Comienza el juicio al monstruo de Mazan (Francia): drogó a su mujer durante años para ser violada por 50 hombres

Qué horror de caso! Qué mal cuerpo te deja! Qué tristeza tan grande!
No hay ninguna condena que pueda compesar a esta mujer de todas las atrocidades vividas. No es sólo saber las aberraciones que te han hecho todos esos desgraciados, sino el saber que la persona que has elegido para compartir tu vida, el padre de tus hij@s, tu compañero de vida, es el responsable directo de todo tu sufrimiento. No me puedo ni imaginar el impacto emocional que tiene que tener todo eso. Y no sólo para ella que es la víctima directa sino también en sus hij@s, sabiendo además que tenía fotos de su hija dormida y desnuda.

Una se pregunta hasta qué punto la sociedad le ha fallado a la víctima. En algún diario se ha hablado de que el marido les animaba a hacer prácticas sadomasoquistas, este tipo de práctica suelen dejar lesiones, ella había acudido a revisiones ginecológicas por dolores, además de por enfermedades de trasmisión sexual y ningún médico al explorarla se dio cuenta de que era objeto de violaciones? No me lo explico.

Evidentemente, sin echarle la culpa a los vecinos de nada, también me cuesta entender que en un pueblo tan pequeño donde todo el mundo se conoce, a nadie le extrañara que en la noche entraran hombres desconocidos en la vivienda de la víctima. Vivo en un pueblo que tiene más o menos los mismos habitantes, en mi barrio nos conocemos tod@s y nadie se mete en la vida de nadie, todo el mundo va a lo suyo, pero creo que si de manera sistemática entraran a la noche hombres desconocidos en la casa de mis vecin@s, en algún momento me saltaría la alarma de que algo extraño pasa. Creo que nunca se me pasaría por la cabeza que estuvieran violando a mi vecina, pero sí que pensaría que algo extraño pasa.
Los franceses suelen decir que los españoles somos cotillas, pero en casos como este es una ventaja. Como bien dices, creo que aquí seria raro que los vecinos no comentaran que habia algo raro. Como tú bien dices, una mente normal no.puede imagina lo que pasaba. Pero creo que aqui habria cotilleos y seguro que la mujer se enteraria de que los vecinos comentan que algo pasaba.
 
Muchísima gente toma algún medicamento para dormir la señora puede que tuviera alguna u otra medicación que le causará sueño, y eso es lo que utilizaba el monstruo para justificar a la mujer que tuviera tanto sueño, la dejaría de loca exagerada, minimizando sus quejas.
Muchas ETS pueden estar años hasta que dan síntomas.
A mi no me parece parece tan raro.
Claro si es que por lo que dicen las noticias además se "supone" que tenia un diagnóstico y que toda la familia se creyó. Persona mayor, con lagunas, pues alzheimer. Y como no hay ningún otro indicador, nadie sospecha nada y el hace tan bien su papel pues todos dan por supuesto que es así y pobre mujer. No es una enfermedad que te hacen un análisis de sangre y dicen pues si o no para confirmar. Cuantos años habrá estado riéndose de ella. La mujer pensando que perdía la cabeza y el lo que hacía era drogarla y sedarla hasta la inconsciencia. Es que a saber si está mujer no ha estado a punto de la muerte por una sobredosis. Que tenía "lagunas" de días. Vamos que estaba inconsciente días por las drogas. Un milagro que se despertase.
 
Es aún peor de lo que pensábamos, el marido cobraba 🤬

Drogada por su esposo, Gisèle Pélicot (67 años) fue violada cinco veces por semana, 285 veces por año, entre julio del 2011 y octubre del 2020, por más de ochenta hombres, en sesiones de violencia sadomasoquista que el marido fotografiaba y filmaba tras cobrar en efectivo por servicios sexuales prestados por su esposa en estado sonámbulo. Jérémie Bosse Platiére, comisario en jefe del Service régional de police judiciaire (SPRJ) de Aviñón, que instruyó por orden judicial el caso, ha aportado datos brutales sobre el comportamiento del esposo, Dominique Pélicot (70 años), durante la tercera jornada de un caso que debe prolongarse durante cuatro meses.


Según el comisario Bosse Platière, Gisèle Pélicot fue violada «por lo menos en 200 ocasiones». El marido esperaba a los desconocidos en el domicilio familiar de Mazan (Vaucluse), y les hacía pagar antes de abrir la puerta del lecho conyugal donde la esposa reposaba, drogada y desnuda.

 
Es aún peor de lo que pensábamos, el marido cobraba 🤬

Drogada por su esposo, Gisèle Pélicot (67 años) fue violada cinco veces por semana, 285 veces por año, entre julio del 2011 y octubre del 2020, por más de ochenta hombres, en sesiones de violencia sadomasoquista que el marido fotografiaba y filmaba tras cobrar en efectivo por servicios sexuales prestados por su esposa en estado sonámbulo. Jérémie Bosse Platiére, comisario en jefe del Service régional de police judiciaire (SPRJ) de Aviñón, que instruyó por orden judicial el caso, ha aportado datos brutales sobre el comportamiento del esposo, Dominique Pélicot (70 años), durante la tercera jornada de un caso que debe prolongarse durante cuatro meses.


Según el comisario Bosse Platière, Gisèle Pélicot fue violada «por lo menos en 200 ocasiones». El marido esperaba a los desconocidos en el domicilio familiar de Mazan (Vaucluse), y les hacía pagar antes de abrir la puerta del lecho conyugal donde la esposa reposaba, drogada y desnuda.

En serio, es posible que a alguien se le escapara que el monstruo malnacido no lo hacía por dinero?
Flipo.
 
Cómo es posible que alguien encuentre esto gracioso:cry:
Yo les haría pasar lo mismo un ratito en sus carnes. Con cinco minutitos, se les quitaría la tontería.

Por cierto, que suelen ser hombres los que le quitan importancia. Cuando me metí en comentarios ayer en ambas publicaciones de IG, flipé. Pocos había quejándose y muchas rechazándolo.
 

Gisèle Pélicot, drogada por su marido para ser violada por otros hombres: "Me trataron como una muñeca, una bolsa de basura"​

Testifica la mujer a la que su marido drogó durante una década para que la violaran otros hombres


Gisèle Pelicot ha entrado poco antes de las nueve de la mañana en la sala de audiencias del Tribunal de Justicia de Aviñón. Vestida con una falda roja y una camisa blanca, ha comenzado su relato. El de su historia de amor y de horror. El de los 50 años de vida en común con su marido, que la drogó durante 10 sin que ella lo supiera para que decenas de hombres (51) pudieran violarla mientras ella estaba inconsciente.

Su relato, durante hora y media y sin parar, habla mucho de la dignidad. La de la víctima, una mujer que ahora tiene 72 años y que ha decidido tener un juicio público, a rostro descubierto, para ayudar "a otras mujeres que puedan estar en la misma situación". Ella misma ha ilustrado en varias ocasiones lo vivido: "Es como un boxeador, al que golpean y se vuelve a levantar una y otra vez".

El juicio contra su marido, Dominique P. comenzó el lunes. Se juzga a 51 hombres por violaciones agravadas. Sucedieron entre 2011 y 2020 en Mazan, el pueblo donde vivían. Hoy es la primera vez que ella testificaba. "Nuestra relación había estado basada en la confianza durante 50 años", ha dicho.

Ha comenzado contando el día en el que los investigadores la llamaron para "enseñarle algunas fotos", para revelarle el horror que ella misma desconocía haber vivido durante años. En la comisaría le preguntaron si tenía una sexualidad normal, si practicaba intercambios: "Les dije que nunca, que soy mujer de un solo hombre".

"Me dijeron: le vamos a mostrar cosas que no le van a gustar. Me empezaron a sacar fotografías. 'Señora, ¿se reconoce en esta foto?', me preguntaron. Yo no reconocía a la mujer ni a la persona que estaba al lado, a mi lado".

"Me enseñó dos fotos más: yo estaba en mi cama, inerte, dormida, y un hombre estaba a punto de violarme", ha seguido. "Estaba en estado de shock. Para mí todo se derrumbó, todo lo que habíamos construido durante 50 años. Teníamos tres hijos y siete nietos. No entendía nada. Me quisieron enseñar un vídeo, les dije que no podía".

En septiembre de 2020, Dominique Pélicot, hoy con 71 años, fue detenido en un supermercado de Carpentas, en el departamento de Vaucluse, cuando grababa a varias clientas por debajo de sus faldas. Él se excusó al agente de seguridad que le detuvo diciendo que había actuado "por impulsos incontrolables".

Gisèle Pélicot ha relatado las ausencias que tenía, se olvidaba de cosas, de momentos. Todas esas lagunas las atribuía a una enfermedad. "Pensaba que tenía un principio de Alzheimer". Ha relatado el momento en el que llamó a sus hijos para decirles lo que los investigadores le acababan de revelar. Su hija: "Se me quedará grabado para siempre: gritaba como una bestia".

Ha relatado los meses que vivió en estado de shock, ha hablado del proceso de reconstrucción ("si es que algún día estaré reconstruida"), cuando salió de su casa, el hogar que habían compartido. "Estaba devastada, y aún no tenía conocimiento de todas las fotos y vídeos que iba a descubrir después, ni del combate de una mujer que ha perdido todo en su vida, traicionada. No sabía cómo iba a salir de aquello. Llegué a la estación de tren con dos maletas y un gato, lo que me quedaba de 50 años de vida. No tenía identidad en ese momento: no sabía donde estaba ni donde iba".

La mujer ha respondido a las preguntas del juez, sobre su sexualidad, qué tipo de prácticas tenía con su marido y cómo era su relación. Parte de los detenidos estaban presentes, la mayoría camuflados o tapados: hombres aparentemente normales, con trabajos normales, con familias normales. "Tengo un sentimiento de asco hacia todos esos individuos". "Cuando un hombre viene a violarme varias veces sin protección, es mi vida la que está en peligro. No tengo ninguna lástima hacia todas esas personas".

Dominique P. reclutaba a los violadores en Internet. Son 51. La mayoría alega que no sabía que ella estaba inconsciente y que pensaban que era un juego entre el matrimonio. Tras el incidente del supermercado, la policía descubrió en los registros fotos y vídeos en los que su mujer era violada por varios hombres desconocidos. Ella tardó meses en poder visionar algunos. "Son escenas de horror para mí, de violaciones insoportables en las que hay dos, tres hombres, sobre mí. Yo estoy anestesiada, no entro en los detalles porque no es mi rol, pero no son escenas de s*x*, son escenas de violación".

"Son escenas de barbarie, de violencia, son violaciones, imágenes inimaginables. Aún no sé como hoy mi cuerpo puede estar delante de usted. Quizá ha esperado cuatro años para poder testificar. La gente se preguntará ¿cómo esta mujer sigue en pie hoy?".


"Como estaba drogada, nadie podía probar lo que yo he vivido. Hay otras mujeres que han sufrido lo mismo. Es de una obscenidad increíble. He sido sacrificada. Cuando ves a una mujer drogada y violada...Eres como un muerto, tu cuerpo está caliente, no frío, pero eres un muerto. Ninguno de esos hombres tuvo lucidez para decir 'Aquí pasa algo raro'. Me trataban como una muñeca, yo era una bolsa de basura".

Gisèle Pelicot ha testificado sin pausa, ha querido hacerlo a cara descubierta y en audiencia pública. "Para mí es insoportable, pienso en todas las mujeres que han podido sufrir lo mismo. Si yo hubiera escuchado un testimonio similar, habría reaccionado antes". "Si alguien me hubiera dicho que él estaba enfermo, le habría ayudado a buscar ayuda psicológica. Habría estado a su lado. He perdido 10 años de mi vida y jamás los recuperaré". "Teníamos todo para ser felices, todo". "Una mujer que sufre esto, qué ha hecho para merecer algo así".


 
¿Pero esta gente qué tiene en la cabeza? Si hasta el marido se ha declarado culpable…
Porque se defienden entre ellos pase lo que pase, por eso aunque haya un vídeo nunca las creen. La que está bajo sumisión química: pero y si se hacía la dormida? Como que no notaba nada? La que grita y pelea: pero grita de dolor o placer? La que está paralizada: no ha dicho que no, no ha gritado.
 

Gisèle Pélicot, drogada por su marido para ser violada por otros hombres: "Me trataron como una muñeca, una bolsa de basura"​

Testifica la mujer a la que su marido drogó durante una década para que la violaran otros hombres


Gisèle Pelicot ha entrado poco antes de las nueve de la mañana en la sala de audiencias del Tribunal de Justicia de Aviñón. Vestida con una falda roja y una camisa blanca, ha comenzado su relato. El de su historia de amor y de horror. El de los 50 años de vida en común con su marido, que la drogó durante 10 sin que ella lo supiera para que decenas de hombres (51) pudieran violarla mientras ella estaba inconsciente.

Su relato, durante hora y media y sin parar, habla mucho de la dignidad. La de la víctima, una mujer que ahora tiene 72 años y que ha decidido tener un juicio público, a rostro descubierto, para ayudar "a otras mujeres que puedan estar en la misma situación". Ella misma ha ilustrado en varias ocasiones lo vivido: "Es como un boxeador, al que golpean y se vuelve a levantar una y otra vez".

El juicio contra su marido, Dominique P. comenzó el lunes. Se juzga a 51 hombres por violaciones agravadas. Sucedieron entre 2011 y 2020 en Mazan, el pueblo donde vivían. Hoy es la primera vez que ella testificaba. "Nuestra relación había estado basada en la confianza durante 50 años", ha dicho.

Ha comenzado contando el día en el que los investigadores la llamaron para "enseñarle algunas fotos", para revelarle el horror que ella misma desconocía haber vivido durante años. En la comisaría le preguntaron si tenía una sexualidad normal, si practicaba intercambios: "Les dije que nunca, que soy mujer de un solo hombre".

"Me dijeron: le vamos a mostrar cosas que no le van a gustar. Me empezaron a sacar fotografías. 'Señora, ¿se reconoce en esta foto?', me preguntaron. Yo no reconocía a la mujer ni a la persona que estaba al lado, a mi lado".

"Me enseñó dos fotos más: yo estaba en mi cama, inerte, dormida, y un hombre estaba a punto de violarme", ha seguido. "Estaba en estado de shock. Para mí todo se derrumbó, todo lo que habíamos construido durante 50 años. Teníamos tres hijos y siete nietos. No entendía nada. Me quisieron enseñar un vídeo, les dije que no podía".

En septiembre de 2020, Dominique Pélicot, hoy con 71 años, fue detenido en un supermercado de Carpentas, en el departamento de Vaucluse, cuando grababa a varias clientas por debajo de sus faldas. Él se excusó al agente de seguridad que le detuvo diciendo que había actuado "por impulsos incontrolables".

Gisèle Pélicot ha relatado las ausencias que tenía, se olvidaba de cosas, de momentos. Todas esas lagunas las atribuía a una enfermedad. "Pensaba que tenía un principio de Alzheimer". Ha relatado el momento en el que llamó a sus hijos para decirles lo que los investigadores le acababan de revelar. Su hija: "Se me quedará grabado para siempre: gritaba como una bestia".

Ha relatado los meses que vivió en estado de shock, ha hablado del proceso de reconstrucción ("si es que algún día estaré reconstruida"), cuando salió de su casa, el hogar que habían compartido. "Estaba devastada, y aún no tenía conocimiento de todas las fotos y vídeos que iba a descubrir después, ni del combate de una mujer que ha perdido todo en su vida, traicionada. No sabía cómo iba a salir de aquello. Llegué a la estación de tren con dos maletas y un gato, lo que me quedaba de 50 años de vida. No tenía identidad en ese momento: no sabía donde estaba ni donde iba".

La mujer ha respondido a las preguntas del juez, sobre su sexualidad, qué tipo de prácticas tenía con su marido y cómo era su relación. Parte de los detenidos estaban presentes, la mayoría camuflados o tapados: hombres aparentemente normales, con trabajos normales, con familias normales. "Tengo un sentimiento de asco hacia todos esos individuos". "Cuando un hombre viene a violarme varias veces sin protección, es mi vida la que está en peligro. No tengo ninguna lástima hacia todas esas personas".

Dominique P. reclutaba a los violadores en Internet. Son 51. La mayoría alega que no sabía que ella estaba inconsciente y que pensaban que era un juego entre el matrimonio. Tras el incidente del supermercado, la policía descubrió en los registros fotos y vídeos en los que su mujer era violada por varios hombres desconocidos. Ella tardó meses en poder visionar algunos. "Son escenas de horror para mí, de violaciones insoportables en las que hay dos, tres hombres, sobre mí. Yo estoy anestesiada, no entro en los detalles porque no es mi rol, pero no son escenas de s*x*, son escenas de violación".

"Son escenas de barbarie, de violencia, son violaciones, imágenes inimaginables. Aún no sé como hoy mi cuerpo puede estar delante de usted. Quizá ha esperado cuatro años para poder testificar. La gente se preguntará ¿cómo esta mujer sigue en pie hoy?".


"Como estaba drogada, nadie podía probar lo que yo he vivido. Hay otras mujeres que han sufrido lo mismo. Es de una obscenidad increíble. He sido sacrificada. Cuando ves a una mujer drogada y violada...Eres como un muerto, tu cuerpo está caliente, no frío, pero eres un muerto. Ninguno de esos hombres tuvo lucidez para decir 'Aquí pasa algo raro'. Me trataban como una muñeca, yo era una bolsa de basura".

Gisèle Pelicot ha testificado sin pausa, ha querido hacerlo a cara descubierta y en audiencia pública. "Para mí es insoportable, pienso en todas las mujeres que han podido sufrir lo mismo. Si yo hubiera escuchado un testimonio similar, habría reaccionado antes". "Si alguien me hubiera dicho que él estaba enfermo, le habría ayudado a buscar ayuda psicológica. Habría estado a su lado. He perdido 10 años de mi vida y jamás los recuperaré". "Teníamos todo para ser felices, todo". "Una mujer que sufre esto, qué ha hecho para merecer algo así".


Llorando estoy
 
En el programa " Viviendo con un asesino" de Dkiss salió un caso de una mujer a la que su marido drogaba, violaba y grababa. Ella también pensaba que estaba enferma por los efectos de los narcóticos y las agresiones.
No se enteró hasta que la policía lo detuvo por varios asesinatos y descubrieron los vídeos.
 
Respecto a este caso solo me sale decir una cosa: hijo de mil putassssss y aún me sabe mal por las putas. Desgraciado, cerdo, marrano, depravado buffff yo lo mato. No, no lo mato, le hago algo para que quede tullido o medio vegetal y que lo cuiden los otros 80 y pico hijos de put* que participaron de esto. Que sufra hasta el último día de su vida. No merece menos. A la mujer todo el cariño y ayuda que se le pueda dar será poco. No se yo si algo así se supera ya nunca. Espero por su bien que si.
 

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