Yo, personalmente, en lo que estoy de acuerdo es que hay que buscar un modo, una lectura, en la que Putin pueda salvar algo de su orgullo.
La realidad es que entró para una operación especial, unos días, lleva tres años, millonadas gastadas, negocios rotos, amigos que han perdido miles de millones por su culpa (eso por lo privado y lo odian y ya no lo veneran de la misma manera), políticos y militares que lo tienen en jaque, unos porque quieren que termine todo, otros porque quieren que sea más cruel todavía, ha tenido que mandar miles y miles de féretros a casa, ha vendido medio país a los chinos.
Todo eso era la operaciónn de tres días a la que no mandó ni casi soldados de verdad.
Él también tiene que recoger la loza rota. Y no es bueno ni recomendable humillarlo demasiado.
Por eso es la hora de la diplomacia y no de los que "hacen deals", ni de rednecks que se creen los dueños del mundo por haber leído a un filósofo y hacerse la raya del ojo sin desviarse mucho.
Putin, como Trump, creen que la diplomacia es debilidad y no conocen más lenguaje que el de la fuerza.
Recuerda a lo que llevó la política de apaciguamiento de Chamberlain con Hitler.
Si se permite que Putin salve la cabeza, antes o después, nos cortará la cabeza a todos.