en ocasiones. Vivimos en esa casa unos cuantos años más, hasta que emigramos a España.
 
Os cuento lo que me ha pasado a mí un par de veces y ya dejo de acaparar.
No es nada como lo que contáis pero a mí me agobio una temporada.
Nos veníamos de casa de mis padres para mi casa, en diferentes comunidades.
Bien. Pues un vecino de casa de mis padres con el que tenían amistad vino a despedirlos. Me metí en el coche y me empezó a oler a muerto. Tal cual
Como os digo veraneaba en el pueblo de mis padres y allí, de vez en cuando, había algún bicho muerto, con lo cual reconocí el olor a la primera.
Se lo dije a mi marido y lo tomó a broma. El olor persistió hasta que atravesamos el túnel que une Asturias con Castilla-León.
Yo seguía mosqueada y mi marido tomándolo a broma.
Al día siguiente nos enteramos de que aquel vecino había muerto.
La siguiente vez que me pasó, con otra persona al darle dos besos, mi marido ya no se rió. Hizo bien
No me ha vuelto a pasar, por suerte
Se me había pasado tu mensaje, qué impresión!!!
De acaparar nada primi, aquí se viene a largar todo lo que le apetezca a un@, creo que es de los pocos hilos en el que se participa sin presión alguna y uno de los más bonitos, no solo por la temática sino también por el buen rollo que hay 😘
 
Hola primas,
hace aproximadamente un mes, un familiar muy, muy, muy querido y al que estaba muy unido falleció.

El día después de su funeral, mientras dormía, noté como alguien me acariciaba la cara. Creo que fue ella que vino a despedirse...

La cuestión es que ya me ha pasado en otras ocasiones el hecho de sentir que alguien se sienta a los pies de mi casa, que me rozan...

¿A alguna os ha pasado algo así?
¿Creéis que verdaderamente vienen a decirnos que todo está bien?

Gracias.
 
Hola primas,
hace aproximadamente un mes, un familiar muy, muy, muy querido y al que estaba muy unido falleció.

El día después de su funeral, mientras dormía, noté como alguien me acariciaba la cara. Creo que fue ella que vino a despedirse...

La cuestión es que ya me ha pasado en otras ocasiones el hecho de sentir que alguien se sienta a los pies de mi casa, que me rozan...

¿A alguna os ha pasado algo así?
¿Creéis que verdaderamente vienen a decirnos que todo está bien?

Gracias.
Si, prima, así es. Me ha pasado mucho y yo lo tomo así.
 
Hola primas,
hace aproximadamente un mes, un familiar muy, muy, muy querido y al que estaba muy unido falleció.

El día después de su funeral, mientras dormía, noté como alguien me acariciaba la cara. Creo que fue ella que vino a despedirse...

La cuestión es que ya me ha pasado en otras ocasiones el hecho de sentir que alguien se sienta a los pies de mi casa, que me rozan...

¿A alguna os ha pasado algo así?
¿Creéis que verdaderamente vienen a decirnos que todo está bien?

Gracias.
A mi personalmente no me ha pasado, pero a mi madre con mi abuela si. Yo creo que si es eso, una forma de despedirse.
 
@GossipMamaDuck me has dejado K0 con tu experiencia... y tan pequeñita... mi niña, pobrecita!! ❤😘

Voy por partes,

el olor se concentraba en puntos específicos de la casa
a mí también me ha ocurrido eso, sólo que en mi caso el 99% de las veces el olor era desagradable, solamente una vez me pasó de oler a flores fresquitas...


sentí como si alguien me cogiera del brazo desde dentro del armario y me diera un tirón hacia adentro
...por favor!! ...yo habría entrado en pánico total!!...


las pocas veces que me quedé sola, las llaves del gas de la cocina se abrían solas.
... leyéndote aquí se me cortó la respiración...


Sé que va a sonar a película de terror, pero os juro que todo lo que voy a contar sucedió.
...suena a peli de terror, es más suena peor que muchas pelis de terror que he visto... pero te aseguro que te creo por completo!!!


vi la silueta de algo
era grande y oscuro.
solo una silueta oscura a contraluz.
....no sé si has leído mi post.. pero por si no lo has hecho decirte que yo ví algo parecido...


Lo más fuerte viene ahora
al día siguiente,
había en la puerta de la habitación unas marcas, como si alguien la hubiera arañado
ahí discrepo un poco prima, a mi lo más fuerte me parece que, siendo una niña, tuvieras que vivir/sufrir esas experiencias... sólo espero que no te traumatizaran mucho...


ya no volvieron a pasar cosas tan fuertes, aunque sí algunas cosas raras, como ver sombras por el rabillo del ojo o escuchar que me llamaban cuando no había nadie.
También seguían ocurriendo lo de los olores a rosas y a podrido en ocasiones.
...¿eso te sigue o te siguió ocurriendo cuando te mudaste de casa?
 
Hola primas,
hace aproximadamente un mes, un familiar muy, muy, muy querido y al que estaba muy unido falleció.

El día después de su funeral, mientras dormía, noté como alguien me acariciaba la cara. Creo que fue ella que vino a despedirse...

La cuestión es que ya me ha pasado en otras ocasiones el hecho de sentir que alguien se sienta a los pies de mi casa, que me rozan...

¿A alguna os ha pasado algo así?
¿Creéis que verdaderamente vienen a decirnos que todo está bien?

Gracias.

Yo también creo que fue a despedirse.. y sí, creo por completo que vienen a decirnos que "que todo está bien"... y de manera indirecta "que todo no se acaba cuando te vas"...



Una vez de adolescente creí sentir que alguien se sentaba a los pies de mi cama.. pero para ser completamenre honesta no estoy segura de que eso ocurriera de verdad... es decir, el colchón no se hundió, ni tuve ninguna evidencia de que eso pasara realmente... sólo tuve la sensación... y por supuesto utilicé el super método de protección infalible.... taparme por completo con el edredón... :ROFLMAO:

Otra vez sí tuve una experiencia de sentir un roce.

Me había escapado unos días de vacaciones con una amiga, a ver cositas chulas del norte de España.. la playa de las Catedrales.. el zoo de Cabárceno....) total, que una de las noches el sitio donde dormíamos sólo le quedaba disponible una habitación con cama de matrimonio, así que dormimos las dos en el mismo cuarto. Yo tomo pastillas para dormir desde hace muchos años.

Bueno pues estaba hablando con mi amiga, hablando de los planes para el día siguiente y me tomo la pastilla.

Me quedo dormida (suele tardar en hacerme efecto unos 20 minutos) y no sé cuanto tiempo después me despierto porque siento que mi amiga me roza con su pierna, mi pierna.

A ver cómo lo explico para que se entienda. No es que notara dentro de la cama que nuestras piernas entraran en contacto, no, lo que noté fue como si mi amiga estuviera de pie al lado de la cama y me hubiera rozado al pasar.

Total que le digo media dormida "Peque, ¿qué te pasa?", pensando que se había levantado porque se encontraba mal o algo así, y de repente me contesta desde el otro lado, es decir, acostada a mi lado en la cama "no me pasa nada, ¿por?...

Enciendo la luz corriendo (nombre inventando) "Yoyo!!! que acabo de sentir que me ROZABAN LA PIERNA!!"

Mi amiga mirándome en plan "qué me estás contando???'

Total, que a esas horas ya no nos podíamos plantear cambiar de sitio para dormir, así que me tomé otra pastilla y caí en coma... al día siguiente fue como "aquí no nos quedamos más ni de coña" y eso que era super bonito el sitio y estaba muy bien ubicado.
 

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