Prima, te abrazo y te comprendo. No sé si tendré el tiempo ni las neuronas suficientes a estas horas para responderte con toda la claridad que me gustaría.
Un hijo te remueve a todos los niveles. Ya no eres la misma persona que antes de ser madre, y las hormonas influyen muchísimo en cómo te sientes y cómo gestionas esos sentimientos.
También cambia la relación de pareja, se discute infinitamente más que antes y el rol de pareja se pierde en el rol de padre/madre. Ya no hay tiempo ni ganas para conectar.
El camino que tú estás transitando lo hemos pasado la mayoría que hemos sido madres antes que tú. Mi mayor tiene 5 años y seguimos en la brecha, a temporadas mejor y otras peor. Pero he asumido que hay cosas que es muy difícil cambiar, yo puedo evitar estar encima de todo y controlando que todo esté ok y él está cómodo en su rol de "mandao". Una cosa retroalimenta a la otra. Mientras tanto voy luchando aquellas batallas que considero imprescindibles o las que creo que puedo ganar. Es importante hacer un reparto de tareas y que él se responsabilice 100% de ellas, no sólo las físicas si no también las mentales (estar pendiente de los mensajes de la escuela infantil y encargarse de lo que pidan, por ejemplo).
Lo que te aseguro que no funciona es esperar a que él se dé cuenta. No se dará cuenta a no ser que se lo expliques claramente las veces que haga falta, y aún así quizás no le dé la gana, porque se está más cómodo encargándose de lo mínimo. Demándale y explícale cada una de las veces, y hazlo cuanto antes porque si no los roles se acomodan y ya es mucho más difícil cambiarlos.
Y aquí quiero hacer mención a la prima, orgullosa abuela y también madre,
@AMARANTA . Me ha dado ternura leer tu mensaje. Te he visto en mi suegra, a la que adoro, y está convencida de que su hijo hace el 50% solo porque cuando pasa de visita un sábado por la mañana se apresura a aspirar el piso. (Ya me tomo a broma y cuando coge el aspirador, de pascuas a ramos, le digo "qué, está tu madre subiendo por las escaleras?") Conste que mi marido no está mano sobre mano, trabaja mucho fuera de casa y el tiempo libre que tiene lo emplea en la familia pero... Quién está pendiente de la ropa que necesitan las niñas? De los zapatos? De los libros? Quién hace el menú semanal y cocina? Quién se preocupó de cómo empezar la ac, qué pañales, cremas y toallitas eran mejores? Quién de conocer los colegios de la zona para saber cuál era el más adecuado? Quién de las notificaciones del colegio, cumpleaños, regalos? Quién de que el baby y los zapatos estén limpios para ir al cole al día siguiente? Quién de las revisiones del pediatra y dosis de los medicamentos? Quién de hacer las maletas de las niñas cuando nos vamos de vacaciones y deshacerlas al llegar a casa? Si me dices que tú hijo lleva la mitad de estas tareas junto con la madre, enhorabuena de corazón, tienes uno de los pocos hijos que ejercen de padres corresponsables en este país. Lo cual no es poca cosa porque es más difícil de encontrar que un unicornio.
El problema es que a nosotras se nos exige todo y aún así no es suficiente, mientras que ellos esperan una alfombra roja y público aplaudiendo por hacer lo mínimo. Y esto queda mucho para que pueda cambiarse. Porque además, y este es otro tema, el hecho de que toda esta carga la llevemos prácticamente en exclusiva les permite a ellos conciliar su vida laboral, mientras que nosotras vamos con la lengua fuera en ambos ámbitos.
En fin, prima
@Mar de Frades, como ves te entiendo perfectamente.