El problema, prima, es que no sois psicólogos ni nutricionistas, pero os sentís con la potestad de dar lecciones de cosas de las que estais desinformados. Y no lo digo por ti en concreto, he contestado al último mensaje.
Muchas veces alguien que come compulsivamente hasta ser obeso mórbido tenía algún tipo de problema ante el que, inicialmente, comer le hacia sentirse mejor. Una vez tu cerebro hace ese aprendizaje (cuando me siento mal la solución es un atracón), siempre va a tender a recurrir a ello. Por supuesto que requiere fuerza de voluntad salir, pero a un nivel que no somos capaces ni de imaginar.
Atacar a la gente, hacerla sentir abochornada por ser como es solo empeora ese problema. Dejarla en paz, respetarla esté gordo o delgado porque su peso no es nuestra historia es curiosamente la mejor forma de animar a alguien al cambio, desde el respeto y la dignidad.
Por cierto, ya que se pide esfuerzo, esforzaros también por informaros antes de opinar de este tema, primos.