Esto de "contratamos a alguien" me parece una trampa machista máxima. Para que el hombrecete no tenga que ocuparse de lo que le toca en casa, contratamos a otra mujer que limpie.
Para que el hombrecete no tenga que cocinar, pobrecito, pedimos un Glovo.
No, perdona. Que el hombrecete aprenda a limpiar y a cocinar, como si fuera una persona adulta, ni más ni menos. Si en igualdad de condiciones laborales, tú puedes ocuparte de la casa, él también puede.
Existe para ellos una palabra en el castellano antiguo que ha caído en el olvido: zorrocloco.
Todavía se usa en Canarias y en Hispanoamérica, que cuidan mejor del castellano que en la España peninsular.
Se usaba para referirse al hombre que después del parto se pone enfermo, para que le hagan casito, porque se muere de envidia evidentemente.