Tamara no trabaja ni en un supermercado ni en una notaría ni es funcionaria de un ministerio , ingresa miles de euros al mes y sería del género tonto a ese nivel de vida que ha vivido siempre no dormir por las noches porque hay que cambiar el pañal de las cuatro de la mañana.
Tirar de abuelos es tener nanny gratis y hay quien ni eso tiene porque su familia vive en otra ciudad o en otro país.
Pero estamos hablando de Tamara Falcó Preysler, que tiene dinero suficiente para nannys y profesores particulares de danzas tribales y órgano de iglesia para sus hijos, si algún día los tiene, y si quiere pagarlas. Que poder, puede
Y si puede y, además, ha vivido toda su vida con cocinera, personal de servicio y ella y toooodos sus hermanos han tenido nannys.. ahora pretendemos que olvide la vida que para ella es la habitual y se ponga a limpiar la casa, poner lavadoras, coser botones y dobladillos de uniformes , hacer la comida y no dormir por las noches porque, si se da la cuestión, es madre?
Pues no.
En el mundo de Tamara, tener nanny es como tener pulgares en las manos.
Lo normal. Lo raro sería no tenerlos.