Exacto! Ya puestos a interpretar manotazos y caricias, ésta última a mi me pareció too much. Lleva " carga " esa manita. Para nada me pareció casual o de franca camaradería.
Por más que trato de imaginar y de ponerme en su lugar, no recuerdo de joven a un hombre que haya intentado tocarme así, que no me hubiera estado tirando los perros. Sobre todo casados que van de amabilidad casi paternal y usan mucho estos gestos " como quien no se da cuenta". Los veía venir y pintaba mi raya.
Ahora, de casada, ningún conocido, amigo de mi pareja o mía me aborda así.
¡Confianzas a nadie! Que luego luego se vuelan por vanidosos y es muy incómodo ver que malinterpreten la amabilidad o cortesía.
Y eso que SÍ creo en la amistad hombre y mujer, es muy edificante.