Para que veáis lo cazurra que es, la dieta keto se basa fundamentalmente en comer grasas, limitando muchísimo los hidratos de carbono que son el principal combustible de nuestro cuerpo. Nuestro cuerpo siempre tira de los hidratos antes que de todo lo demás, pero si no tiene suficiente, lo siguiente que consume son grasas y, en última instancia, proteínas. Este tipo de dietas pueden tener sus beneficios para según quien y para según qué, pero solamente como algo momentáneo, nunca para extenderlas en el tiempo. Es como forzar al cuerpo a funcionar de una manera que no es natural (porque su instinto es utilizar la energía de los azúcares y no de las grasas). Con la dieta keto se producen cuerpos cetónicos, y si se acumulan muchos en la sangre puedes desarrollar una cetoácidosis, que en algunos desemboca en diabetes. Como ya he dicho, este tipo de dieta debe de ser muy bien supervisada por un profesional y tener un objetivo específico, porque no es ninguna tontería y puede resultar peligrosa. Gusana es el ejemplo perfecto del veneno que tiran los que no tienen ni puñetera idea y van sembrando daño en los demás. Y que alguien haga el favor de decirle que si quiere hacer la dieta keto que tiene que comer grasas, ni caldo de huesos ni agua con sal. Más tonta y no nace.