Familia Goyanes Lapique - Muere Caritina Goyanes

Por EL HOMBRE CONFUSO
Quienes son los Goyanes



Ojalá la televisión española explotara tanto el producto nacional como lo hacen los americanos. En España los realities de seguimiento -de famosos, se entiende- parece que no funcionan. O al menos, no en la forma en que nos tienen acostumbrados los canales tradicionales. Cuando Alaska y Mario decidieron hacer un reality, tuvieron claro que debían apostar por una cadena donde no se hicieran galas interminables y donde no hubiera un debate posterior, y les salió muy bien -al contrario que a Tamara Falcó, que se decantó por un canal tan minoritario, y de pago, que su reality no tuvo ninguna repercusión-. ¿Se imaginan un reality que nos contara la vida de Isabel Pantoja los días antes de entrar en prisión? ¿O el verano de la familia Campos? Necesitamos ya una versión patria del 'Keeping Up with the Kardashian' y nuestras protagonistas de hoy podrían ser unas buenas candidatas. Con todos ustedes, ¡las Goyanes!



¿Quiénes son las Goyanes?


El apellido Goyanes es toda una institución en España. De hecho, su apellido estará ligado eternamente al cine español gracias a la figura de Manuel Goyanes, productor cinematográfíco, responsable del éxito de películas como 'Muerte de un ciclista' y, sobre todo, descubridor de Marisol. El productor vio el potencial de la niña y decidió convertirla en un fenómeno de masas -y lo consiguió-. Para eso ejerció como un segundo padre y se llevó a la niña prodigio a vivir con sus seis hijos: José, Carlos, Mari Carmen, Ana, Rosa y Tato. Marisol creció, se transformó en una guapísima joven y acabó casándose con Carlos Goyanes, uno de los hijos del productor. El matrimonio duró más bien poco, cuatro años escasos. A partir de entonces, Marisol empezó a salir con el bailarín Antonio Gades, mientras que Carlos conocía a una joven de buena cuna, con linaje aristocrático, llamada Caritina Lapique. El resto, como saben, es historia.



¿Por qué son famosas?


El matrimonio de Cari Lapique y Carlos Goyanes fue todo un acontecimiento de la alta sociedad. Carmen Franco ejerció de testigo de la novia y personalidades como Pitita Ridruejo, Lola Flores y su hija Lolita acudieron como invitados. Con el tiempo, la pareja tuvo dos hijas, Caritina y Carla -todos con la misma inicial, como las Kardashian- y ahí ya empezó el boom social. Mientras la matriarca del clan hizo pandilla entre las damas de la alta sociedad, convirtiéndose en la salsa de todas las fiestas de postín, sus hijas consiguieron acaparar toda la atención de los medios. Más Carla que Caritina, siendo sinceros. La pequeña de los Goyanes saltó a primera línea de la noticia gracias a un romance con Fran Rivera, que se acababa de divorciar de Eugenia Martínez de Irujo. Tres clanes en uno: los Rivera, los Dominguín y los Goyanes. Un sueño hecho realidad para la crónica social. Pero, lamentablemente, también duró poco. Ahora, madre e hijas acaparan noticias, portadas, entrevistas y exclusivas como las reinas del cuché que son.



¿Qué miembros componen el clan?


A diferencia de los clanes anteriores, las Goyanes son pocas, pero muy bien avenidas. Eso sí, si hiciéramos este repaso dentro de unos años, tendríamos que unir a los hijos de Carla y Caritina, que están destinados a ser personajes públicos desde la cuna. Aun así, vamos a ello.



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Cari Lapique, la tercera reina de corazones. Sí, tercera, ya que Isabel Preysler y Naty Abascal -amigas íntimas de Cari, también- parecen dispuesta a no dejar sus tronos. Cari es sinónimo de elegancia, saber estar, clase y todas las cualidades que necesita la crónica social. Además, es relaciones públicas de la firma Suárez, de la agencia de viajes Nuba y propietaria, junto a su marido, de una empresa inmobiliaria. Vamos, que Cari no tiene tiempo para nada.





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Caritina Goyanes, la abogada reconvertida en pluriempleada. Caritina siempre ha estado socialmente a la sombra de su hermana. Pero poco a poco ha encontrado su lugar. De hecho, pese a sus múltiples intentos para perder peso -probando todo tipo de dietas y llegando a recurrir a la hipnosis-, Caritina se ha convertido en la 'it girl' de las tallas grandes. Tiene un blog de belleza, dirige un catering en Madrid y posa con soltura siempre que se lo piden.





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Carla Goyanes, la triunfadora de la familia. La hija pequeña de Cari Lapique ha heredado todo su estilo y belleza y, como no podía ser de otra forma, quiso ser modelo. Gracias a su desparpajo y a los contactos de su madre, Carla fue imagen de Don Algodón cuando era una adolescente. Luego llegó el affaire Fran Rivera, con mal rollo incluido entre la Casa de Alba y las Goyanes, y una escapada a París para olvidar el mal de amores. Pero nada dura eternamente. En 2011 se casó con el empresario Jorge Benguría, se mudaron a Estados Unidos y tiene dos hijos.



¿Cuál es nuestra favorita?


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Diríamos que nuestra favorita es Carla, pero, si escarbamos en lo más profundo de nuestro corazón, Caritina nos tiene conquistados. La hija mayor de Cari Lapique es simpática, siempre está divertida, tiene problemas como todos nosotros -¿quién no ha probado mil dietas sin ningún éxito?-, estudió Derecho para terminar regentando un catering, es amable, risueña y un espejo dónde pueden mirarse todas estas jóvenes que no cumplen las medidas extremas de una modelo. ¿Cómo no vamos a quererla? Lo único que no sabemos es si el método de hipnosis le ha servido para adelgazar. De ser así, ya sabemos lo que vamos a hacer para la próxima 'operación bikini'.




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El marido de Carlita Goyanes no es empresario. Qué manía con los empresarios! Joer! Curra en un banco de color muy rojo en temas de banca privada y punto.
 
Es que lo de ser bloggero al principio es fácil, pero si te quieres mantener es jodío-jodío, que es lo que les pasa a todos estos wannabies del mundo virtual.
 
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He perdido 20 kilos


La primera sesión de hipnosis la recibió hace cuatro meses y Caritina Goyanes asegura que ya ha adelgazado 20 kilos. Está en perder otros 20 porque asegura que cuando se está en un determinado peso, para que se note, hay que perder. Ha probado 7000 dietas, pero ésta, la de la hipnobanda, es la primera con la que ha perdido las ganas de comer. De hecho, con ella se rompe el concepto de las cinco comidas al día. Ella, como máximo máximo, come dos y porque bueno, tiene que comer porque ganas, dice sorprendida, no le vienen. Lo hace por salud, por miedo a que le ocurra algo y Pedrito y Cari se queden solitos. Reconoce que está muy obsesionada, muy loca con ese tema, de hecho, sus hijos van a todas partes con ella o no duermen en casa de su abuela Lapique no sea que les pase algo y ella no esté a su lado. Madraza hasta la médula, sí. De hecho, ya está pensando en tener un tercero, pero primero hay que convencer a su marido. “Matos dice que con otro, que con él no hay posibilidad”.

¿Cuándo comenzaste con las sesiones?

La primera fue en febrero para preinstalación de la hipnobanda, así que llevo tres meses y medio y estoy muy contenta.

¿En qué consiste eso de la hipnobanda?

Hay muchos sistemas de hipnosis para adelgazar, para dejar de fumar… Este es un método traído de Estados Unidos que sólo ha llegado a la clínica Sbelt y es super revolucionario. Consiste en ponerte una banda gástrica virtual. Es lo mismo que si te operaran, te redujeran el estómago o te pusieran un globo gástrico pero...

¿Imaginario?

Eso es. Imaginario… Bueno, que está en tu subsconciente.

Pero por hipnosis…

Sí, por hipnosis, yo tampoco me había hecho nunca nada de esto y también lo tenía un poco mitificado.

¡Como de película!

Sí, de líos de péndulos y tal.

¿Y?

Y no. No te duermen. Bueno, yo me he dormido alguna vez pero por cansancio de día de curro, pero lo que se consigue es entrar en un proceso muscular y mental de relajación absoluta. Que si lo fuerzas, obviamente puedes subir un brazo pero si te fuerzas, porque estás ahí, como si tuvieras el cuerpo tan relajado que parece dormido, pero tu cabeza consciente todo el rato.

¿También tienes que escuchar unos mantras por la noche?

Sí, son unos audios específicos para seguir con el proceso de hipnosis.

¿De sonidos?

No, te hablan. Yo te prometo que aquí sí que los he tenido que escuchar de día para saber perfectamente qué me dicen porque me dormía (risas) pero no pasa nada, porque se queda ahí, en el subconsciente.

Háblame de efectos...

El primero fue que se me quitó la ansiedad. Y una cosa muy rara, no tenía hambre. Escribía a la gente de la clínica y les decía: "Oye, que no tengo hambre". "Bueno eso es normal". "No, no, es que llevo 9 horas sin comer y sin hambre. No he desayunado, no he comido y no tengo hambre". Y ellos me decían que comiera cuando me apeteciera…

¿No hay que hacer nadas más?

Seguir unas pautas. Apunta: comer lo que te apetezca.

¿Lo que te apetezca?

Lo que te apetezca. Es que no tiene nada que ver con ninguna dieta.

¿Pero cualquier cosa?

Sí, un donnut, pizza… Comer cuando tengas hambre, dejar de comer cuando ya no tengas hambre y disfrutar de la comida.

Fácil, ¿no?

No te creas. A mí me pasaba que comía por ansiedad, por nervios, por aburrimiento, delante de la tele, no me centraba en lo que comía, ni lo saboreaba siquiera. Ahora, no tengo esa ansiedad. Como más o menos una vez al día. Como máximo máximo dos y reduciendo las cantidades. Antes pensaba que si una cosa no engordaba daba igual la cantidad, pero no no, si te atiborras de pollo a la plancha al final tampoco pierdes.

¿Y qué es lo que más te ha costado?

Comer o cenar con gente, aunque no tuviera hambre, que no la tengo. Al final, me sentaba y comía algo.

¿Y en tu trabajo eso no te afecta?

Vamos a ver, que tampoco es una magia. Que no consiste en ver una bandeja de minihamburguesas y decir "¡uff qué asco!" (risas). Una cosa es apetecerte y otra tener hambre de verdad. Te conduce a ese punto en el que ves comida y no comes porque dices no tengo hambre y no me lo voy a comer. Es el autocontrol que no he tenido nunca en mi vida. Yo me he puesto a dieta y la he hecho perfecta pero controlándome mucho y sufriendo. Con la hipnobanda no hay sufrimiento porque no tienes hambre.

Pero eso de comer una única vez al día cuando dicen que hay que comer cinco, ¿es bueno?

Yo pensaba lo mismo. A ver si me va a doler la cabeza y me decían de la clínica: "Hay gente que lleva 15 días sin comer". Y ahora me veo y pienso que puedo estar dos… Supongo que cuando tienes un exceso de calorías tan grande como yo, tu cuerpo al final es inteligente y tira de eso. Eso sí, me dicen que me hidrate mucho, que beba mucho agua. Algún zumo. Yo agua bebo, zumo no, y Coca Cola. Ese vicio aún no me lo he quitado.

O sea que es romper con todos los mitos...

Sí. Yo antes tenía las costumbres que nos establecen desde pequeño, que te levantas y desayunas, comes, meriendas, cenas… Pues esto es romper con todo. Es difícil pero lo vas cogiendo poco a poco. Yo con Pedrito hacía lo mismo, ahora, mira, que coma cuando quiera.

¿Y te sientes bien?

Yo me siento muy bien y me hago análisis y estoy fenomenal.

Tú de dietas sabes. ¿Cuántas llevas ya?

7000 (risas). Las dietas funcionan. Funcionan mientras las haces. Hice otras y me funcionaron fenomenal. Adelgacé un montón y en muy poco tiempo, pero el problema es que cuando tú no tienes fuerza de voluntad y orden, vuelves a engordar. Es un principio fundamental: para hacer una dieta tienes que tener una vida super ordenada. Yo veo a mi madre que desayuna, se lleva su fruta para media mañana, come y cena equilibrado. Se va a Italia tres días y se toma un pescado a la plancha en vez de un plato de pasta. Tiene la fuerza y el orden. A ella todas las dietas le funcionan. Y si engorda un poquito, en nada vuelve al redil. Yo, no.

¿Te gustaría estar como ella?

Eso es inviable. Y como te digo las dietan me funcionan pero me cambian la vida. Yo era incapaz de salir a cenar y pedirme un pescadito a la plancha.

Pero a ti además los kilos no son un tema que te acomplejen...

No. En absoluto. Cuando tuve a Pedrito fue cuando me lo tomé más en serio y me puse a dieta porque al final llega un punto en que te preocupas por tu salud, con lo loca que estoy que no puedo dejar a Pedrito y a Cari en otro tren con mis padres por si les pasa algo y yo no estoy, pensar en que me pueda ocurrir algo más grave me da pánico. Y también por el día a dia. Voy a esquiar y me meto un guantazo por ejemplo. Si estoy más en forma seguro que no me caigo y si lo hago, no me rompo todos los ligamentos que me he llegado a romper. O que jugando con Cari y Pedrito acaba agotada a la media hora. O trabajando todo el día de pie. Y carga peso. Y recoge. Son muchos kilos y termino con las piernas supercargadas, la columna hecha polvo… El problema no es cómo me veo. Que me veo monísima así. Es lo otro. Aunque no te voy a engañar, ahora me veo más mona que hace cuatro meses. Me visto y me digo: "estás mejor, hija". Y si pierdo otros veinte, estaré aún mejor.

Has perdido…

20 y la idea es otros 20 más. Ahora se me nota un poco en la cara, pero cuando te sobra tanto, para que se te note hay que perder muchos más.

Y que pierdes y te da ánimos para seguir, ¿no?

Bueno, y que si un día como bastante, o sea, como comía antes, he llegado a… vomitar. Como si mi cuerpo ya no lo tolerara. Como si tuviera un rechazo absoluto a una determinada cantidad de comida.

Porque lo del globo gástrico no virtual, ¿no lo has pensado nunca?

Hace tiempo lo fui a ver, pero sinceramente, entrar en un quirófano me da miedo. Soy muy miedosa. Mira, unos días antes de dar a luz a Cari que iba a ser por cesárea, me hice un seguro de vida (risas). Mi madre dice que cómo puedo estar tan loca y luego estar como estoy de peso y fumar como fumo.

Porque dejar de fumar…

(risas) Vamos paso a paso. Ahora es adelgazar. Pero fíjate que he conseguido sentarme en una mesa y no comer, pero mientras que otros comen, yo me fumo media cajetilla.

Pues ahí Cari vamos mal…

Ya, pero de momento, estoy en un nivel, luego planearé el otro (risas).

Carla dijo que tras Carlitos también seguiría tu método de hipnobanda...

Carla es supermetódica. Yo soy más caótica.

¿La echas de menos?

Mucho. Me da un poco de pena pero sobre todo, por los niños. Hablamos más de 20 veces a la semana. A veces una hora, otras cinco minutos, otro día no hablamos, el siguiente, cuatro veces. Es como si estuviera a tres metros de casa, pero que los primos no crezcan juntos me da más pena.

Ellos se recuerdan, ¿se reconocen?

Pedrito obviamente, y hasta Cari ya también reconoce a Carlitos. Carlitos no ve más alla de Pedito. Le adora. Se pelean que se matan también porque Pedrito tiene ese punto de celos que no tiene con su hermana pero con Carlitos se desata. Normal, fue quien rompió el monopolio del cariño de casa. El tenía a mis padres, a mi abuela, a mis tíos, a Carla que era como su madre y de repente Carla forma su familia, mis padres como ven menos a Carlitos, se vuelcan… Y son dos niños que eso también influye. Con Cari, en cambio, es muy cariñoso. Todo el día le da besos, quiere dormir con ella, que es inviable, porque no duerme ninguno de los dos…

Carla espera otro bebé. ¿No te animas tú?

A mi me encantarían tres. Pero Matos dice que lo tenga con otros, así, directamente. Que me busque a otro que con él no tengo ni media posiblidad.

¿Por?

A parte del tema económico, con dos niños te cambia la vida, pero la logística es casi la misma que con uno. Con tres, ya nos han dicho: "no se tienen tres manos". A mí me encantaría… Creo que voy a tener que convencerlo. No este año desde luego, que Pedrito y Cari se llevan unos años y pude disfrutar de él. Ahora, con Cari quiero lo mismo. Disfrutar de ella, que cuando llega el siguiente, el mayor se hace mucho más mayor. Cuando estaba embarazada de Cari, el día antes de ir al hospital, bañaba a Pedrito, le secaba, le cortaba el filete… Dos semans después, con su hermana en casa, él se tenía que bañar, que secar, que comer solito… Porque yo no tenía más manos. Eso me da pena poque se tiene que hacer grande. Así que me gustaria disfrutar a Cari igual. Luego, me pondré a matar con Matos.

¿Y por qué esa perra con tres niños?

Porque dos… Es que si fueran dos niños o dos niñas… Pero niño y niña están como descolgados. Tres es lo perfecto. Aunque ahora da igual. Tengo que pensar en convencer al marido y tardaré.

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He perdido 20 kilos


La primera sesión de hipnosis la recibió hace cuatro meses y Caritina Goyanes asegura que ya ha adelgazado 20 kilos. Está en perder otros 20 porque asegura que cuando se está en un determinado peso, para que se note, hay que perder. Ha probado 7000 dietas, pero ésta, la de la hipnobanda, es la primera con la que ha perdido las ganas de comer. De hecho, con ella se rompe el concepto de las cinco comidas al día. Ella, como máximo máximo, come dos y porque bueno, tiene que comer porque ganas, dice sorprendida, no le vienen. Lo hace por salud, por miedo a que le ocurra algo y Pedrito y Cari se queden solitos. Reconoce que está muy obsesionada, muy loca con ese tema, de hecho, sus hijos van a todas partes con ella o no duermen en casa de su abuela Lapique no sea que les pase algo y ella no esté a su lado. Madraza hasta la médula, sí. De hecho, ya está pensando en tener un tercero, pero primero hay que convencer a su marido. “Matos dice que con otro, que con él no hay posibilidad”.

¿Cuándo comenzaste con las sesiones?

La primera fue en febrero para preinstalación de la hipnobanda, así que llevo tres meses y medio y estoy muy contenta.

¿En qué consiste eso de la hipnobanda?

Hay muchos sistemas de hipnosis para adelgazar, para dejar de fumar… Este es un método traído de Estados Unidos que sólo ha llegado a la clínica Sbelt y es super revolucionario. Consiste en ponerte una banda gástrica virtual. Es lo mismo que si te operaran, te redujeran el estómago o te pusieran un globo gástrico pero...

¿Imaginario?

Eso es. Imaginario… Bueno, que está en tu subsconciente.

Pero por hipnosis…

Sí, por hipnosis, yo tampoco me había hecho nunca nada de esto y también lo tenía un poco mitificado.

¡Como de película!

Sí, de líos de péndulos y tal.

¿Y?

Y no. No te duermen. Bueno, yo me he dormido alguna vez pero por cansancio de día de curro, pero lo que se consigue es entrar en un proceso muscular y mental de relajación absoluta. Que si lo fuerzas, obviamente puedes subir un brazo pero si te fuerzas, porque estás ahí, como si tuvieras el cuerpo tan relajado que parece dormido, pero tu cabeza consciente todo el rato.

¿También tienes que escuchar unos mantras por la noche?

Sí, son unos audios específicos para seguir con el proceso de hipnosis.

¿De sonidos?

No, te hablan. Yo te prometo que aquí sí que los he tenido que escuchar de día para saber perfectamente qué me dicen porque me dormía (risas) pero no pasa nada, porque se queda ahí, en el subconsciente.

Háblame de efectos...

El primero fue que se me quitó la ansiedad. Y una cosa muy rara, no tenía hambre. Escribía a la gente de la clínica y les decía: "Oye, que no tengo hambre". "Bueno eso es normal". "No, no, es que llevo 9 horas sin comer y sin hambre. No he desayunado, no he comido y no tengo hambre". Y ellos me decían que comiera cuando me apeteciera…

¿No hay que hacer nadas más?

Seguir unas pautas. Apunta: comer lo que te apetezca.

¿Lo que te apetezca?

Lo que te apetezca. Es que no tiene nada que ver con ninguna dieta.

¿Pero cualquier cosa?

Sí, un donnut, pizza… Comer cuando tengas hambre, dejar de comer cuando ya no tengas hambre y disfrutar de la comida.

Fácil, ¿no?

No te creas. A mí me pasaba que comía por ansiedad, por nervios, por aburrimiento, delante de la tele, no me centraba en lo que comía, ni lo saboreaba siquiera. Ahora, no tengo esa ansiedad. Como más o menos una vez al día. Como máximo máximo dos y reduciendo las cantidades. Antes pensaba que si una cosa no engordaba daba igual la cantidad, pero no no, si te atiborras de pollo a la plancha al final tampoco pierdes.

¿Y qué es lo que más te ha costado?

Comer o cenar con gente, aunque no tuviera hambre, que no la tengo. Al final, me sentaba y comía algo.

¿Y en tu trabajo eso no te afecta?

Vamos a ver, que tampoco es una magia. Que no consiste en ver una bandeja de minihamburguesas y decir "¡uff qué asco!" (risas). Una cosa es apetecerte y otra tener hambre de verdad. Te conduce a ese punto en el que ves comida y no comes porque dices no tengo hambre y no me lo voy a comer. Es el autocontrol que no he tenido nunca en mi vida. Yo me he puesto a dieta y la he hecho perfecta pero controlándome mucho y sufriendo. Con la hipnobanda no hay sufrimiento porque no tienes hambre.

Pero eso de comer una única vez al día cuando dicen que hay que comer cinco, ¿es bueno?

Yo pensaba lo mismo. A ver si me va a doler la cabeza y me decían de la clínica: "Hay gente que lleva 15 días sin comer". Y ahora me veo y pienso que puedo estar dos… Supongo que cuando tienes un exceso de calorías tan grande como yo, tu cuerpo al final es inteligente y tira de eso. Eso sí, me dicen que me hidrate mucho, que beba mucho agua. Algún zumo. Yo agua bebo, zumo no, y Coca Cola. Ese vicio aún no me lo he quitado.

O sea que es romper con todos los mitos...

Sí. Yo antes tenía las costumbres que nos establecen desde pequeño, que te levantas y desayunas, comes, meriendas, cenas… Pues esto es romper con todo. Es difícil pero lo vas cogiendo poco a poco. Yo con Pedrito hacía lo mismo, ahora, mira, que coma cuando quiera.

¿Y te sientes bien?

Yo me siento muy bien y me hago análisis y estoy fenomenal.

Tú de dietas sabes. ¿Cuántas llevas ya?

7000 (risas). Las dietas funcionan. Funcionan mientras las haces. Hice otras y me funcionaron fenomenal. Adelgacé un montón y en muy poco tiempo, pero el problema es que cuando tú no tienes fuerza de voluntad y orden, vuelves a engordar. Es un principio fundamental: para hacer una dieta tienes que tener una vida super ordenada. Yo veo a mi madre que desayuna, se lleva su fruta para media mañana, come y cena equilibrado. Se va a Italia tres días y se toma un pescado a la plancha en vez de un plato de pasta. Tiene la fuerza y el orden. A ella todas las dietas le funcionan. Y si engorda un poquito, en nada vuelve al redil. Yo, no.

¿Te gustaría estar como ella?

Eso es inviable. Y como te digo las dietan me funcionan pero me cambian la vida. Yo era incapaz de salir a cenar y pedirme un pescadito a la plancha.

Pero a ti además los kilos no son un tema que te acomplejen...

No. En absoluto. Cuando tuve a Pedrito fue cuando me lo tomé más en serio y me puse a dieta porque al final llega un punto en que te preocupas por tu salud, con lo loca que estoy que no puedo dejar a Pedrito y a Cari en otro tren con mis padres por si les pasa algo y yo no estoy, pensar en que me pueda ocurrir algo más grave me da pánico. Y también por el día a dia. Voy a esquiar y me meto un guantazo por ejemplo. Si estoy más en forma seguro que no me caigo y si lo hago, no me rompo todos los ligamentos que me he llegado a romper. O que jugando con Cari y Pedrito acaba agotada a la media hora. O trabajando todo el día de pie. Y carga peso. Y recoge. Son muchos kilos y termino con las piernas supercargadas, la columna hecha polvo… El problema no es cómo me veo. Que me veo monísima así. Es lo otro. Aunque no te voy a engañar, ahora me veo más mona que hace cuatro meses. Me visto y me digo: "estás mejor, hija". Y si pierdo otros veinte, estaré aún mejor.

Has perdido…

20 y la idea es otros 20 más. Ahora se me nota un poco en la cara, pero cuando te sobra tanto, para que se te note hay que perder muchos más.

Y que pierdes y te da ánimos para seguir, ¿no?

Bueno, y que si un día como bastante, o sea, como comía antes, he llegado a… vomitar. Como si mi cuerpo ya no lo tolerara. Como si tuviera un rechazo absoluto a una determinada cantidad de comida.

Porque lo del globo gástrico no virtual, ¿no lo has pensado nunca?

Hace tiempo lo fui a ver, pero sinceramente, entrar en un quirófano me da miedo. Soy muy miedosa. Mira, unos días antes de dar a luz a Cari que iba a ser por cesárea, me hice un seguro de vida (risas). Mi madre dice que cómo puedo estar tan loca y luego estar como estoy de peso y fumar como fumo.

Porque dejar de fumar…

(risas) Vamos paso a paso. Ahora es adelgazar. Pero fíjate que he conseguido sentarme en una mesa y no comer, pero mientras que otros comen, yo me fumo media cajetilla.

Pues ahí Cari vamos mal…

Ya, pero de momento, estoy en un nivel, luego planearé el otro (risas).

Carla dijo que tras Carlitos también seguiría tu método de hipnobanda...

Carla es supermetódica. Yo soy más caótica.

¿La echas de menos?

Mucho. Me da un poco de pena pero sobre todo, por los niños. Hablamos más de 20 veces a la semana. A veces una hora, otras cinco minutos, otro día no hablamos, el siguiente, cuatro veces. Es como si estuviera a tres metros de casa, pero que los primos no crezcan juntos me da más pena.

Ellos se recuerdan, ¿se reconocen?

Pedrito obviamente, y hasta Cari ya también reconoce a Carlitos. Carlitos no ve más alla de Pedito. Le adora. Se pelean que se matan también porque Pedrito tiene ese punto de celos que no tiene con su hermana pero con Carlitos se desata. Normal, fue quien rompió el monopolio del cariño de casa. El tenía a mis padres, a mi abuela, a mis tíos, a Carla que era como su madre y de repente Carla forma su familia, mis padres como ven menos a Carlitos, se vuelcan… Y son dos niños que eso también influye. Con Cari, en cambio, es muy cariñoso. Todo el día le da besos, quiere dormir con ella, que es inviable, porque no duerme ninguno de los dos…

Carla espera otro bebé. ¿No te animas tú?

A mi me encantarían tres. Pero Matos dice que lo tenga con otros, así, directamente. Que me busque a otro que con él no tengo ni media posiblidad.

¿Por?

A parte del tema económico, con dos niños te cambia la vida, pero la logística es casi la misma que con uno. Con tres, ya nos han dicho: "no se tienen tres manos". A mí me encantaría… Creo que voy a tener que convencerlo. No este año desde luego, que Pedrito y Cari se llevan unos años y pude disfrutar de él. Ahora, con Cari quiero lo mismo. Disfrutar de ella, que cuando llega el siguiente, el mayor se hace mucho más mayor. Cuando estaba embarazada de Cari, el día antes de ir al hospital, bañaba a Pedrito, le secaba, le cortaba el filete… Dos semans después, con su hermana en casa, él se tenía que bañar, que secar, que comer solito… Porque yo no tenía más manos. Eso me da pena poque se tiene que hacer grande. Así que me gustaria disfrutar a Cari igual. Luego, me pondré a matar con Matos.

¿Y por qué esa perra con tres niños?

Porque dos… Es que si fueran dos niños o dos niñas… Pero niño y niña están como descolgados. Tres es lo perfecto. Aunque ahora da igual. Tengo que pensar en convencer al marido y tardaré.

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llama Matos al marido? pero Matos no era el apellido? o es que estoy equivocada y el marido se llama matos?
en serio, que yo pensaba que era el apellido del marido y no el nombre, pero que la mujer le llame por el apellido es super raro, da imagen como de lejania, como de hablar de aquel companyero del colegio al que casi no trataste entonces y con el que te has cruzadoen la calle por casualidad...
 
El cocinero David de Jorge, que creo tiene 42 años, hizo bien en tratarse su obesidad mórbida.. y recurrió a buenos médicos, pero primero hizo una "limpia" en su vida... por lo visto tenía un par de socios que le llevaban por la calle de la amargura (lo explica en su blog)... Me da que eso fue lo que causó su "refugio" en la comida... El deshacerse de esos que le fastidiaban su existencia fue el primer paso. Está claro que no sólo se trata de cirugías-dietas, sino también de tratamiento psicológico (a esa obesidad sólo se llega por adicción a la comida...).

Y ojo, que lo del balón gástrico no es una cirugía de riesgo ni mucho menos... Se lo pusieron inicialmente porque con su gran sobrepeso no podían hacerle la operación importante (que es la de reducción de estómago). Primero fue el balón y dieta, hasta bajar por lo menos 60 kg.. y luego ya la otra operación... y hasta ahora ha bajado bastante (Recomiendo el documental que creo han puesto más arriba de su proceso, es muy clarificador).

Y el hombre se ve distinto... no sólo en el peso, sino en su forma de ser.. menos arisco, más positivo... está claro que vuelve a sentirse "normal".

Me llamó la atención que algo tan simple como volar en avión él lo contara como una gran proeza: en su momento, era bochornoso viajar en avión y estar obligado a reservar dos asientos para él solo y tener que pedir el cinturón "especial" a la azafata ... cuenta con una gran alegría que ahora puede sentarse en un asiento y no pedir ningún cinturón... Pequeños grandes logros, valorar lo que se tiene, aunque para otros parezca "que no es para tanto" es lo crucial en esta vida.

Aún debe bajar más de peso, pero no deja de ser un ejemplo que haya dominado su adicción, más aún cuando su trabajo está relacionado todo el tiempo con la comida...
 
¿El bebé tiene un intenso mundo emocional? Me gustaría saber qué estudios hay sobre eso. He leído que hay estudios que relacionan la situación emocional de la madre con sus efectos en el bebé, hablan de hormonas, flujo sanguíneo... experimentos con animales que no se pueden repetir en humanos por cuestiones éticas claro. Pero una cosa es que al bebé le influya el estado emocional de la madre y otra decir que el bebé tiene un mundo emocional.
Los bebes si tienen un mundo emocional. Hay una condicion opuesta a la obesidad conocida como "fallo de medro" , o " failure to thrive" conocida por todos los pediatras en las que el bebe no gana peso, a pesar de una ingesta adecuada y no tener ninguna enfermedad organica. Se les hospitaliza o cambia de ambiente y comienzan a ganar peso con normalidad. Muchos de esos niños se convierten en adultos obesos. El desorden tiene una base afectiva. Hay muchos procesos en la mente humana que no entendemos bien.
No quiero decir que todos los obesos lo son por causas emocionales en la edad pediatrica. Creo que la epidemia de obesidad actual tiene mas razones sociales, sedentarismo por el estilo de vida, falta detiempo y disciplina, en fin muchas causas. Solo lo comento por tu opinion de que los bebes no tienen un mundo emocional.
 
Yo conozco a una persona q perdio mas de 100 kilos.Sin medicos y sin operaciones.Y se ha mantenido.Aprendiendo a comer q es el unico secreto real y no dio la vara a nadie..esta mujer es un coñazo sin igual
 
Carla Goyanes, la triunfadora de la familia. La hija pequeña de Cari Lapique ha heredado todo su estilo y belleza y, como no podía ser de otra forma, quiso ser modelo. Gracias a su desparpajo y a los contactos de su madre, Carla fue imagen de Don Algodón cuando era una adolescente. Luego llegó el affaire Fran Rivera, con mal rollo incluido entre la Casa de Alba y las Goyanes, y una escapada a París para olvidar el mal de amores. Pero nada dura eternamente. En 2011 se casó con el empresario Jorge Benguría, se mudaron a Estados Unidos y tiene dos hijos.

¿Carla la triunfadora? Pues si la triunfadora no es ni más ni menos que una ama de casa no quiero pensar a donde han llegado los perdedores.
 
¿Carla la triunfadora? Pues si la triunfadora no es ni más ni menos que una ama de casa no quiero pensar a donde han llegado los perdedores.

eso pense yo al leerlo, se refieren a la triunfadora de las dos,
caritina ha formado una familia propia (marido y dosninyos) ademas de tener su propia empresa de catering (no se si con algun socio mas pero tengo entendido que es suya)
carla tambien ha formado su propia familia (esta casada y esperando creo el segundo de sus hijos) y ya, hace alguna presentacion o cosas asi pero puntual y ultimammente con el rollo de los embarazos parece que de repente ella sabe de maternidad mas que nadie en el mundo y va como dando lecciones y tal, un horror, por lo demas, como tu bien dices es ama de casa en miami porque al marido lo trasladaron alli el banco para el que trabaja (cual es? me parecio leera mi que el santander invesment, no?! la parte de banca privada del santader, no!? no lo se, sea cual sea, un banco)

no se si porque esta delgada y tal parece que la pueden llamar triunfadora, pero para ser sinceros a nivel profesional mas bien ha ido fallando en aquello en lo qeu se metio, no funciono aquello de ser modelo y no tiene tiron suficiente como famosa para protagonizar por si misma campanyas o madrinajes de productos ni portadas de hola... que la de su boda fue un bluff de portada y siempre va como en un pack como en familia, cari, caritina y carla, porque individualemnte no tiene tiron ni gracia alguna, asi que ni su intento de famoseo es que digamos de triunfadora...
en fin...
 
Hoy la he visto en un photocall, no recuerdo lo que le estaban preguntando. Pero me ha parecido que tiene una cara preciosa. Si realmente consigue adelgazar esos veinte o treinta kilos se verá que es muchísimo más guapa que su hermana, que a mí nunca me ha parecido guapa. Está claro que está haciendo una campaña de marketing, pero si realmente a ella le funciona pues perfecto. Siempre he pensado que el sobrepeso de esta chica tiene raíces emocionales, en estos casos la hipnosis puede funcionar. Lo que está claro es que al margen de la estética tiene demasiado sobrepeso, lo cual no es nada bueno para su salud.
 
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