La estrella de 'Friends' Matthew Perry muere a los 54 años después de un aparente ahogamiento

Detesto friends y todo lo que le rodea , solo me gusta la ex de Brad Pitt , este ser DEP pero me daba un asquete lo vi en entrevistas y un llorón , porque yo y no otros ? En fin
Yo adoro friends, y me parece que esta frase se podia haber suavizado un pelin, pero en cierta forma si comparto que habia una gran diferencia entre el personaje y la vida real .Muchos estamos llorando a Chandler pero pocos lo hariamos si Chandler hubiera sido un adicto desenfrenado. A mi tambien me choco eso que dijo, por que me paso esto a mi y no a ellos? Estoy segura que los otros 5 tuvieron amplias oportunidades de drogarse y beber , en toda adiccion hay un elemento de voluntad.
 
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Estoy segura que los otros 5 tuvieron amplias oportunidades de drogarse y beber , en toda adiccion hay un elemento de voluntad.
Lo siento prima pero no puedo estar de acuerdo con esto. La adicción es una enfermedad, hay varios vídeos donde Matthew lo explicaba muy bien. Entre las personas sanas sí entra el libre albedrío de cada uno, pero con las personas adictas, no es el caso y es muy injusto hacer esa equiparación.
 
Yo adoro friends, y me parece que esta frase se podia haber suavizado un pelin, pero en cierta forma si comparto que habia una gran diferencia entre el personaje y la vida real .Muchos estamos llorando a Chandler pero pocos lo hariamos si Chandler hubiera sido un adicto desenfrenado. A mi tambien me choco eso que dijo, por que me paso esto a mi y no a ellos? Estoy segura que los otros 5 tuvieron amplias oportunidades de drogarse y beber , en toda adiccion hay un elemento de voluntad.
Respecto la diferencia entre personaje y actor, voy a pecar un poco de fan solo por decir que sí, que adoramos a Chandler el personaje y todo lo que significa, pero no anda tan alejado de Matthew Perry. Los que hemos visto y leído mucho fandom de la serie sabemos que, desde que leyó el guión, se sintió identificado con el personaje por la infancia traumática que, en el personaje le suponía un sarcasmo como mecanismo de defensa que él también tenía. Si lo oyes hablar en entrevistas lo puedes percibir, y si ves bloopers de la serie, los de Perry se mimetizan con su personaje. Obviamente el mérito del personaje es de los guionistas, pero que estaba hecho a la medida (sin querer) también. Incluso actores que optaban a ese papel, y le conocían, le pedían consejo para como abordarlo en los castings, entre ellos Hank Azaria que en principio era el actor que iba a ser Chandler y que le dijo a Matthew " si Chandler eres tú, ¿qué haces entrenándome a mí para ello?". Al final Hank Azaria terminó siendo David el científico, el novio de Phoebe que se iba a Minsk.

Sobre lo de la adicción, es una enfermedad, no una oportunidad, son tantas cosas las que pueden derivar en desarrollarla... en el caso de Matthew Perry, si hacemos caso a su libro se entienden muchas cosas... Y aunque parece que sucumbió, que en muchos momentos lo hizo, también luchó, y ha peleado por dejar esa huella y un cierto apoyo a todas esas personas que están donde estuvo él. En los últimos meses, mas de una persona allegada decía que estaba a tope con la gira de su libro y las entrevistas en pro de la desintoxicación y ayuda a adicciones; ya que estas le impidieron propulsar su carrera de actor, es una lástima que este accidente le haya impedido seguir adelante con este proyecto, estoy segura que hubiera promovido muchas causas relacionadas.

Pero en fin, solo soy una fan, es cierto.
 
Lo siento prima pero no puedo estar de acuerdo con esto. La adicción es una enfermedad, hay varios vídeos donde Matthew lo explicaba muy bien. Entre las personas sanas sí entra el libre albedrío de cada uno, pero con las personas adictas, no es el caso y es muy injusto hacer esa equiparación.
En una entrevista lo explica muy claro: Con 30 días de vida tuvo cólicos, así que le medicaron. Hasta que no tuvo 14 años y una bebida en la mano no se quitó la sensación de que le faltaba algo. Con 30 días de vida ya empezó con medicación, y eso parece que le condenó a las adicciones para siempre. Yo creo que la sanidad en USA es muy chunga y que genera adictos a niveles astronómicos, lo cual ya les va bien porque todo es de pago (solo hace falta ver cómo están con el fentanilo o cómo hace unos años literalmente TODOS los americanos tenían prozac en casa...).
También el peso que tenía su personaje (tenía que ser el más gracioso de todos siempre) seguro que tuvo que ver.
Yo he visto las entrevistas y os puedo asegurar que las drogas para este hombre fueron todo menos decisiones suyas.
A mí me da mucha pena que haya acabado así, la verdad.
 
Detesto friends y todo lo que le rodea , solo me gusta la ex de Brad Pitt , este ser DEP pero me daba un asquete lo vi en entrevistas y un llorón , porque yo y no otros ? En fin
Ni la más p... idea de lo que son las enfermedades mentales y las adicciones vinculadas a estas. Asquete da alguna gente, en fin,,, uno no puede más que desearles que nunca les pase, por buen gente, vio?
 
En una entrevista lo explica muy claro: Con 30 días de vida tuvo cólicos, así que le medicaron. Hasta que no tuvo 14 años y una bebida en la mano no se quitó la sensación de que le faltaba algo. Con 30 días de vida ya empezó con medicación, y eso parece que le condenó a las adicciones para siempre. Yo creo que la sanidad en USA es muy chunga y que genera adictos a niveles astronómicos, lo cual ya les va bien porque todo es de pago (solo hace falta ver cómo están con el fentanilo o cómo hace unos años literalmente TODOS los americanos tenían prozac en casa...).
También el peso que tenía su personaje (tenía que ser el más gracioso de todos siempre) seguro que tuvo que ver.
Yo he visto las entrevistas y os puedo asegurar que las drogas para este hombre fueron todo menos decisiones suyas.
A mí me da mucha pena que haya acabado así, la verdad.
No tenía ni idea de eso que comentas, está claro que ha tenido muy mala suerte. Tampoco sabía que sufría del síndrome del impostor cuando rodaba Friends. Cuando veía la serie me parecía de lejos el mejor personaje, qué pena que él mismo se martirizase por pensar que tenía que dar siempre el 100%
 
No tenía ni idea de eso que comentas, está claro que ha tenido muy mala suerte. Tampoco sabía que sufría del síndrome del impostor cuando rodaba Friends. Cuando veía la serie me parecía de lejos el mejor personaje, qué pena que él mismo se martirizase por pensar que tenía que dar siempre el 100%
Os dejo un extracto de una noticia que habla de ello:

Cuando era un bebé el actor recibió barbitúricos para calmar sus cólicos, una prescripción frecuente en los años 60 y 70. Esto tuvo consecuencias nefastas en su cerebro en desarrollo y lo influyó, de varias maneras, por el resto de la vida​

El caso de la muerte del actor Matthew Perry de 54 años quien fue encontrado el sábado 28 de octubre sin vida en un jacuzzi de su casa, abre diversas líneas de reflexión e investigación. La causa de la muerte presuntamente fue la asfixia por inmersión, pero se desconoce lo inmediatamente previo como un paro cardíaco u otra causa, estando al momento las pericias en curso.
En principio, está descartada la hipótesis de la sobredosis de drogas, según se desprendería de lo que informan los medios locales, respecto al análisis toxicológico, pero faltan varios exámenes aún.

Matthew Perry, famoso en el mundo entero por su rol central en la icónica “sitcom”, como se las conoce, “Friends”, llevaba una lucha de años con diversos tipos de adicciones que salen a la luz para el gran público por su muerte. Sin embargo, el mismo en su autobiografía “Amigos, amantes y la terrible gran cosa” (Friends, Lovers, and the Big Terrible Thing, Mc Millan 2022) y en diversas declaraciones públicas, habló extensamente sobre sus problemas como, por ejemplo, su lucha contra las adicciones al alcohol o a los tristemente célebres “pain killers”, analgésicos de los cuales ya hemos hablado en otras oportunidades. (La oxicodona y su impacto en la crisis de los opiáceos: de la prescripción a la adicción).

Las complicaciones extremas e inclusive la muerte por drogas, no solo ilícitas sino de prescripción médica, es un tema que ya ha sobrepasado a la ciencia médica y es difundida en los medios e inclusive forma parte de series televisivas.

Su autobiografía comienza con un prólogo de una manera autoprofética: “Hola, mi nombre es Matthew…mis amigos me llaman Matty. Y debería estar muerto”.

El prólogo que inicia de esta manera y luego los siguientes capítulos hablarán de su lucha contra diversos monstruos de los cuales a veces creemos los “ricos y famosos” están exentos. En medio de ellos relata algo que lo acerca de la misma manera que las adicciones, a algo vemos todos los días: los errores y horrores diagnósticos y sus consecuencias inmediatas pero que luego serán en muchos casos una carga para el resto de la vida.

Cuenta en su autobiografía:

“Nací el 19 de agosto de 1969,… Llegué al planeta aproximadamente un mes después del alunizaje, y un día después de que Woodstock terminara. Salí gritando, y no paré de gritar. Era un niño con cólicos, mi estómago fue un problema desde el principio. Mis padres se estaban volviendo locos... me llevaron a un médico. Estamos en 1969, …no sé qué tan avanzada tiene que estar la civilización para entender que darle fenobarbital a un bebé que acaba de entrar en su segundo mes de respirar el aire de Dios es un enfoque interesante de la medicina pediátrica. Pero no era tan raro en la década de 1960”.

Más adelante dirá que “todavía a los 50 no puedo dormir bien”. “Cuando lloraba me daban fenobarbital y la droga me dejaba knock out, lo que hacía que mi padre estallara en carcajadas. No estaba siendo cruel; los bebés drogados son divertidos”.

Lo que Matthew Perry menciona es algo que hemos visto a lo largo de los años e ilustra de una manera brutal las modas terapéuticas y en particular los errores y apresuramientos diagnósticos. Menciona una época, (Llegada a la Luna, Woodstock) muy diferente a la nuestra, sin embargo, el problema de los diagnósticos erróneos no solo persiste, sino que sus consecuencias persisten en el tiempo, como nos muestra el caso de Perry.

En esos tiempos era muy habitual que ante un niño con algún grado de irritabilidad se estableciera un diagnóstico presunta y laxamente neuropsiquiátrico, con nombres imprecisos, pero con medicación con consecuencias concretas, en las cuales el costo superaba al supuesto beneficio.

Así, en casos de convulsión febril, o signos de tensión e irritabilidad, llanto constante, comportamientos oposicionistas etc., era habitual recetar por ejemplo un producto anticonvulsivo como el fenobarbital. Al mismo tiempo se empleaban “calmantes”, como la “flor de anís” que a su vez potenciaban el efecto depresor del sistema nervioso, (”Intoxicación por anís estrellado: A propósito de un caso en un recién nacido”). El niño dejaba de moverse o llorar, su cerebro se iba adaptando a los fármacos psicoactivos plásticamente, pero no de manera adecuada.

En realidad, se estaba dando un depresor del sistema nervioso, sin un diagnóstico que lo justificara y de allí en más en el sistema nervioso de un niño de meses con su cerebro en pleno crecimiento estaba modificando su citoarquitectura, el fenómeno que hoy conocemos como neuroplasticidad. El sistema nervioso se va adaptando a los diferentes estímulos, negativos y positivos, tóxicos inclusive que recibe. De la misma manera como la desnutrición impide el crecimiento de manera adecuada del cerebro y las consecuencias posteriores para el resto de la vida que hemos mencionado.

Perry comentará que irónicamente ese medicamento al cual el atribuye el comienzo de sus males, era el que le sería recetado décadas más tarde para controlar la abstinencia al alcohol. Esa medicación que le permitiría dormir sin duda también había cambiado sus patrones de sueño acostumbrándolo a las drogas inductoras.

Los pacientes vistos en muchos casos varios años después de esa mal diagnóstico y apresurada medicación en la infancia, ya muestran efectos en muchos casos ligados al consumo de sustancias, o de problemas psiquiátricos diversos, cuadros de estrés y ansiedad importantes y diversos trastornos comportamentales. Al mismo tiempo los trastornos en el desarrollo cognitivo, en algunos casos con cuadros de claro deterioro a las evaluaciones neurocognitivas, no ha sido infrecuente.

De la misma manera que los artistas que al hablar de sus problemas de salud mental ayudan a desestigmatizar el tabú existente, Matthew Perry lo hizo en su autobiografía y en sus múltiples apariciones públicas hablando de sus problemas. Hoy, lamentablemente, lo hace desde su muerte.

Uno de los mensajes más fuertes es que los errores diagnósticos, en la infancia en particular, tienen consecuencias y no son inocuos.

No puedo alegrarme más de vivir en un país como España donde la sanidad es gratuita y no se hace negocio a costa de vender opioides para bebés.
 
Os dejo un extracto de una noticia que habla de ello:

Cuando era un bebé el actor recibió barbitúricos para calmar sus cólicos, una prescripción frecuente en los años 60 y 70. Esto tuvo consecuencias nefastas en su cerebro en desarrollo y lo influyó, de varias maneras, por el resto de la vida​

El caso de la muerte del actor Matthew Perry de 54 años quien fue encontrado el sábado 28 de octubre sin vida en un jacuzzi de su casa, abre diversas líneas de reflexión e investigación. La causa de la muerte presuntamente fue la asfixia por inmersión, pero se desconoce lo inmediatamente previo como un paro cardíaco u otra causa, estando al momento las pericias en curso.
En principio, está descartada la hipótesis de la sobredosis de drogas, según se desprendería de lo que informan los medios locales, respecto al análisis toxicológico, pero faltan varios exámenes aún.

Matthew Perry, famoso en el mundo entero por su rol central en la icónica “sitcom”, como se las conoce, “Friends”, llevaba una lucha de años con diversos tipos de adicciones que salen a la luz para el gran público por su muerte. Sin embargo, el mismo en su autobiografía “Amigos, amantes y la terrible gran cosa” (Friends, Lovers, and the Big Terrible Thing, Mc Millan 2022) y en diversas declaraciones públicas, habló extensamente sobre sus problemas como, por ejemplo, su lucha contra las adicciones al alcohol o a los tristemente célebres “pain killers”, analgésicos de los cuales ya hemos hablado en otras oportunidades. (La oxicodona y su impacto en la crisis de los opiáceos: de la prescripción a la adicción).

Las complicaciones extremas e inclusive la muerte por drogas, no solo ilícitas sino de prescripción médica, es un tema que ya ha sobrepasado a la ciencia médica y es difundida en los medios e inclusive forma parte de series televisivas.

Su autobiografía comienza con un prólogo de una manera autoprofética: “Hola, mi nombre es Matthew…mis amigos me llaman Matty. Y debería estar muerto”.

El prólogo que inicia de esta manera y luego los siguientes capítulos hablarán de su lucha contra diversos monstruos de los cuales a veces creemos los “ricos y famosos” están exentos. En medio de ellos relata algo que lo acerca de la misma manera que las adicciones, a algo vemos todos los días: los errores y horrores diagnósticos y sus consecuencias inmediatas pero que luego serán en muchos casos una carga para el resto de la vida.

Cuenta en su autobiografía:

“Nací el 19 de agosto de 1969,… Llegué al planeta aproximadamente un mes después del alunizaje, y un día después de que Woodstock terminara. Salí gritando, y no paré de gritar. Era un niño con cólicos, mi estómago fue un problema desde el principio. Mis padres se estaban volviendo locos... me llevaron a un médico. Estamos en 1969, …no sé qué tan avanzada tiene que estar la civilización para entender que darle fenobarbital a un bebé que acaba de entrar en su segundo mes de respirar el aire de Dios es un enfoque interesante de la medicina pediátrica. Pero no era tan raro en la década de 1960”.

Más adelante dirá que “todavía a los 50 no puedo dormir bien”. “Cuando lloraba me daban fenobarbital y la droga me dejaba knock out, lo que hacía que mi padre estallara en carcajadas. No estaba siendo cruel; los bebés drogados son divertidos”.

Lo que Matthew Perry menciona es algo que hemos visto a lo largo de los años e ilustra de una manera brutal las modas terapéuticas y en particular los errores y apresuramientos diagnósticos. Menciona una época, (Llegada a la Luna, Woodstock) muy diferente a la nuestra, sin embargo, el problema de los diagnósticos erróneos no solo persiste, sino que sus consecuencias persisten en el tiempo, como nos muestra el caso de Perry.

En esos tiempos era muy habitual que ante un niño con algún grado de irritabilidad se estableciera un diagnóstico presunta y laxamente neuropsiquiátrico, con nombres imprecisos, pero con medicación con consecuencias concretas, en las cuales el costo superaba al supuesto beneficio.

Así, en casos de convulsión febril, o signos de tensión e irritabilidad, llanto constante, comportamientos oposicionistas etc., era habitual recetar por ejemplo un producto anticonvulsivo como el fenobarbital. Al mismo tiempo se empleaban “calmantes”, como la “flor de anís” que a su vez potenciaban el efecto depresor del sistema nervioso, (”Intoxicación por anís estrellado: A propósito de un caso en un recién nacido”). El niño dejaba de moverse o llorar, su cerebro se iba adaptando a los fármacos psicoactivos plásticamente, pero no de manera adecuada.

En realidad, se estaba dando un depresor del sistema nervioso, sin un diagnóstico que lo justificara y de allí en más en el sistema nervioso de un niño de meses con su cerebro en pleno crecimiento estaba modificando su citoarquitectura, el fenómeno que hoy conocemos como neuroplasticidad. El sistema nervioso se va adaptando a los diferentes estímulos, negativos y positivos, tóxicos inclusive que recibe. De la misma manera como la desnutrición impide el crecimiento de manera adecuada del cerebro y las consecuencias posteriores para el resto de la vida que hemos mencionado.

Perry comentará que irónicamente ese medicamento al cual el atribuye el comienzo de sus males, era el que le sería recetado décadas más tarde para controlar la abstinencia al alcohol. Esa medicación que le permitiría dormir sin duda también había cambiado sus patrones de sueño acostumbrándolo a las drogas inductoras.

Los pacientes vistos en muchos casos varios años después de esa mal diagnóstico y apresurada medicación en la infancia, ya muestran efectos en muchos casos ligados al consumo de sustancias, o de problemas psiquiátricos diversos, cuadros de estrés y ansiedad importantes y diversos trastornos comportamentales. Al mismo tiempo los trastornos en el desarrollo cognitivo, en algunos casos con cuadros de claro deterioro a las evaluaciones neurocognitivas, no ha sido infrecuente.

De la misma manera que los artistas que al hablar de sus problemas de salud mental ayudan a desestigmatizar el tabú existente, Matthew Perry lo hizo en su autobiografía y en sus múltiples apariciones públicas hablando de sus problemas. Hoy, lamentablemente, lo hace desde su muerte.

Uno de los mensajes más fuertes es que los errores diagnósticos, en la infancia en particular, tienen consecuencias y no son inocuos.

No puedo alegrarme más de vivir en un país como España donde la sanidad es gratuita y no se hace negocio a costa de vender opioides para bebés.
Bueno, no hace tanto que aquí se hacia lo mismo. Me consta que, al menos hace 20 años, se seguía suministrando un medicamento con codeína (derivado del opio) para bebes que daban mucha guerra por las noches y no dejaban dormir a los padres. Sobre todo pediatras privados de la vieja escuela. Hace mucho que no lo veo, espero que se haya erradicado según se fueran jubilando las viejas glorias.
 
Yo adoro friends, y me parece que esta frase se podia haber suavizado un pelin, pero en cierta forma si comparto que habia una gran diferencia entre el personaje y la vida real .Muchos estamos llorando a Chandler pero pocos lo hariamos si Chandler hubiera sido un adicto desenfrenado. A mi tambien me choco eso que dijo, por que me paso esto a mi y no a ellos? Estoy segura que los otros 5 tuvieron amplias oportunidades de drogarse y beber , en toda adiccion hay un elemento de voluntad.
No todo el mundo que tenga la oportunidad de drogarse/beber se hace adicto y no todas las personalidades tienen el mismo riesgo de volverse adicto.
Además que parte de su adicción fue por medicamentos que le recetaron por dolores que tenía en la espalda a raíz de un accidente.
 
Estoy muy apenada por su muerte, y más ahora que parecía haber superado las adicciones o al menos estar en una muy buena etapa, muy consciente y ayudando a otros.
Es una realidad incuestionable que es una enfermedad y por lo tanto una desgracia.
Ahora bien, aunque me parece una barbaridad medicar de esa horrible manera a un bebé, no creo que porque le dieran ese medicamento 30 días, de hiciera adicto y que (tal y como lo narra él) cuando tenía 14 años y pilló su primera borrachera, vio el cielo abierto y el estado de paz total que llevaba toda su infancia buscando, según él por esa medicación del comienzo de su vida.
El organismo tiene la capacidad de eliminar todas las sustancias del organismo en un periodo de tiempo concreto (cada sustancia el suyo), no se queda residualmente en su organismo 14 años!!. Y tampoco tenía conciencia ni recuerdos de cuando le daban la droga para dormir de bebé de 30 días y las sensaciones que experimentó. Es imposible que las recordara. Decir que eso fue lo que le llevó a beber desde los 14 años creo que es demasiado "novelearizar" los hechos.
Creo que se hizo adicto por falta de voluntad, que le gustaba, juventud, inmadurez, etc..pero no por aquel medicamento ni tampoco por los calmantes de la espalda. Él ya era adicto desde los 14 años. Hay gente más débil que cae en ese tipo de vida y no es por una causa concreta, sino porque le gusta o no sabe decir que no.
Creo que asumir las cosas como son es mejor para superar no sólo las adiciones sino cualquier error que hemos cometido en nuestra vida. Hacerse cargo y responsabilizarse. No machacarse pero no ser una víctima de la vida, sino tomar la riendas de tus propias decisiones y mejorar.
 

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