Pues yo soy la nota discordante del post.
Yo bebo, no mucho ni todos los días, pero me encanta el vino, no lo puedo evitar... No tomo nada de cocteleria eso no lo aguanto, ni cervezas que no sean cero (porque me gusta el sabor, pero si me puedo ahorrar el alcohol mejor) pero el vino... Es que no tiene sustituto y no es por el alcohol en sí mismo, eso me da igual, no necesito sus efectos en absoluto, pero es por el sabor de una buena copa de vino... Llevo un año sin tomar una sola gota (embarazo y ahora lactancia) y no pasa nada, pero lo echo de menos... Nos ponemos a comer, huelo la copa de mi marido y es como el que echa de menos el jamón en el embarazo...
Y se que es una droga, que no es bueno, que debería ser abstemia... Todo eso lo sé, pero a veces pienso, el azúcar tampoco es bueno, la sal en exceso tampoco, las grasas y fritos... Y digo, si yo no tomo nada de eso, cocino sin sal, no tomamos fritos ni dulces, hacemos vida sana sanísima, ¿si me tomo un vino una vez a la semana o cada dos semanas tan malo es? Y ahí pienso que de algo me tendré que morir y me bebo mi copita y la disfruto. Eso sí, yo no le doy por saco a nadie, me da igual lo que se pidan los demás, faltaría! Si hay quien no quiere, pues mejor por él, ya os digo, me gustaría mucho poder ser así...