Yo también me he visto estos días el famoso documental y mi impresión es que ella está haciendo un papel. En uno de los capítulos dice que dedica más horas a trabajar en el mundo xo que a salir en la tele, y yo me lo creo visto todo el engranaje que hay detrás. Lo que pienso es que ella está haciendo delante de cámaras un papel para generar hate y polémicas y alimentar el hype de cara a las campanadas durante todo el año, así de triste. Pero en el documental me ha dado la impresión de que es una chica con la cabeza mucho más amueblada de lo que quiere dar a entender, y que todo lo que muestra en entevistas-zapeando-redes es un personaje. Sinceramente, no sé si le compensará a nivel psicológico (económico seguro que sí) mostrarse así solo por cebar el hate para 20 minutos al final del año, pero ella sabrá. Lo que tengo que reconocerle es que creo que entiende a marido bastante bien, y que sabe perfectamente todo lo que conlleva estar casada con un chef tan dedicado a la cocina y, sobre todo, tan perfeccionista. Pero vamos, la impresión de que me ha dado viendo este documental es que es inevitable que entre ellos haya varias tensiones. No lo digo a malas, ni pensando que se vayan a divorciar en breves. Solo que toda esa imagen tan almibarada de que son los únicos que están realmente enamorados y que nunca se pelean es pura fachada, que realmente son una pareja como otra cualquiera con sus discusiones y sus momentos de tensión, que ella, a veces, aunque sepa que es lo que toca, le dan ganas de enviarlo todo a la mierda, marido incluido, lo cual me parece muy normal. Pero supongo que enseñar esa imagen tan idílica también parte de todo el paripe de las campanadas.
Y a él la verdad es que le veo buena persona, pero complicado de narices. En el documental comentan que desde hace tiempo están cambiando como son las relaciones dentro de los restaurantes, porque antes el ambiente era irrespirable. Yo conozco gente que ha trabajado en estos sitios y hablaban de que a los ayudantes y los que estaban en prácticas muchas veces hasta les daban collejas para que espabilaban. Que todos sabemos que esto pasa en la mayoría de restaurantes de prestigio, pero espero que sea verdad que los de este hombre la cosa esté cambiando. A David (me niego a poner el nombre con B y Z, lo siento es superior a mis fuerzas) se le ve una persona absolutamente obsesionada con la perfección y con su trabajo, y eso tiene que ser agotador, no solo para él, también para todos los que le rodean. Pero también le veo como alguien que lo hace todo de corazón y que está aprendiendo a gestionar las cosas mejor. No sé, soy bastante escéptica con los documentales porque entiendo que cada uno quiere enseñar lo que más le convenga, pero este hombre me ha dado la impresión de lucha interna constante. Como han señalado alguna prima páginas atrás, creo que muestra amor como buenamente sabe y que nunca ha engañado a nadie cuando habla de que su obsesión y su prioridad es su trabajo. Y aquí me reafirmo en que Cristina parece bastante consciente de esto.