No pasa nada de eso? Puede que no te lo hayan contado porque además la mayoría de la gente de la Obra ni cuenta que lo es, ni mucho menos lo que les cuentan ahí dentro. No les dejan porque "la gente que no es de casa no nos entiende".
Yo también los conozco de cerca. 10 hermanos de mi padre, 13 de mi madre con sus respectivas parejas e hijos.
Mi hermana tuvo un novio que iba por un centro, y su preceptor le decía que la dejara porque les interesaba a ellos, buen estudiante, de buena familia y pitable. Le decían que habían visto en él la vocación de numerario. Y pobre niño decía que no. Le preguntaban todas las semanas por las intimidades de forma muy explícita, lo pasaron fatal él y ella. Le empezaron a pedir que fuera más por el club, que ayudara con mil cosas, que fuera entrenador, que ayudara a una mudanza... para que no quedara con ella. Si se negaba le decían que era mal cristiano y burradas varias. Cuando le dijo a sus padres que no soportaba la presión y que dejaba de ir por el club fue un drama.
Bien es verdad que hay supernumerarios que se pasan por el forro lo que les dicen, y el Opus hace la vista gorda porque las familias "bien" son su mejor publicidad ante la sociedad. ¿Veis como son normales? ¿Veis qué familias más divinas? Todos los meses además nos dan el diezmo. Son profesionales, inteligentes, tienen pasta, y sus hijos son muy educados.
La mayoría de los que están ahí son gente maja, trabajadora y buena. Pero las normas que les intentan imponer son de juzgado de guardia. Los derechos humanos son irrenunciables, no se puede uno pegar porque se lo diga su director espiritual ni dormir en el suelo porque eres mujer numeraria, no se le puede preguntar a un menor todas las semanas sobre las veces que se masturba, no se puede separar a los numerarios de su familia que no las ven ni en navidades.
40 libros podría escribir con historias terribles, incluidos suicidios por el machaque y la presión a personas buenas que pensaban que si les obedecían serían santos y si no lo hacían eran gusanos de la peor especie
Siento los rollos que suelto pero he visto tanto dolor que no me puedo callar