Sus mentiras mientras tartamudea y se traba porque este chico miente hasta durmiendo es lo de menos.
Lo que me parece demencial es utilizar a su madre fallecida con mentiras para justificarse, luego lo de insultar a la gente utilizando descalificativos como locos, son unos mierdas y psicópata pues....
El chico recurre al insulto como mecanismo de defensa y su comportamiento tiene tintes muy claros de manipulación emocional y evasión de responsabilidad, es imposible no verlo.
El mentiroso profesional al sentirse acorralado al ser expuesto y no tener argumentos válidos usa el insulto para desviar la atención del tema principal (
la mentira).
Busca siempre intimidar o desacreditar a quien le confronta, para evitar tener que dar explicaciones, lo hace siempre.
Tiene rasgos de orgullo excesivo, baja tolerancia a la crítica o incluso narcisismo elevado a niveles lejos del alcance de cualquier persona de este mundo, no es broma.
Perfil del mentiroso profesional:
1. Mecanismo de defensa favorito: el ataque.
Cuando se le confronta con una mentira, en vez de asumirla o justificarse de forma racional, responde con insultos, sarcasmo o desprecio. Su lógica: “
la mejor defensa es un buen ataque”.
2. Orgullo frágil.
Tiene una imagen muy inflada de sí mismo, pero internamente, una autoestima frágil. Ser descubierto mintiendo lo siente como una humillación, y necesita recuperar el control a cualquier precio.
3. Cero autocrítica.
Nunca admite errores. Si algo salió mal, fue culpa de otro. Si le pillas mintiendo, tú eres el problema: “tú malinterpretaste”, “eres paranoico”, “solo buscas bronca”.
4. Manipulación emocional.
Usa el insulto como forma de control: para que el otro se sienta culpable, inseguro o que dude de su propia percepción. Es una forma de gaslighting disfrazado de rabia.
5. Patrón cíclico.
Este comportamiento no suele ser puntual. Es un patrón. Miente, lo descubren, insulta, se victimiza, y después puede incluso actuar como si nada hubiese pasado.
Hay personas como el mentiroso profesional que cuando se ven descubiertas en una mentira, no buscan explicarse ni disculparse. En lugar de asumir la responsabilidad, se encienden como una chispa cerca de la gasolina y reaccionan con insultos, como si el simple hecho de ser confrontados fuera una ofensa personal. Son expertos en girar la situación a su favor, no con argumentos, sino con ataques. Es su mecanismo de defensa favorito: “
si me pillas, te grito; si tienes razón, te humillo”
Lo curioso es que muchas veces esta reacción no nace de su maldad, sino de su miedo. Tiene un orgullo frágil, una autoestima que no soporta ni el más leve rasguño. Ser descubierto mintiendo le resulta intolerable porque derrumba la imagen inflada que tiene de él mismo. Por eso necesita desviar el foco, y lo hace hiriendo, haciéndote sentir que tú eres el problema, que exageras, que eres paranoico o conflictivo o como es mi caso, llamándome psicópata. Porque si tú quedas como el loco, ellos quedan como víctimas.
No hay espacio para la autocrítica en su mundo ni en sus seguidores fanáticos. Nunca verás un “tienes razón” salir de sus labios. Lo más probable es que tras la tormenta, actúe como si nada hubiera pasado. Como si tú también tuvieras que seguirles el juego y olvidar el desplante, que es lo que siempre hace.
Y así, el ciclo con el mentiroso profesional se repite una y otra vez: miente, lo pillas, se enfada, te ataca, y luego lo entierra bajo una alfombra de silencio o sarcasmo. Porque para él y sus seguidores, la verdad es menos importante que su necesidad de tener siempre la razón.
Son hechos probados.
Sin acritud.
Bona nit
