@Narumi Yo fui como esas niñas y te agradezco en el alma que no hayas sido otro más pasando por su lado, como si no fuera nada contigo. Al respecto de lo que es mejor, pues te voy a contar una historia, que ojalá fuera ficticia, pero es algo que me pasó a mí en primera persona.
Pues tendría yo unos 11 o 12 años más o menos y me habían solicitado pruebas de alergia. Resulta que había primero que entrar a la consulta y allí me hicieron unas raspaduras con una especie de pincho de plástico en los brazos y luego me ponían una gota de lo que fuera, para ver si hacía reacción. Yo siempre he sido muy aprensiva para los pinchazos y cortes. Bueno, después de hacerme eso, tenía que salir a la sala de espera y esperar cierto tiempo para que luego el médico viera si había hecho reacción alguno de los arañazos. Pues cuando estaba en la sala de espera sentada, tenía a mi progenitora a la izquierda y en frente había una señora joven. Me empecé a marear y me caía hacia mi izquierda. La susodicha me empezó a insultar, no recuerdo qué exactamente y a darme empujones para que no me cayera encima de ella. Entonces me caí para el otro lado y lo poco que podía ver en ese momento era a la señora que había sentada en frente mirándome con cara de estupefacción. O eso interpreté yo. Durante años pensé que era una mirada acusatoria por haberme mareado. O incluso que era una morbosa que disfrutaba viendo la escena, pero nunca pensé que no supiera que hacer. Y ahora leyendo este hilo, lo único que puedo decir es que mi yo pequeña vulnerable habría agradecido que alguien me hubiera defendido, porque nadie lo hizo nunca, al menos que yo me enterara. Y si me hubiera llevado una paliza al llegar a casa, pues mira, habría sido otra más. Pero ya sabría que lo que me estaban haciendo no estaba bien y que yo no era la mierda que me sentía. Así que gracias de corazón.