Primas, espero que no os riaís de mí, fui demasiado humilde, pero tengo una idea.
A Trump le importa América como a mí se gana o pierde el Pontevedra CF. A él le importa él, y él mismo, y sí mismo. Yo le pediría al rey Haakon, que es un hombre muy presentable rey y además noruego que la nueva hornada racista adora todo lo noruego, y le explicaría que lo de Europa es un lío, por eso ellos no están en la UE, pero que sabe que es un hombre muy sabio y si resuelve todo va a hablar con la Academia para que le den el Nobel de la Paz.
Los ucrainos enemigos de Zelinskij le podrían ofrecer una estatua en el centro de Kiev, de esas doradas que le gustan. Al acuerdo lo podrían llamar Pax Donaldi.
El Rey Charles podría sacar de la manga hacerlo caballero de no sé que Orden, una naranja, tal vez, con gran pompa, tal vez también al redneck presumido que le pierden las Casas Reales.
Un esfuerzo de todos.
Es que ni me corto, el Premio Princesa de Asturias también, que placer Leticia con su lápiz verde, Bulliy Vance con el suyo azul, que duelo de bellezas!