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Pues piensa que ya lo has hecho y listos xDConfieso que mataría a unas cuantas compañeras de trabajo, pero lentamente y que duela y sin remordimientos. Qué alguna me diga cómo puedo sentir indiferencia, cuál el secreto, si lo conocéis?
Me has recordado un episodio de mi vida. Cuando le digo “te quiero mucho! “ a mi padre, me dice: gracias !! y se queda en la gloria.Le contesté "igualmente" a una persona que me dijo "feliz cumpleaños".
confieso que adoro muchisimo tu odio a francia, me recuerda al mio de con los calv0s
Yo también hago eso , aunque ya no tantoOtra confesión que tampoco sabe nadie, muchas veces si no me consigo dormir creo películas en mi cabeza con diálogos y todo....yo creo que debía de ir para guionista jaja
Me pasa igual, no me sale porque nunca nos lo dijimos en casa y ahora con ellos me suena como impostado.Mis padres no nos decían te quiero a mi hermana y a mi. De repente, ya pasaditos mis 20, a mi madre le da por empezar a soltarlo a todas horas…
Bueno, pues os juro que me incomoda muchísimo. A veces le contestaba un “ya, ya lo sé”otras hacía como si nada. Muy de vez en cuando un “yo también”
No me sale, con otras personas si pero con ella no. Lo curioso es que lo hablé con mi hermana hace poco y le pasa exactamente lo mismo!!
Decidle a vuestros hijos que les queréis desde pequeños, o no esperéis que salga de ellos decirlo.
A mi niño se lo digo constantemente, aunque aún no me entienda
Yo tengo un problema serio.....veo gatos.Ostras tú eres como yo. Yo también soy como la señora de las caras de Bélmez, veo caras con mucha facilidad.
Formas de países, mapas en manchas, tazas de café, hojas de árboles, nubes, etc.
tu y yo ahora somos mejores amigasÚltimamente estoy empezando a tener sospechas sobre los calvos y el gafe que desprenden.
Lo confieso: calvos, me pareceis hombres con algún rollito siniestro.
Las que me conocen en este foro saben que yo he tenido mis amores platónicos con algún calvo, como aquel policía Nacional de la comisaría de mi barrio con el que tendría un par de hijos, pero era la excepción. No le haría ascos a calvos ilustres como Jason Statham o incluso reconozco el atractivo de Dwyane Johnson. Hay calvos y calvos, no es lo mismo Bruce Willis que un Paco de la vida.
Unos amigos míos, varones para más señas, están empeñados con su teoría de los calvos y la maldición, la destrucción y la mala suerte. Por ejemplo, vamos por la calle a comprar a un sitio, vemos un calvo, y mis amigos sueltan de inmediato "nos ha tocado un calvo, nada puede salir bien". O vemos un evento deportivo "el árbitro es calvo, estamos jodidos". Y de verdad, algo funesto se cierne sobre el ambiente en la presencia de un calvo.
Yo pensaba que era el odio ancestral a los calvos de ciertas amistades mías, solía pasar y no hacer caso de esa conspiración extraña sobre los calvos, pero os aseguro que llevo un tiempo viviendo experiencias con calvos, que están refutando esta extraña teoría.
Como un calvo ande involucrado en algún sitio, escena, suceso, no se, cajero del Mercadona o vecindario, ese calvo es una persona de la que no te puedes fiar.
No se si esto está siendo un debate abierto en programas como el de Iker Jiménez o en simposios en universidades.
Los calvos últimamente, me están dando mala espina. Y tengo pruebas empíricas tras mis experiencias de los últimos tiempos.
Algo pasa con los calvos, cuidado pues.