Encantada de leerte
La hipótesis oficial me recuerda mucho a Almonte, bueno el caso al completo me parece un híbrido entre Almonte y Susqueda.
La UCO pilla un hueso y ya no lo suelta. No se investigan otras hipótesis ni a otros culpables, las pruebas que irían en contra de la hipótesis que han formulado, se obvian, las que van a favor pasan de no tener ningún peso a ser determinantes. Envenenan tanto a la familia que acaban apoyando la teoría de que un chico, del que hasta ese momento no habían oido habar, es el autor de los hechos sin la menor duda. La prueba de cargo es algo muy técnico y dificil de entender por los legos en la materia, pero pasa a ser inculpatoria sin la menor duda, pese a que otras dos personas tambien han mostrado los mismos resultados. No se hace siquiera la intención de reconstruir lo que pasó, porque para qué hablar de algo que todos entenderíamos ¿a qué hora sale de su casa Borja? ¿en que vehículo? ¿cómo sabe dónde se encuentra Sheila, que vuelve a su casa sola, en su coche y a que hora? Si estuvo toda la noche siguiéndola ¿por qué nadie le ve ni a el ni al coche que supuestamente tomó prestado? Todo eso son cuestiones que pasan a un segundo plano, porque si se responden empezaríamos a dudar y a tener otras lineas de investigación.
Pero no, se opta por la más rocambolesca y retorcida, dando por hecho una actuación complicadísima y tomando por cierto el testimonio de los que a todas luces deberían haber sido los principales investigados.
Totalmente. Justo he pensado eso, que es otro Almonte, encuentran un indicio y ya en torno a ese sospechoso construyen el caso por muy descabellado que sea todo.
La familia se aferra a eso y la opinión pública lincha al cabeza de turco de turno.
Yo en estos casos siempre aplico la teoría de Eva Blanco sobre la que se hicieron mil teorías con las letras y números del cuaderno, que si unos nazis, un amante muy mayor, un crimen pasional…y al final fue un moro random que la pilló, la violó, la mató y siguió con su vida sin mas.
Por cierto en el caso de Eva Blanco como en el de Sheila, también andaba Vicente Garrido montándose sus películas y sus perfiles criminológicos