La importancia que le dan al trabajo y la ilusión que tienen por las recompensas cutres es porque cuando los trabajadores son separados su cerebro es como el de un niño pequeño ya que al perder sus recuerdos “emocionales” pierden la experiencia de la vida. Saben hacer cosas mecánicas como conducir o manejar un ordenador pero no tienen apenas inteligencia emocional ya que aprendemos por emociones. Si te fijas, de la primera temporada a la segunda hay una evolución en el grupo. Al principio, hacen lo que les mandan y no se atreven a encararse con Ms. Covel y Milchick, en la segunda temporada Mark se revela e insulta a Milchick, Irv ya no es tan fanático de los principios Eagan y Dylan ya no quiere saber nada de los premios chorras; es su paso a la adolescencia. Además, es una crítica hacia la cultura empresarial actual, las empresas parecen sectas con manuales llenos de “principios morales”, códigos éticos y devoción extrema a sus fundadores. Lo de los regalos absurdos al alcanzar un objetivo lo he vivido en mis carnes en varias empresas (he tenido más trabajos que Homer Simpson) y te sorprenderías al ver cuánta gente se siente feliz con que le regalen un boli.