No me puede dar más vergüenza ajena el viaje de la CEO a la Toscana. Esa forma de hablar impostada y paseando y visitando pueblos en vestidito y tacones (todo postureo. Yo he estado y esos pueblos se conocen pateando y no haciendo el idiota). Cada vez me cae peor. En serio eso es viajar? Quitarte fotitos y emular felicidad constante?