No entiendo por qué decís que Pepa iba demasiado vestida. A mí, salvando el largo del vestido y el tamaño de la americana, me gustó más que otras veces. Nieves llevaba un pantalón bastante festivo y tacón de 15 cm, que sobreviste mucho más incluso que los labios titanlux de nuestra musa. Por otra parte, y me tendréis que perdonar, me cansa ya bastante el hecho de tomar a Nieves Álvarez como unidad de medida de la elegancia en este país, como si por el hecho de que cuente con el privilegio de la belleza, hubiera por regla de tres directa de contar también con la virtud de ser el summum de la elegancia y por debajo de ella todas las demás. Pues no. A mi me parece de lo más sosa lleve lo que lleve puesto y poco inspiradora. Ya no tienen, ni ella, ni la Preysler, ni Avellaneda, ni nadie la propiedad de dictar qué es moda y qué es elegancia. La moda es patrimonio cultural, está en la calle y es nuestro. Más inspirador es el metro que el Hola. Vamos a dejar caer a las vacas sagradas de la elegancia y que la moda se la dicte uno a sí mismo, no Avellaneda desde Tik Tok. La moda es una baza personal que a muchos y muchas nos gusta porque es una forma de expresarnos, de decir con la ropa lo que no queremos decir con la boca. Es algo precioso y libre y deja de serlo cuando algunos insisten constante y cansadamente a sentar cátedra de lo sí y de lo que no.