Mi opinión basada en nada, claro, es que nunca hubo un plan ni nada de nada. Rosario era una mujer mentalmente frágil que se crió bajo la tutela de unos padres cultos, rectos, ricos, que seguramente la llevaban por el camino que se esperaba de ella. Al perder a sus padres se quedó sin el referente vital y no fue capaz de superarlo. Lo intentó; dejó el cargo de Cónsul, cerró el despacho, se divorció, comenzó una nueva relación... pero deshacerse de la responsabilidad de un hijo es otra cosa.
Rosario le dijo a su psiquiatra que la cría le chupaba la vida, que no quería ni pensar en qué ropa ponerle. Pero no estaba tan mal, era capaz de viajar a Marruecos, hacer negocios con empresarios de allí, tener relaciones en un yate con un hombre casado... esas cosas son imposibles para alguien con una verdadera depresión; todo para lo que era inútil estaba relacionado con la casa y la niña, lo que no quería. Y Alfonso, que la necesitaba para sobrevivir, estaba siempre ahí recordándole todas las obligaciones que ella no era capaz de cumplir sin su ayuda. Al final lo que logró fue que se volviera contra la niña, que la ataba a un hombre con el que no quería estar y emocionalmente se distanciara de ella completamente.
Probablemente las pastillas no eran más que una forma de que la cría la dejara en paz y no se enterase de la vida que estaba haciendo, y al final se le fue la mano.
Y llegados a ese punto ¿qué podía hacer él?. Con la niña muerta y Rosario en prisión y divorciados, no tenía acceso al dinero ni a nada. La apoyó porque si ella se libraba, tendría que agradecérselo toda la vida y ocuparse de que estuviese callado. No creo que pensara jamás que él iba a terminar también condenado porque sabía mejor que nadie que no habría pruebas porque no estuvo allí. Pero...

Perdón, vaya parrafada que me ha salido.