El hilo paranormal de Cotilleando

Hola primas. Vengo a contar algo que me pasa a menudo, y siempre me llama la atención. La semana pasada, jueves y viernes soñé con una chica que éramos muy muy amigas de parvulario, estábamos siempre juntas, me acordé mucho de ella, hace años que no sé nada de ella, más de 10. Pues resulta que el sábado mi madre se encuentra con ésta chica y estuvieron hablando de todo en general, y le pidió mi número de teléfono para poder ponernos en contacto.
A mi me pasa constantemente, a que se debe? Me viene a la cabeza alguien, y ese día o como mucho dos días la veo y hablamos.
 
Hola primas. Vengo a contar algo que me pasa a menudo, y siempre me llama la atención. La semana pasada, jueves y viernes soñé con una chica que éramos muy muy amigas de parvulario, estábamos siempre juntas, me acordé mucho de ella, hace años que no sé nada de ella, más de 10. Pues resulta que el sábado mi madre se encuentra con ésta chica y estuvieron hablando de todo en general, y le pidió mi número de teléfono para poder ponernos en contacto.
Se llama esto PODER DE ATRACCION?
 
Hola prima. Nunca se me ocurriría reírme por algo así. Sé por lo que estás pasando porque a mí me pasan cosas raras, sobretodo tengo sueños premonitorios. También me ha ocurrido lo siguiente: me he encontrado en un estado en el que ni estoy dormida ni estoy despierta, es como un estado intermedio donde puedo ver mi dormitorio, estando yo en la cama, mi pareja al lado dormida, la luz de la lámpara de la mesita de noche encendida (y yo duermo con ella encendida) y ver personas y pensar que me han entrado a robar a casa. Es lo que dices, hay meses en los que no ocurre y otros en los que parece que se está más receptiva. ¿Te ocurre a veces estando despierta que te preguntas algo y la respuesta te viene automáticamente como si alguien te la estuviera transmitiendo mentalmente? Sólo quiero que sepas que no eres la única y que sientas mi apoyo. Si necesitas desahogarte y expresar cómo te sientes al respecto, aquí estoy :kiss:
Cada vez me alegro más de haberlo contado por aquí. Se siente como dice mi sobri "calentito de corazón ". Gracias.
Me ocurre lo que dices. No sé si es la intuición, o qué, pero hay algunas cosas que no necesitas preguntarlas, algo te lo dice y no deja lugar a dudas. Lo sabes y ya.
Lo de estar medio despierta, medio dormida, me vi durmiendo desde el techo y sabía que no estaba abajo durmiendo, me sentía arriba pero a la vez podía sentir a mi gato a mi lado. Y había alguien mirándome desde el baño, pero no era bueno.
¿Tú cuando viste a esas personas mientras estabas en ese estado pudiste sentir su energía?
Me he dado cuenta que cuando hay temporadas de estrés, desaparece todo esto. Cuando estoy más tranquila y conectada conmigo, no para. Dejé la ciudad y me fui a vivir al campo hace poco y el estar tan pegada a la naturaleza está haciendo que se despierte más. Supongo que es la tranquilidad o el sentimiento de pertenencia a la tierra o algo así 😅
Si necesitas algo, o quien lea esto, aquí estoy. Sin vergüenza ninguna, y de nuevo gracias ❤️
 
Cada vez me alegro más de haberlo contado por aquí. Se siente como dice mi sobri "calentito de corazón ". Gracias.
Me ocurre lo que dices. No sé si es la intuición, o qué, pero hay algunas cosas que no necesitas preguntarlas, algo te lo dice y no deja lugar a dudas. Lo sabes y ya.
Lo de estar medio despierta, medio dormida, me vi durmiendo desde el techo y sabía que no estaba abajo durmiendo, me sentía arriba pero a la vez podía sentir a mi gato a mi lado. Y había alguien mirándome desde el baño, pero no era bueno.
¿Tú cuando viste a esas personas mientras estabas en ese estado pudiste sentir su energía?
Me he dado cuenta que cuando hay temporadas de estrés, desaparece todo esto. Cuando estoy más tranquila y conectada conmigo, no para. Dejé la ciudad y me fui a vivir al campo hace poco y el estar tan pegada a la naturaleza está haciendo que se despierte más. Supongo que es la tranquilidad o el sentimiento de pertenencia a la tierra o algo así 😅
Si necesitas algo, o quien lea esto, aquí estoy. Sin vergüenza ninguna, y de nuevo gracias ❤️

Sí, siento algo, a veces enfado por parte de uno, otras veces confusión por parte de otros, otras veces es como que si vienen dos personas siento que tienen relación de hermanos o de pareja, otras veces se ríen dulcemente, se desplazan e intentan agarrar algo de la mesita de noche, otras veces se ponen a los pies de la cama en el lado de mi pareja hasta que descubren que yo los estoy viendo. Entonces, quieren como alcanzarme con la mano y sí me vienen sensaciones.

Me alegra saber que podemos comprendernos. A mí me pasa igual, estar relajada hace que esté más receptiva.

Muchas gracias, lo mismo digo :love:
 
A mi me pasa constantemente, a que se debe? Me viene a la cabeza alguien, y ese día o como mucho dos días la veo y hablamos.

Ahora me ha vuelto a pasar, llevo 15 días que todo aquel que se me cruza en mi cabeza viene a mi en menos de 24 horas, el de hoy no lo veia desde hace dos años por lo menos, y hoy he pensado en él, y en 5 horas me ha llamado para pedir cita.
 
hola, primas.
He descubierto este hilo y he leído varias páginas y justamente ayer me pasó algo parecido.
Estaba durmiendo tranquilamente, y os prometo que sentí que alguien se me acercaba y me decía cosas al oído (no recuerdo el qué) y me levanté de un sobresalto y estaba sola. No puedo explicar la sensación pero fue muy real. Vaya mal rato. 😥
A mí de siempre me han interesado mucho estos temas pero a la vez me dan mucho respeto.
 
Llevo algún tiempo leyendo este hilo sin atreverme a participar básicamente por vergüenza, pero ahora me he animado a compartir esto que me ha sucedido a ver si alguien tiene alguna explicación (aunque sea paranormal) o le ha sucedido algo parecido (lo pongo borrosito para que solamente lo podáis leer quienes estáis registrados porque parece que así me da menos cosa contarlo).

Esto sucedió hace bastantes años, siendo yo pequeña pero lo suficientemente grande como para pisparme de todo (unos 13 años tendría). Era invierno y nos juntamos unos cuantos familiares en la casa de mis abuelos para hacer la típica recogida de manzanas, ya que mis abuelos tenían muchísimos manzanos y parte de las manzanas las vendían a una fábrica para hacer sidra. Era un día húmedo, con niebla y hacía frío (esto lo cuento para que os pongáis en situación). Olía a chimenea y a eucalipto, y después de comer decidí salir con mis primos a dar un paseo por el monte.

Todo iba según lo esperado en relación a lo que te solías encontrar por allí: árboles, un par de casas, algún perro que se asomaba a husmear, lo típico. Cuando ya nos habíamos alejado de casa de mis abuelos y andábamos cerca de otra casa que había por allí, yo me desvié del camino y me metí por un camino lleno de maleza. Al cabo de un rato, me encontré con un busto de piedra al lado derecho del camino. Era grande, pertenecía a un hombre y estaba lleno de musgo. La maleza le llegaba como hasta la mitad, pero se podía ver perfectamente la cabeza y los hombros. Me quedé allí un rato observándolo, e incluso lo toqué, notando que la piedra estaba fría y húmeda. En ese instante, escuché a mi primo llamarme a voces porque como me habían perdido de vista, pues se asustaron. Contesté para que se quedaran tranquilos, y di la vuelta hasta llegar al camino principal para encontrarme con ellos.

Cuando los vi, les dije que había una estatua, bla, bla, pero no me hicieron mucho caso y me dijeron que había que volver porque era tarde (ellos vivían en otra ciudad y habían venido con sus padres en coche) y además tenían frío, bla, bla. Volvimos, y cuando llegamos a casa lo conté a todos. Me dijeron que qué pintaba una estatua ahí en medio y no me hicieron ningún caso. Nadie me creyó salvo mi tía, que me dijo que la llevase allí. Lo que pensaron todos fue algo del tipo: "Madre mía, mira que ir al monte a buscar una estatua, está peor ella que la niña". Pero nada, nosotras ya habíamos salido por la puerta así que pasando, jaja.

La llevé por el mismo camino y efectivamente, ella vio la estatua exactamente igual que yo. Allí estaba ese busto de piedra en frente nuestra.

La cosa quedó así, pero al cabo de un tiempo, esta vez en primavera, estábamos un día en casa mi tía y yo, y a ella se le ocurrió la idea de ir a ver la estatua, y así de paso pues le hacíamos una visita a mis abuelos. Fuimos hasta su casa, estuvimos allí un rato, y luego dijimos que con el buen día que hacía, nos íbamos a dar un paseo. Hicimos el mismo recorrido, pero cuando llegamos allí no había nada... N A D A. Reculamos un poco hacia atrás porque justo al lado había una casa, y aprovechando que la señora andaba por allí haciendo las típicas cosas que hacen las señoras rurales en sus casas, le preguntó mi tía a ella si sabía qué había sido de la estatua que había allí al lado. La señora la miró con cara un poco en plan "Pero qué me estás contando...", y le dijo que en no sé cuántos años allí (ella había nacido en esa casa y tendría unos 70 años o más) no había visto ni tenido constancia de que hubiera ninguna estatua...


¿Vosotros le encontráis alguna explicación? Porque mira que lo hemos hablado veces mi tía y yo, y no entendemos absolutamente nada.

En otro rato que me anime os cuento alguna otra anécdota más (la verdad es que tengo unas cuantas).
 
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Llevo algún tiempo leyendo este hilo sin atreverme a participar básicamente por vergüenza, pero ahora me he animado a compartir esto que me ha sucedido a ver si alguien tiene alguna explicación (aunque sea paranormal) o le ha sucedido algo parecido (lo pongo borrosito para que solamente lo podáis leer quienes estáis registrados porque parece que así me da menos cosa contarlo).

Esto sucedió hace bastantes años, siendo yo pequeña pero lo suficientemente grande como para pisparme de todo (unos 13 años tendría). Era invierno y nos juntamos unos cuantos familiares en la casa de mis abuelos para hacer la típica recogida de manzanas, ya que mis abuelos tenían muchísimos manzanos y parte de las manzanas las vendían a una fábrica para hacer sidra. Era un día húmedo, con niebla y hacía frío (esto lo cuento para que os pongáis en situación). Olía a chimenea y a eucalipto, y después de comer decidí salir con mis primos a dar un paseo por el monte.

Todo iba según lo esperado en relación a lo que te solías encontrar por allí: árboles, un par de casas, algún perro que se asomaba a husmear, lo típico. Cuando ya nos habíamos alejado de casa de mis abuelos y andábamos cerca de otra casa que había por allí, yo me desvié del camino y me metí por un camino lleno de maleza. Al cabo de un rato, me encontré con un busto de piedra al lado derecho del camino. Era grande, pertenecía a un hombre y estaba lleno de musgo. La maleza le llegaba como hasta la mitad, pero se podía ver perfectamente la cabeza y los hombros. Me quedé allí un rato observándolo, e incluso lo toqué, notando que la piedra estaba fría y húmeda. En ese instante, escuché a mi primo llamarme a voces porque como me habían perdido de vista, pues se asustaron. Contesté para que se quedaran tranquilos, y di la vuelta hasta llegar al camino principal para encontrarme con ellos.

Cuando los vi, les dije que había una estatua, bla, bla, pero no me hicieron mucho caso y me dijeron que había que volver porque era tarde (ellos vivían en otra ciudad y habían venido con sus padres en coche) y además tenían frío, bla, bla. Volvimos, y cuando llegamos a casa lo conté a todos. Me dijeron que qué pintaba una estatua ahí en medio y no me hicieron ningún caso. Nadie me creyó salvo mi tía, que me dijo que la llevase allí. Lo que pensaron todos fue algo del tipo: "Madre mía, mira que ir al monte a buscar una estatua, está peor ella que la niña". Pero nada, nosotras ya habíamos salido por la puerta así que pasando, jaja.

La llevé por el mismo camino y efectivamente, ella vio la estatua exactamente igual que yo. Allí estaba ese busto de piedra en frente nuestra.

La cosa quedó así, pero al cabo de un tiempo, esta vez en primavera, estábamos un día en casa mi tía y yo, y a ella se le ocurrió la idea de ir a ver la estatua, y así de paso pues le hacíamos una visita a mis abuelos. Fuimos hasta su casa, estuvimos allí un rato, y luego dijimos que con el buen día que hacía, nos íbamos a dar un paseo. Hicimos el mismo recorrido, pero cuando llegamos allí no había nada... N A D A. Reculamos un poco hacia atrás porque justo al lado había una casa, y aprovechando que la señora andaba por allí haciendo las típicas cosas que hacen las señoras rurales en sus casas, le preguntó mi tía a ella si sabía qué había sido de la estatua que había allí al lado. La señora la miró con cara un poco en plan "Pero qué me estás contando...", y le dijo que en no sé cuántos años allí (ella había nacido en esa casa y tendría unos 70 años o más) no había visto ni tenido constancia de que hubiera ninguna estatua...


¿Vosotros le encontráis alguna explicación? Porque mira que lo hemos hablado veces mi tía y yo, y no entendemos absolutamente nada.

En otro rato que me anime os cuento alguna otra anécdota más (la verdad es que tengo unas cuantas).

Bienvenida prima, madre mía, qué bien escribes!! Me parecía estar leyendo una novela 😍 Flipando con la historia, es muy curiosa, suena a otro plano dimensional...quizás??
 
Llevo algún tiempo leyendo este hilo sin atreverme a participar básicamente por vergüenza, pero ahora me he animado a compartir esto que me ha sucedido a ver si alguien tiene alguna explicación (aunque sea paranormal) o le ha sucedido algo parecido (lo pongo borrosito para que solamente lo podáis leer quienes estáis registrados porque parece que así me da menos cosa contarlo).

Esto sucedió hace bastantes años, siendo yo pequeña pero lo suficientemente grande como para pisparme de todo (unos 13 años tendría). Era invierno y nos juntamos unos cuantos familiares en la casa de mis abuelos para hacer la típica recogida de manzanas, ya que mis abuelos tenían muchísimos manzanos y parte de las manzanas las vendían a una fábrica para hacer sidra. Era un día húmedo, con niebla y hacía frío (esto lo cuento para que os pongáis en situación). Olía a chimenea y a eucalipto, y después de comer decidí salir con mis primos a dar un paseo por el monte.

Todo iba según lo esperado en relación a lo que te solías encontrar por allí: árboles, un par de casas, algún perro que se asomaba a husmear, lo típico. Cuando ya nos habíamos alejado de casa de mis abuelos y andábamos cerca de otra casa que había por allí, yo me desvié del camino y me metí por un camino lleno de maleza. Al cabo de un rato, me encontré con un busto de piedra al lado derecho del camino. Era grande, pertenecía a un hombre y estaba lleno de musgo. La maleza le llegaba como hasta la mitad, pero se podía ver perfectamente la cabeza y los hombros. Me quedé allí un rato observándolo, e incluso lo toqué, notando que la piedra estaba fría y húmeda. En ese instante, escuché a mi primo llamarme a voces porque como me habían perdido de vista, pues se asustaron. Contesté para que se quedaran tranquilos, y di la vuelta hasta llegar al camino principal para encontrarme con ellos.

Cuando los vi, les dije que había una estatua, bla, bla, pero no me hicieron mucho caso y me dijeron que había que volver porque era tarde (ellos vivían en otra ciudad y habían venido con sus padres en coche) y además tenían frío, bla, bla. Volvimos, y cuando llegamos a casa lo conté a todos. Me dijeron que qué pintaba una estatua ahí en medio y no me hicieron ningún caso. Nadie me creyó salvo mi tía, que me dijo que la llevase allí. Lo que pensaron todos fue algo del tipo: "Madre mía, mira que ir al monte a buscar una estatua, está peor ella que la niña". Pero nada, nosotras ya habíamos salido por la puerta así que pasando, jaja.

La llevé por el mismo camino y efectivamente, ella vio la estatua exactamente igual que yo. Allí estaba ese busto de piedra en frente nuestra.

La cosa quedó así, pero al cabo de un tiempo, esta vez en primavera, estábamos un día en casa mi tía y yo, y a ella se le ocurrió la idea de ir a ver la estatua, y así de paso pues le hacíamos una visita a mis abuelos. Fuimos hasta su casa, estuvimos allí un rato, y luego dijimos que con el buen día que hacía, nos íbamos a dar un paseo. Hicimos el mismo recorrido, pero cuando llegamos allí no había nada... N A D A. Reculamos un poco hacia atrás porque justo al lado había una casa, y aprovechando que la señora andaba por allí haciendo las típicas cosas que hacen las señoras rurales en sus casas, le preguntó mi tía a ella si sabía qué había sido de la estatua que había allí al lado. La señora la miró con cara un poco en plan "Pero qué me estás contando...", y le dijo que en no sé cuántos años allí (ella había nacido en esa casa y tendría unos 70 años o más) no había visto ni tenido constancia de que hubiera ninguna estatua...


¿Vosotros le encontráis alguna explicación? Porque mira que lo hemos hablado veces mi tía y yo, y no entendemos absolutamente nada.

En otro rato que me anime os cuento alguna otra anécdota más (la verdad es que tengo unas cuantas).
No sé qué haya sido porque no entiendo mucho de esto pero tenía que decirte que te estaba leyendo y podía sentir los olores y el frío gracias a lo bien que escribes. Casi he estado contigo ahí 😍
 

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