Imagino, como psicóloga, que ella fue a consulta por el tema del amigo y no quiso explorar ningún tema más. Aunque tú en consulta tengas un paciente que requiere ayuda en X asuntos, si esa persona no quiere tratarlos, no puedes hacer nada. Lo mismo si resulta que en un principio sí quería, pero luego hay resistencia al cambio y se niega en rotundo y prefiere tirar por otros derroteros o directamente dejar la terapia. Y ojo, que algo de resistencia sueles encontrar por parte de muchos pacientes, es algo normal, muy común, porque cuando nos hacen salir de nuestra zona de confort no nos gusta... pero una cosa es una cierta resistencia y otra proponer cosas, mandar tareas, etc. y ver que el paciente no avanza porque no lo desea. Ahí sólo queda derivar (porque a lo mejor es que contigo no está conectando, no estás dando con la tecla, etc) o ver qué es lo que sí desea tratar el paciente. Porque el 1º caso sólo es válido si, pese a su resistencia, busca cambiar y mejorar (aunque ese deseo sea mínimo).
En el caso de Elena, pues siempre he supuesto que iría por eso, por lo del amigo y que si le dio por ver el tema de la ansiedad (por ejemplo), en cuanto vio que la ansiedad se enfrenta con exposición... diría hasta luego, Mari Carmen. Que me puedo estar equivocando, claro, pero es que de lo contrario no me encaja mucho su psicóloga. A no ser que fuera a la típica petarda que se sacó el título en la tómbola, hace constelaciones familiares, para la ansiedad te pone a oler flores silvestres y con que estés allí 50 minutos sentadas hablando se piensa que lo ha hecho todo genial y maravilloso.
En el caso de Elena, pues siempre he supuesto que iría por eso, por lo del amigo y que si le dio por ver el tema de la ansiedad (por ejemplo), en cuanto vio que la ansiedad se enfrenta con exposición... diría hasta luego, Mari Carmen. Que me puedo estar equivocando, claro, pero es que de lo contrario no me encaja mucho su psicóloga. A no ser que fuera a la típica petarda que se sacó el título en la tómbola, hace constelaciones familiares, para la ansiedad te pone a oler flores silvestres y con que estés allí 50 minutos sentadas hablando se piensa que lo ha hecho todo genial y maravilloso.