Siguiente sesión con la psicóloga, me dice que todo está relacionado.
Que como toda mi vida, mis padres, sobre todo mi padre no tenía en cuenta mi opinión y de alguna forma me anulaba totalmente, que por eso soy tan tajante con la gente y no paso ni una, es una relación causa-efecto. También que viene de ahí, esa necesidad a veces de justificar mis decisiones, me dice la psicóloga que eso debe ser agotador....
Sobre todo, me dice de despersonalizar las actitudes de los demás conmigo, como que me deberían de afectar de otra manera, no tomármelo todo tan personal.
A todo el mundo, en ciertas situaciones de su vida, creo que le vendría bien algo de terapia. Incluso a mi marido. Pero él es un poco incrédulo, aunque le gusta lo que le voy comentando que me dice la psicóloga.
Y, a lo mejor ha sido mi evolución natural, pero ha coincidido que empecé la terapia con sentirme mejor y empezar a disfrutar de verdad de las cosas.
Este último finde, que ha sido salsero total, lo he pasado muy bien. Y para rematar, también he tenido mi momento consumista en un outlet.
Este verano no habría podido disfrutar de nada de eso ni de coña. Y mira que también nos llovió lo que quiso, pero nos dio igual.