Menudas burradas sueltas…, no tienes ni idea. no se puede generalizar y no siempre eso que dices de las mochilas y demás son cargas de los hijos y si de padres frustrados y con problemas.
No suelto burradas. Digo lo que está pasando y pocos dicen en público pero muchos en privado, Lo que digo es información de primera mano. Información que viene de los mismísimos servicios sociales que gestionan adopciones, esos profesionales que, según tú, son muy burros y no tienen ni idea.
No suelto burradas. Digo lo que está pasando y pocos dicen en público pero muchos en privado, Lo que digo es información de primera mano. Información que viene de los mismísimos servicios sociales que gestionan adopciones, esos profesionales que, según tú, son muy burros y no tienen ni idea.
Si te leyeran si que se llevarían las manos a la cabeza. Por cierto que estás diciendo cosas que yo no he dicho y por supuesto te inventas. Pero que demonices a criaturas que necesitan de protección y muchas otras cosas con eso de las mochilas, problemas mentales, etc… tiene tela marinera. Solo te falto decir que es lógico que maten con todos esos traumas que tienen
Si te leyeran si que se llevarían las manos a la cabeza. Por cierto que estás diciendo cosas que yo no he dicho y por supuesto te inventas. Pero que demonices a criaturas que necesitan de protección y muchas otras cosas con eso de las mochilas, problemas mentales, etc… tiene tela marinera. Solo te falto decir que es lógico que maten con todos esos traumas que tienen
No es demonizar a los chiquillos que no tienen culpa de nada. Es procurar que la gente que adopta esté informada y realice una adopción responsable porque si no lo es, los primeros perjudicados son los niños.
No dicen más, pri. Es del artículo que puso Nancy.
De base, supongo que dejarlo con el padre u otros familiares era complicado. Cómo gestionar emocionalmente algo tan heavy de un día para otro? Igual el padre pidió una guarda voluntaria y, dadas las circunstancias, resolvieron de inmediato.
Quizá también por lo del posible maltrato. Aunque me da que era la madre la probable maltratadora, el padre supongo que consentidor. Una vez muerta poco peligro tendría el padre, no sé.
Todo conjeturas, claro. A saber qué había ahí para que acabara como acabó la cosa.
El Juzgado de Menores de Santander ha emitido ya una sentencia firme en relación al asesinato en Castro Urdiales, a manos de sus dos hijos, de Silvia López Gayubas. Como publica El Diario Montañés, condena al hijo mayor, que tenía 15 años en el momento de los hechos, a seis años de internamiento...
La jueza establece la pena máxima por “la extrema gravedad de los hechos” en una sentencia de conformidad que ha sido acordada entre las partes y aceptada por el acusado.Además de por asesinato, se le castiga también por un delito de agresión sexual hacia su madre a la que, como recoge la sentencia, “con ánimo libidinoso le introdujo varias veces los dedos en la vagina”.
Se le imponen también tres años de libertad vigilada y se le prohíbe acercarse a menos de 300 metros a su padre, abuelos y tío maternos.
En vista de la sentencia (qué horror), retiro todo lo dicho por mi parte en favor/duda de los chicos. En su momento intenté entender la situación ya que se hablaba de posibles malos tratos y aun teniendo un final, tan grotesco, eso podía explicar (que no justificar) un acto desesperado por los chavales. Todos especulábamos en el hilo porque no nos cabía en la cabeza que dos críos pudieran hacer algo así sin que hubiera alguna justificación, por cruel que fuera...
Sabiendo los nuevos detalles, solo quiero añadir mis disculpas a la familia (si alguno me leyera por muy remoto que sea) y espero que la familia adoptante se encuentre bien arropada por su comunidad.
Qué horror, en su día este caso me dejó consternada.
l adolescente que acuchilló a su madre en Castro Urdiales pasará 6 años encerrado por dos delitos de asesinato y agresión sexual
El adolescente perpetró el asesinato mientras su hermano de 13 años sujetaba a Silvia L.G. que junto a su marido les había adoptado siendo niños. Después de acuchillarla, el homicida quitó la ropa a la víctima y "con ánimo libidinoso le introdujo varias veces los dedos en la vagina"
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La enfermera vizcaína Silvia L. G. junto a los dos menores adoptados durante la comunión de uno de ellos.EL MUNDO Josean IzarraVitoria
Vitoria
Actualizado Martes, 12 noviembre 2024 - 14:00
El Juzgado de Menores de Santander ha condenado al adolescente que asesinó a su madre adoptiva en Castro Urdiales a permanecer recluido durante 6 años por los delitos de asesinato y de agresión sexual. El menor de 15 años de edad acuchilló a su madre cuando se encontraba comiendo el pasado 7 de febrero y contó con la colaboración de su hermano pequeño de 13 años. Después, desnudaron a la víctima y, según la sentencia, "con ánimo libidinoso le introdujo varias veces los dedos en la vagina".
El crimen de Silvia L.G. conmocionó a la localidad cántabra el pasado 7 de febrero porque los dos menores habían sido adoptados por una pareja vizcaína. En un primer momento, los dos chavales que nacieron en Rusia hicieron creer a su abuela para decirle que les habían secuestrado. Eran las 21.00 horas de la noche y, como ahora constata la sentencia, ya habían asesinado a su madre adoptiva e intentado huir.
El fallo judicial, que ha adelantado El Correo, detalla que la agresión se produjo cuando Silvia que trabajaba en el hospital de Cruces de Barakaldo (Bilbao) se encontraba comiendo. Sus hijos adoptivos en un ataque premeditado le provocaron la muerte. El mayor fue quien acuchilló a Silvia mientras era sujetado por el pequeño. Después de desnudar a su madre y agredirla sexualmente, los menores la llevaron hasta el garaje situado en la planta inferior de la vivienda adosada ubicada en la calle Monte Cerredo de Castro Urdiales (Cantabria).
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Los dos menores colocaron el cuerpo de su madre adoptiva en los asientos traseros del vehículo familiar después de quedarse con su tarjeta bancaria y el teléfono móvil. Después intentaron salir del garaje pero chocaron contra un muro antes de llegar al exterior de una urbanización situada en las laderas de este municipio cántabro en el que residen miles de vizcaínos. Después, huyeron a pie, llegaron a comprar chucherías en una tienda cercana e intentaron ocultarse en un zona boscosa en el parque de Cotolino junto al mar.
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La Guardia Civil les detuvo de madrugada mientras el padre adoptivo que se encontraba trabajando regresaba al hogar familiar. El adolescente condenado a 6 años de reclusión -la máxima pena posible- también tendrá que estar otros tres años en libertad vigilada y no podrá acercarse a menos de 300 metros de su padre, sus abuelos y sus tíos maternos que han ejercido la acusación particular en este crimen. El hermano menor es inimputable por su colaboración el crimen de su madre adoptiva.
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