LA SOCIEDAD DE LA NIEVE

Unas palabritas sobre Daniel Fernández, al que cincuenta años después algunos llaman ‘el líder al que pocos conocen’ o ‘el líder estratega en la montaña’ (hay un par de entrevistas en YouTube con estos títulos).

A mí hay algunas caracterizaciones de Piers Paul Read que me hacen bastante gracia, pero ninguna tanto como la de Daniel Fernández 😁😁😁. De él dice: ‘Daniel Fernández era el más viejo de los supervivientes después de Methol, y se daba cuenta de la responsabilidad que esto le creaba. Era bastante maduro, incluso para su edad (tenía veintiséis años), y trabajaba con ahínco conservando limpio el interior del avión, recogiendo documentos y controlando la distribución de cuchillos y encendedores. Le daba masajes a los pies congelados de Bobby François (por lo que Bobby le prometió ser su esclavo cuando regresaran a Montevideo) y aconsejó a Canessa que no operase la pierna infectada de Coche. Aunque tímido por naturaleza, a Daniel le gustaba platicar y contar historias. Era sereno, responsable y agradable’. Y acaba este párrafo diciendo: ‘La verdad es que las únicas cualidades que no poseía eran fuerza física y acusada personalidad’.

Me hace mucha gracia porque es un poco como ‘¿Qué pasa, Read, que no sabías cómo terminar el párrafo?’ 😂. Pero, a la vez, creo que lo que dice es significativo. Yo nunca he acabado de ver mucho eso de ‘el líder estratega’ o ‘el cerebro de los primos Strauch’ aplicado a Daniel Fernández, porque siempre me ha parecido que Daniel tenía (y quizá aún hoy en día tiene) más espíritu de administrador que de líder. Me explico.

Daniel me parece un tipo claramente muy sensato, pragmático, realista, terrenal; en mi opinión, de hecho, el que más de todas esas cosas de los tres primos Strauch: casi me lo imagino arqueando una ceja ante las disquisiciones sobre estados elevados de conciencia de su primo Eduardo, o ante las elucubraciones teológico-humanísticas sobre los Andes de su primo Fito. Daniel resume los Andes en ‘Nunca fuimos mejores personas que en la montaña’, y no necesita más párrafos complicados sobre una tercera mirada o una cuarta dimensión para explicar su experiencia (me hubiera encantado ver a Daniel en el programa de Iker Jiménez, tengo que decir 😅). Por eso le decía el otro día a @queenie que me parece el más prosaico de los primos: no porque hable de orinar o defecar (ésa es la especialidad de Fito, ya todos sabemos 🤣), sino porque es un tipo que, por carácter, directamente huye de lo ‘elevado’, lo complejo o lo pomposo. Entiendo perfectamente que Pedro Algorta, tan amigo de las conversaciones abstractas (y que las fomentaba adrede para poner a prueba sus capacidades cognitivas afectadas por el shock), sintiera que no tenía ningún terreno común con Daniel.

También lo veo un tipo metódico, organizado (y con cualidades de organizador), amigo del orden y de las normas, quizá hasta un punto que en ocasiones puede resultar poco flexible. Creo que era Coche Inciarte (pero no estoy segura del todo) quien decía que a veces lo quería matar porque todas las noches Daniel ponía con todo cuidado y escrupulosamente limpios (dentro de las posibilidades) sus zapatos en el lugar designado para ello y se enfadaba si alguien se los desarreglaba (y a Coche le parecía ridícula tanta meticulosidad en medio del caos y la tragedia). Que también te digo… conservar precisamente el calzado en buenas condiciones en esas circunstancias a mí me parece una preocupación muy inteligente (alguien iba a tener que salir andando de allí), pero además creo que da la medida del carácter del personaje. Estoy convencida de que fue él quien se autoasignó la tarea de mantener controlados los cuchillos y los encendedores (esos que gente como Carlitos perdía entre la nieve a todas horas, pero que eran imprescindibles para realizar tareas esenciales para la supervivencia): esa iniciativa le pega todo y lo dice todo de él. Bajo perfil, poco amigo de los grandes gestos (y menos aún de los grandes discursos), con el ojo siempre puesto en las cosas importantes (que con frecuencia son las más invisibles y menos lucidas). Y no me cuesta entender que esa vocación organizadora les pareciera a veces rigidez, o incluso control de ‘amo del calabozo’, a otros que tenían más alma de cigarras que de hormigas.

Sin embargo, también veo que a Daniel, para ocupar la posición de ‘líder’, probablemente le faltaba algo de capacidad de riesgo, quizá algo de creatividad, de iniciativa… algo de empuje. Es como que veo que a las cualidades y el estilo de Daniel les va mejor el papel de ‘mano derecha’ que el papel de capitán. Por eso me cuadran las palabras de Read sobre su falta de ‘acusada personalidad’, y por eso digo que le veo más alma de administrador que de líder. En el fondo, siempre me ha llamado la atención en el relato de Read (y en otros relatos individuales) que los más jóvenes o los más quebrados (Inciarte, Harley, el propio Paéz), o también los más osados (Parrado, Canessa), ‘se mirasen’ durante la odisea más en Fito que en Daniel (‘Fito Strauch era más temperamental [que sus primos], pero inspiraba más confianza en el grupo. Cuando pensaban en su situación, sus razones eran siempre las más positivas y sus juicios los más cabales’), cuando estoy convencida de que Daniel fue siempre tan confiable y tan sensato como su primo, si no más, e hizo como mínimo tanto como él para mantener y alentar la esperanza del grupo. Y a ese ‘misterio’ me respondo diciendo que seguramente había una cosa que percibían más en Fito que en Daniel: fuerza. Y no digo fuerza física (que sin duda también), sino fuerza anímica… empuje, energía, garra, capacidad de contagiar el ánimo… no sé bien qué palabra usar. O sí lo sé: en ‘La sociedad de la nieve’ se emplea el término ‘arrollador’ varias veces en relación con Fito (‘una convicción interior arrolladora’, ‘una rebeldía arrolladora’)… que no es tampoco el estado habitual de Fito (su estado habitual es más frío y más calmado), pero sí es algo que tiene dentro y que en ocasiones se trasluce. Daniel no era ni menos positivo ni menos cabal que Fito: solo era menos arrollador. Pero (como mínimo) igual de imprescindible.

Y hasta aquí lo que pienso de Daniel Fernández. Ahora ya puede venir @Sancha (y quien sea) a llevarme la contraria 😁 .
 
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Unas palabritas sobre Daniel Fernández, al que cincuenta años después algunos llaman ‘el líder al que pocos conocen’ o ‘el líder estratega en la montaña’ (hay un par de entrevistas en YouTube con estos títulos).

A mí hay algunas caracterizaciones de Piers Paul Read que me hacen bastante gracia, pero ninguna tanto como la de Daniel Fernández 😁😁😁. De él dice: ‘Daniel Fernández era el más viejo de los supervivientes después de Methol, y se daba cuenta de la responsabilidad que esto le creaba. Era bastante maduro, incluso para su edad (tenía veintiséis años), y trabajaba con ahínco conservando limpio el interior del avión, recogiendo documentos y controlando la distribución de cuchillos y encendedores. Le daba masajes a los pies congelados de Bobby François (por lo que Bobby le prometió ser su esclavo cuando regresaran a Montevideo) y aconsejó a Canessa que no operase la pierna infectada de Coche. Aunque tímido por naturaleza, a Daniel le gustaba platicar y contar historias. Era sereno, responsable y agradable’. Y acaba este párrafo diciendo: ‘La verdad es que las únicas cualidades que no poseía eran fuerza física y acusada personalidad’.

Me hace mucha gracia porque es un poco como ‘¿Qué pasa, Read, que no sabías cómo terminar el párrafo?’ 😂. Pero, a la vez, creo que lo que dice es significativo. Yo nunca he acabado de ver mucho eso de ‘el líder estratega’ o ‘el cerebro de los primos Strauch’ aplicado a Daniel Fernández, porque siempre me ha parecido que Daniel tenía (y quizá aún hoy en día tiene) más espíritu de administrador que de líder. Me explico.

Daniel me parece un tipo claramente muy sensato, pragmático, realista, terrenal; en mi opinión, de hecho, el que más de todas esas cosas de los tres primos Strauch: casi me lo imagino arqueando una ceja ante las disquisiciones sobre estados elevados de conciencia de su primo Eduardo, o ante las elucubraciones teológico-humanísticas sobre los Andes de su primo Fito. Daniel resume los Andes en ‘Nunca fuimos mejores personas que en la montaña’, y no necesita más párrafos complicados sobre una tercera mirada o una cuarta dimensión para explicar su experiencia (me hubiera encantado ver a Daniel en el programa de Iker Jiménez, tengo que decir 😅). Por eso le decía el otro día a @queenie que me parece el más prosaico de los primos: no porque hable de orinar o defecar (ésa es la especialidad de Fito, ya todos sabemos 🤣), sino porque es un tipo que, por carácter, directamente huye de lo ‘elevado’, lo complejo o lo pomposo. Entiendo perfectamente que Pedro Algorta, tan amigo de las conversaciones abstractas (y que las fomentaba adrede para poner a prueba sus capacidades cognitivas afectadas por el shock), sintiera que no tenía ningún terreno común con Daniel.

También lo veo un tipo metódico, organizado (y con cualidades de organizador), amigo del orden y de las normas, quizá hasta un punto que en ocasiones puede resultar poco flexible. Creo que era Coche Inciarte (pero no estoy segura del todo) quien decía que a veces lo quería matar porque todas las noches Daniel ponía con todo cuidado y escrupulosamente limpios (dentro de las posibilidades) sus zapatos en el lugar designado para ello y se enfadaba si alguien se los desarreglaba (y a Coche le parecía ridícula tanta meticulosidad en medio del caos y la tragedia). Que también te digo… conservar precisamente el calzado en buenas condiciones en esas circunstancias a mí me parece una preocupación muy inteligente (alguien iba a tener que salir andando de allí), pero además creo que da la medida del carácter del personaje. Estoy convencida de que fue él quien se autoasignó la tarea de mantener controlados los cuchillos y los encendedores (esos que gente como Carlitos perdía entre la nieve a todas horas, pero que eran imprescindibles para realizar tareas esenciales para la supervivencia): esa iniciativa le pega todo y lo dice todo de él. Bajo perfil, poco amigo de los grandes gestos (y menos aún de los grandes discursos), con el ojo siempre puesto en las cosas importantes (que con frecuencia son las más invisibles y menos lucidas). Y no me cuesta entender que esa vocación organizadora les pareciera a veces rigidez, o incluso control de ‘amo del calabozo’, a otros que tenían más alma de cigarras que de hormigas.

Sin embargo, también veo que a Daniel, para ocupar la posición de ‘líder’, probablemente le faltaba algo de capacidad de riesgo, quizá algo de creatividad, de iniciativa… algo de empuje. Es como que veo que a las cualidades y el estilo de Daniel les va mejor el papel de ‘mano derecha’ que el papel de capitán. Por eso me cuadran las palabras de Read sobre su falta de ‘acusada personalidad’, y por eso digo que le veo más alma de administrador que de líder. En el fondo, siempre me ha llamado la atención en el relato de Read (y en otros relatos individuales) que los más jóvenes o los más quebrados (Inciarte, Harley, el propio Paéz), o también los más osados (Parrado, Canessa), ‘se mirasen’ durante la odisea más en Fito que en Daniel (‘Fito Strauch era más temperamental [que sus primos], pero inspiraba más confianza en el grupo. Cuando pensaban en su situación, sus razones eran siempre las más positivas y sus juicios los más cabales’), cuando estoy convencida de que Daniel fue siempre tan confiable y tan sensato como su primo, si no más, e hizo como mínimo tanto como él para mantener y alentar la esperanza del grupo. Y a ese ‘misterio’ me respondo diciendo que seguramente había una cosa que percibían más en Fito que en Daniel: fuerza. Y no digo fuerza física (que sin duda también), sino fuerza anímica… empuje, energía, garra, capacidad de contagiar el ánimo… no sé bien qué palabra usar. O sí lo sé: en ‘La sociedad de la nieve’ se emplea el término ‘arrollador’ varias veces en relación con Fito (‘una convicción interior arrolladora’, ‘una rebeldía arrolladora’)… que no es tampoco el estado habitual de Fito (su estado habitual es más frío y más calmado), pero sí es algo que tiene dentro y que en ocasiones se trasluce. Daniel no era ni menos positivo ni menos cabal que Fito: solo era menos arrollador. Pero (como mínimo) igual de imprescindible.

Y hasta aquí lo que pienso de Daniel Fernández. Ahora ya puede venir @Sancha (y quien sea) a llevarme la contraria 😁 .
Te voy a decir algo que quizá sea la pamplina del siglo, pero siempre que veo a Daniel tengo la sensación de que es más español que uruguayo. No me preguntes el motivo, pero desde el primer momento lo asocio con señores que me encuentro tomando café. Sé que es una tontería, pero no me pasa con el resto.
 
Te voy a decir algo que quizá sea la pamplina del siglo, pero siempre que veo a Daniel tengo la sensación de que es más español que uruguayo. No me preguntes el motivo, pero desde el primer momento lo asocio con señores que me encuentro tomando café. Sé que es una tontería, pero no me pasa con el resto.
Y agrego Carlitos parece Argentino cuando habla. Y Fito y Tintin sin los más uruguayos de todos me parece.
Nando es otro que no lo veo muy perfil típico de uruguayo.
 
Te voy a decir algo que quizá sea la pamplina del siglo, pero siempre que veo a Daniel tengo la sensación de que es más español que uruguayo. No me preguntes el motivo, pero desde el primer momento lo asocio con señores que me encuentro tomando café. Sé que es una tontería, pero no me pasa con el resto.
Y agrego Carlitos parece Argentino cuando habla. Y Fito y Tintin sin los más uruguayos de todos me parece.
Nando es otro que no lo veo muy perfil típico de uruguayo.
Jo, pues a mí Daniel me parece URUGUAYÍSIMO. Digno ciudadano de 'la única oficina del mundo que alcanzó la categoría de república', que diría Benedetti 😁 😁😁
 
otros que tenían más alma de cigarras que de hormigas.
Carlitos Páez y Coche Inciarte, pese a sus muchas diferencias, claras cigarras los dos 😁 Ganas me están entrando de escribir algo sobre la cigarra Inciarte... 😅

Y Pedro Algorta y Daniel Fernández, pese a su falta de entendimiento, ambos hormigas. La hormiga abstracta y la hormiga concreta... pero hormigas, al fin y al cabo 😁 (Hay algo en la mirada de Algorta sobre Canessa y Parrado, además del infinito agradecimiento, de admiración irrefrenable de una osadía que él sabe que él no tiene...)
 
A ver, un asado de tira a las brasas 🤷🏻‍♀️. Literalmente.
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Versión doméstica.



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Versión rural.

En TikTok hay un par de videos del asado de Carlitos con los sobrevivientes, 😅 no lo puedo creer. El que está en la parrilla es Roy y los demás (creo que especialmente Nando) están dentro de la casa, criticando a Nicolás Maduro. Estaba Coche vivo aún. Y no entiendo las bromas pero luego hay otro video de esos, donde está "el Rober". Creo que es porque en la Cordillera Carlitos jorobaba con que iban a festejar el cumpleaños de una de sus hermanas, y Roberto le dijo que se dejara de embromar de una vez, y entonces Carlitos le respondió "a vos no te voy a invitar" 🤣. Supongo será por eso.
 

Os imagináis una secuela ? Con como fue el regreso a la civilización 🙂

Esto le comenta Enzo a su director en ese Post. Siempre comenta en las entrevistas que no le gustan o no se gusta en alguna escena o piensa que pudo haberla hecho mejor, pero nunca dice cuál escena o cuáles planos son esos que a él le parece que no estaban bien

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