Por aquí dejo mi chisme o lo que sea. Es una historia muy rara.
Cuando era niña (unos 10 años) estuve una temporada juntándome con mi vecina, que por aquel entonces tenía unos 13. Por motivos que desconozco (o ya a estas alturas se me ha olvidado), la chica se peleó con sus amigas y claro, empezó a salir conmigo y con otra vecina de mi edad, así como otras amiguitas que venían a mi barrio a jugar. Tres años de edad, siendo adulto, pues como que no se nota la diferencia, pero a esas edades, bastante: mientras que nosotras aún jugábamos a las muñecas o construiamos cabañas en un descampado, ella no paraba de hablar de chicos y de temas sexuales bastante explícitos. Yo, por aquel entonces, no tenía claro ni lo que era fxllar y era el verbo que más abundaba en su vocabulario. Se notaba qué 'le picaba' bastante, lógico cuando entras a la pubertad, pero tenía vecinas mayores que no eran tan explícitas, por lo menos delante de un puñado de niñas que siguen jugando a las barbies...
A mi madre no le hacía nada de gracia que me juntase con ella y no recuerdo bien por qué, pero claro, cuando eres niña lo preguntas todo y cualquier comentario que hice le alertó. Aún así no pudo evitar que me juntase con ella porque siempre venía donde quedábamos las amigas. Además, recuerdo que me escribía cartas extrañas, diciéndome que me quería mucho, preguntándome si me caía bien, que si me iba a invitar a su boda blablabla. Venía a mi casa y me la daba en mano, después me decía 'leela en tu habitación y no se lo enseñes a nadie'... Algo que también mosqueaba a mi madre y creo que también las leyó.
Los años pasaron volando, ella tiró por su camino, con sus nuevas amigas de su edad y nosotras por el nuestro. Hará unos meses se casó y, un año antes aproximadamente, se compraron una casa en la misma calle donde vivimos. Era una casa bastante vieja y han tenido que reformarla bastante... La han dejado genial. Y, bueno, digo 'han tenido' pero ella no ha hecho absolutamente nada y eso que no trabaja. Su padre, que vive a dos pasos tampoco se ha implicado en la obra. Todo lo ha hecho su novio junto al padre, hasta a la madre del chico la he visto llevando escombros.
La chica, por alguna razón dejó de mirarme hace unos años y, a día de hoy, me he llevado algún corte, por ser educada y saludar. Se hace la loca con el móvil o con lo que sea y no contesta. No sé si estará amargada o qué le ocurre, pero no terminamos peleadas ni mucho menos y vivimos al ladito. Su novio, en cambio, es muy majo y, como es de otro pueblo, pues recién llegado saludaba siempre, hasta que un día de repente, dejó de hacerlo. Supongo que ella se lo prohibió o le dijo algo sobre mi. Es muy tenso para mi tener vecinos al lado y no decir ni buenas, pero bueno, ellos lo quieren así y lo respeto.
Pues, este verano, antes de su boda, me entero por mis amigos, que la chica lleva meses poniéndole los cuernos al chaval (un colega estuvo con ella de adolescentes y también salió corneado). Vamos, que mientras el novio estaba dándolo todo para tener la casa lista para el día de la boda, ella quedaba con el otro. Lo saben las amigas de ella y los amigos del amante, y si ha llegado a mis oídos, que soy la última en enterarme de los chismes del pueblo, supongo que a estas alturas, lo sabe todo el mundo menos el novio, porque al ser de otro pueblo no tiene a nadie conocido que se lo comente. Dicen que es descarado. Que incluso le envía mensajes picantes al amante los findes a altas horas de la madrugada, cuando el marido está durmiendo. Me da mucha pena el chaval. Tiene pinta de buenazo y nadie ha tenido el valor de contárselo.
La hermana de mi vecina también le puso los cuernos al marido con uno del trabajo. Los pilló en pleno acto. Yo pensaba que era genética, que eran mujeres muy activas sexualmente hablando e infieles, pero hace poco una vecina le comentó a mi madre algo que nos dejó un poco patidifusas. Resulta que el padre de esta chica (viudo) cortejaba a mi vecina (también viuda), pero modo pesado insistente, de ir a su casa a menudo a 'ronearla'. Mi vecina le dijo que ella, después de haber perdido a su marido, ya no tenía ganas de conocer a ningún hombre más. También le preguntó que si él seguía siendo novio de una mujer de otro pueblo. Su respuesta fue: sí, pero tú me pillas más a mano.
La señora nos dijo que ella no está cerrada al amor, pero que no quiere nada con ese hombre, pues tenía fama de ser muy guacharrón y putero, e iba soltando perlitas tipo 'todas las mujeres son malas y unas zorras'. Y, claro, teniendo tres hijas como tiene, me pregunto si también pensará lo mismo de ellas. Entonces, recordé la actitud que tenía mi vecina en su infancia... Siempre hablaba de s*x*, no tenía otro tema. Y he llegado a pensar que a saber si no abusó de ellas y las dejó traumatizadas. Pero claro, tan solo son suposiciones. Lo que tengo claro es que yo he tenido adolescencia también y hablabamos de chicos y tal, pero no de esa forma tan soez y obsesiva. Ella parecía que sabía muy bien de lo que hablaba y eso que no había tenido novio aún ni contacto con ningún chico.